El gobierno y referentes vitivinícolas mendocinos se unieron y presionarán al ministro de Economía, Roberto Lavagna, para que destine el 30 por ciento del arancel de exportaciones que se recauda por las ventas de vinos al exterior, a la promoción de la producción en los mercados mundiales. La reunión para tratar el tema ya tiene fecha. Fuentes oficiales confirmaron a Los Andes que el titular de Hacienda recibirá a la delegación mendocina el próximo martes 14 de enero.
Concretamente, el objetivo es conseguir de ese recurso 2.025.000 de dólares para destinarlos a la promoción mundial de los vinos nacionales.
Según el empresario José Zuccardi, integrante de la Comisión Nacional de Vino Fino, “la promoción es una necesidad que el país debe satisfacer para salir a ganar las plazas de consumo más ambicionadas por las bodegas argentinas”.
Los representantes del sector empresario, entre los que se encontraba Sergio Villanueva de la UVA, y el mencionado Zuccardi de la Comisión Vinos de Argentina, junto a ejecutivos de Pro Mendoza, y el diputado nacional radical Aldo Ostropolsky, se reunieron con el gobernador Roberto Iglesias en el despacho del mandatario para ajustar los detalles de la próxima cruzada hacia Buenos Aires.
Según las declaraciones de Ostropolsky, el jefe del Ejecutivo se puso al frente de la operación y durante la misma mañana solicitó una entrevista con el ministro de la cartera económica nacional.
El libreto que utilizarán los impulsores del proyecto para convencer a Lavagna es un negocio para el mismo gobierno nacional. Es decir, la Nación debería invertir parte de lo que recauda en el impuesto a las exportaciones para promocionar los vinos argentinos y de esta manera obtener un mayor rédito fiscal por el presunto aumento de las ventas internacionales de vinos en los grandes mercados de consumo, como Estados Unidos y Inglaterra y los Países Bajos, según apuntó Zuccardi que ofició de vocero del sector privado.
La propuesta elevada por los bodegueros está plasmada en una carpeta que le entregaron a Iglesias en el cónclave de ayer.
El ejemplo más certero está presentado sobre las estimación de las exportaciones vitivinícolas del 2002.
Se calcula que durante el año pasado se vendieron vinos por un valor de 135 millones de dólares. Sobre ese monto, corresponden 6.750.000 de la moneda estadounidense en concepto de arancel exportador.
De estos casi 7 millones de dólares, los empresarios locales pretenden el 30 por ciento para lo que llaman “Inversión en Promoción de Exportaciones”.
- Números en mano
La proyección que hicieron los técnicos que asistieron a los bodegueros para diseñar el plan de expansión para el 2003, contando con el apoyo de la promoción requerida es de 190 millones de dólares.
Por estas ventas vínicas internacionales proyectadas para este año, el fisco nacional se quedaría con 9,5 millones de dólares. “O sea 2.750.000 de dólares más que en el 2002”, señala la documentación que será presentada a Lavagna.
La conclusión de la propuesta es que si se sigue este plan el gobierno nacional “recuperaría el 136 por ciento de la Inversión de Promoción”.
“Nuestra pelea debe estar centrada con los países que tradicionalmente han manejado el mercado como Francia e Italia. Ellos tienen el 50 por ciento del mercado mundial de vinos”, reveló Zuccardi.
El empresario puso como ejemplo a Chile que destina una buena cantidad de recursos a campañas agresivas de promoción.
Las acciones de marketing desarrolladas por el vecino país han dado resultados positivos de acuerdo a la ubicación que hoy ostentan los vinos trasandinos en los mercados internacionales.
Otro de los ingredientes que sumarán a los argumentos será que el vino es un producto que permite al país de origen mejorar su imagen internacional.
Fuente: Diario Los Andes