El mercado internacional de lácteos está creciendo, no sólo en producción sino en demanda. En la Argentina, el consumo interno, las exportaciones y la producción también están mejorando, y eso es una oportunidad que merece ser aprovechada.
No obstante, si bien la cadena láctea argentina cuenta con una gran diversidad de productos, y en el último año logró abrir nuevos destinos de exportación, aún existe una importante concentración por parte de la industria y una alta dependencia en el mercado interno.
Hacia el futuro, los productores deberán ajustar prácticas de manejo para mejorar el grado de eficiencia en sus planteos y afinar los números si quieren ser más competitivos frente al avance de la agricultura.
Además, en el entorno “macro” hay variables económicas, políticas y sectoriales que condicionan el negocio del tambo en la Argentina actual, sobre todo en un año de elecciones.
Estos temas fueron desarrollados por Teo Zorraquín, coordinador del área de Economía de Aacrea (Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola), durante el Congreso Semex 2005, que se llevó a cabo en Buenos Aires.
Sector en crecimiento
La Argentina tiene cantidad y calidad de productos para jugar fuerte en el mercado internacional de lácteos, un negocio que hoy se encuentra en franca expansión. En los últimos 10 años, la producción mundial de leche creció un 11 por ciento y en 2004 superó los 515 millones de toneladas. La Argentina ocupa el puesto 11 entre los principales productores del mundo, y el sexto lugar entre los exportadores, en un mercado liderado por la Unión Europea y Estados Unidos –para el primero de los casos– y por la UE, Nueva Zelanda y Australia, en el segundo.
En la actualidad, las exportaciones argentinas muestran una tendencia creciente, que el año pasado superó los 250 millones de toneladas, en comparación con los 100 millones que se registraban 10 años atrás. Además, se logró avanzar sobre nuevos destinos como Argelia (21 por ciento de las exportaciones argentinas), Venezuela (17,3) y México (10,5), y se superó la dependencia que existía con Brasil, que hoy concentra el 9,6 por ciento de las ventas al exterior.
En los últimos años también aumentó la producción, desde los 6.000 millones de litros en 1991, hasta los 9.000 millones de litros el año pasado.
Concentración
No obstante, la cadena láctea argentina muestra una gran concentración. Mientras existen 15.250 tambos y 848 plantas que reciben la leche, sólo nueve empresas concentran el 51 por ciento de la recepción y tres firmas determinan el valor del 57 por ciento de los productos.
“Estos números indican que en la cadena láctea existe una mayor concentración respecto, por ejemplo, del negocio de la carne, aunque posee una mayor diversidad de productos. En el futuro, si queremos crecer como cadena debemos incorporar el concepto de ganar-ganar, y no de ganar a costa de otro eslabón”, destacó Zorraquín.
Como síntesis, indicó que el mercado internacional está creciendo, no sólo en producción sino en demanda. A su vez, el consumo interno, las exportaciones y la producción también están mejorando. “Y eso es una oportunidad que merece ser aprovechada”, dijo el técnico.
Dependencia
En cuanto a las trabas que encuentra el sector, Zorraquín advirtió sobre la alta dependencia que existe respecto del mercado interno, que concentra el 78 por ciento de la producción nacional de leche, además de la falta de continuidad en las estrategias de promoción de los productos y el riesgo sanitario, que continúa siendo un peligro latente.
Además, señaló la necesidad de avanzar en un plan estratégico y destacó que en la actualidad el movimiento Crea se encuentra trabajando en este aspecto, mediante un “Plan de alistamiento y motivación” que apunta a definir los principales objetivos de toda la cadena en busca de mejorar la competitividad del sector.
El trabajo presentado por Zorraquín analizó, asimismo, distintos modelos de empresas lecheras en la Argentina. Éstos pusieron en evidencia que existe una brecha muy grande entre los resultados obtenidos en cada tambo, determinados por factores relacionados con la eficiencia y la estrategia implementados por los productores.
Fuente Diario La Voz del Interior