El Mercosur y la relación comercial de la Argentina con su principal socio, Brasil, no pasan por su mejor momento, pero el anunciado ingreso de Venezuela como miembro pleno y el posible arrastre posterior de los países que componen la Comunidad Andina de Naciones (CAN) constituyen un “futuro esperanzador”, afirmó el vicepresidente de la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA) y miembro de la Fundación Bank Boston, Elvio Baldinelli, en la conferencia que brindó en la EXPO COMEX 2005, Baldinelli consideró que, en principio, el hecho de que Venezuela ingrese a fin de año al Mercosur con un status especial, debido a la diferencia que el país tiene con el arancel exterior del mercado común, disminuiría la efectividad de la incorporación.
Sin embargo, estimó que ello se compensaría con el aumento de las exportaciones locales en un importante mercado, teniendo en cuenta que los países de la CAN hicieron importaciones por 58.000 millones de dólares en el último año.
Por eso, Baldinelli dijo que la asociación de Venezuela podría significar para el Mercosur “un paso adelante si se negocia bien” y ayudaría a superar el estancamiento y los problemas que afronta la relación comercial argentino-brasileña.
Nacido en 1991, el Mercosur fue fructífero para sus principales socios en los primeros años pero luego se topó con inconvenientes que arrastra hasta hoy.
En primer lugar, Baldinelli señaló el habitual incumplimiento de las normativas específicas; para resolverlas los países miembros optaron por crear paneles para tratar los conflictos que en definitiva no funcionaron por falta de voluntad política, ya que se prefirió la negociación diplomática para evitar fricciones.
El especialista de la CERA relativizó que, como dicen académicos y funcionarios brasileños, las exportaciones argentinas a Brasil hayan ido cayendo por ineficiencia de los exportadores locales.
Para ilustrar la situación, Baldinelli detalló que mientras se desplomaban las ventas argentinas al país vecino (de 8.127 millones de dólares en 1997 pasaron a ser de 5.552 millones en 2004), aumentaron las ventas al resto del mundo (de 18.297 millones de dólares en 1997 treparon a 28.910 en 2004). “Quiere decir que los exportadores argentinos no son tan ineficientes”, destacó el expositor.
Si bien reconoció que en lo que va del año las cosas “no van tan mal” con Brasil, indicó que es un dato de la realidad que el principal socio de la Argentina en el Mercosur se autoabastece de productos que exporta la Argentina, como ser la soja, combustible y energía, semillas y oleaginosas y el mineral de cobre y concentrados, entre otros rubros.
No obstante, Baldinelli consideró que la eliminación del arancel externo común, la creación de un parlamento común, una moneda única o la formación de un tribunal de alzada para las controversias, todas posibles soluciones que barajan los países miembros para superar los cuellos de botella que se producen, no serían medidas efectivas.
Haciendo “futurismo”, Baldinelli opinó que la incorporación de Venezuela como socio pleno abrirá un nuevo camino al Mercosur que quizás no sea el que se pensaba, pero que puede permitir el surgimiento de una nueva empresa americana con buenas perspectivas de futuro para el comercio sudamericano.