Se mantendrían para las economías regionales. El Ministerio de Economía podría corregir en los próximos días la Resolución 616, que eliminó los reintegros a la exportación para un conjunto de 200 productos alimenticios. La decisión de revisar la medida se tomó luego de que propios y ajenos a la tropa de Roberto Lavagna cuestionaran su impacto negativo sobre algunas economías regionales.
La suspensión del pago de reintegros a una serie de alimentos que forman parte de la canasta básica fue anunciada sorpresivamente el jueves pasado por Lavagna, dentro de un paquete de medidas para alejar al fantasma de la inflación. Según el razonamiento oficial, al eliminarse estas devoluciones impositivas habría un menor incentivo para vender al exterior, y en consecuencia una mayor oferta hacia el mercado doméstico que ayudaría a descomprimir los precios.
Como sea, el Estado dejará de pagar muchos millones de dólares a esos rubros exportadores. En 2004 fueron 124 millones, de los cuales más del 90% correspondieron a cinco sectores: carnes, lácteos, aceites, harinas y pesca. Este año, hasta el tercer trimestre, se llevaban pagados 110 millones. Con menor volumen de reintegros, pero mucho más dependientes de ellos, aparecen entre las actividades perjudicadas algunas producciones regionales, como el arroz y el ajo.
Los sectores afectados pusieron el grito en el cielo. Ayer se reunieron en la Coordinadora las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL) y emitieron un comunicado en el que expresaron su "preocupación por el cambio de reglas de juego", una frase remanida en el léxico empresario de estos tiempos.
La COPAL también subrayó que la decisión oficial "afecta severamente la competitividad de las industrias del sector, en especial las de mayor valor agregado". Esto porque las devoluciones oscilaban entre 2 y 6%, dependiendo del grado de elaboración de los productos exportados. En el mismo sentido, la entidad aclaró que "los reintegros no son ni un subsidio ni un privilegio, sino una devolución de impuestos aceptada internacionalmente".
Como una señal de que el descontento empresario no se limita a las alimenticias, al encuentro de la entidad que preside Alberto Alvarez Gaiani asistió el titular de la UIA, el plástico Héctor Méndez. En un cara a cara con los sectores afectados, ese dirigente pidió prudencia en la reacción, pero a la vez prometió que la Junta Directiva de la entidad fabril —alineada con la política económica del Gobierno— analizará hoy mismo la situación. Según fuentes del sector, para última hora se espera un comunicado de la UIA reforzando el reclamo de los exportadores.
En este contexto, anoche mismo, en el Palacio de Hacienda los subsecretarios Sebastián Katz y Fernando Nebbia —a los que Roberto Lavagna encomendó el día a día de la lucha contra la inflación—, comenzaron a revisar la larga lista de productos a los que se les cancelaron los reintegros. El secretario de Agricultura, Miguel Campos, había pedido especial atención para una serie de economías regionales, en especial el arroz mesopotámico y los ajos del Cuyo. En este rubro, Economía ya había mostrado cierta flexibilidad: dejó afuera a las frutas, las verduras y el azúcar.
"Los ánimos están mal, pero hay expectativa de que se pueden arreglar ciertos desbarajustes", señaló a Clarín un dirigente de la COPAL. Por cierto que las alimenticias no esperan una revisión completa de la medida. "Va a ser suave", evaluó la fuente.
Un funcionario confirmó ese escenario: "Los productos que podrían revisarse son aquellos a los que unos centavos les definen su competitividad externa. No representan mucho para la macro, pero sí para su región".
Por Matías Longoni.
Fuente Diario Clarín