En una reunión CREA, se afirmó que es clave una salida al Pacífico para los productos que exporta Argentina. La competitividad de las exportaciones agroalimentarias argentinas no será sustentable en el tiempo si no se implementa un corredor bioceánico con salida hacia el Pacífico. Así lo afirmó José Aranda, vicepresidente del Grupo Clarín y miembro de la región Litoral Norte de AACREA, durante el congreso que llegaron a cabo los grupos CREA del sur de Santa Fe.
"Toda la economía del país hoy fluye hacia los polos de Buenos Aires y Rosario. El país fue diseñado desde fines del siglo XIX para que todo confluya en ambos centros urbanos", dijo Aranda, citado en un informe de AACREA.
"Pero la Región Centro argentina debería concentrar sus esfuerzos en el desarrollo de un corredor que le permita tener salida al Pacífico por medio de los puertos chilenos", añadió Aranda.
"Cruzar el Cabo de Hornos para enviar productos a los mercados de Asia-Pacífico implica un gran esfuerzo que resta competitividad al sector agroalimentario argentino. Pero el corredor permitiría solucionar este inconveniente", sostuvo Aranda.
Hoy, la vía más importante que tiene la Argentina para salir al Pacífico (vía el puerto chileno de Valparaíso) es el Paso de La Cumbre, en Mendoza. Pero esta salida está saturada y todos los años se cierra al menos unos 40 días por bloqueo de nieve.
Otra posible salida hacia Chile sería a través del paso Aguas Negras en San Juan. Es el más conveniente que tiene la Argentina, porque el bloqueo por nieve dura unos pocos días. Pero para habilitarlo se necesita construir un túnel de unos 14 kilómetros que tiene un costo estimado en 250 millones de dólares.
"La región Centro de la Argentina está llamada a ser el articulador que permita la salida de los productos exportables por ambos océanos, por medio de la hidrovía hacia Europa y el este de EE.UU., y de los puertos chilenos hacia el oeste de EE.UU. y Asia", sostuvo Aranda. Este último continente concentra en la actualidad alrededor del 30% de las importaciones mundiales.
"Además, el corredor biocéanico argentino se integraría al Corredor del Mercosur, que viene de Belo Horizonte y llega hasta Santiago. Las regiones integradas por este corredor tienen una población total de unos 230 millones de habitantes", indicó.
La UE concentra una porción sustancial del comercio externo argentino. Pero esta situación podría llegar a revertirse en un futuro. "Los diez países de Europa del Este incorporados en 2004 a la UE (hasta entonces integrada por 15 miembros) tienen una base económica agropecuaria y van a estar llamados a emparejar su crecimiento con los 15 prefundadores de la UE", explicó Aranda.
"Europa invertirá en el desarrollo de esos nuevos miembros y se convertirá, seguramente, en un importante comprador de agroalimentos provenientes de esos integrantes de la UE", agregó.
Si bien lo que está ocurriendo en la UE-25 plantea un potencial problema para la Argentina, podría verse más que compensado con las oportunidades que ofrecerán los mercados asiáticos, sobre todo los de China e India.
"China es el gran centro manufacturero del mundo. Todos van a China a producir porque hay mano de obra barata. En esa nación asiática está ocurriendo una enorme reconversión de la población rural, que está yendo a trabajar a zonas urbanas; y debido a que vienen de ganar cero, cualquier remuneración les viene bien", comentó Aranda.
"Ese sueldo baratísimo es lo que convirtió a China en una gran manufacturera mundial. Y esta tendencia va a seguir. Consecuentemente, tenemos que poner el ojo en lo que está pasando en China y en los otros países asiáticos. Posiblemente, para el 2025 la dominancia del tráfico del comercio mundial no pase por el Atlántico, sino por el Pacífico", puntualizó.
Fuente Diario Clarín