Para lograr incrementar sustancialmente las exportaciones que
Argentina destina a Japón y a otros países asiáticos resulta esencial mejorar la
infraestructura de transporte y habilitar vías de comunicación rápidas y seguras para
llegar a los puertos de la costa chilena.
El comercio entre Argentina y Japón
ofrece inmejorables posibilidades, pero sólo son viables si se cumplen ciertos requisitos
de infraestructura del transporte de carga y si se desarrollan los imprescindibles
corredores bioceánicos, que redundarían en un abaratamiento sustancial de los fletes.
En la tercera semana de noviembre, tuvo lugar en Japón un seminario que
examinó el informe sobre el desenvolvimiento regional del transporte de carga en el
Mercosur, elaborado por los expertos en América Latina del Instituto de Investigación
de Desarrollo y Finanzas del Banco de Japón para la Cooperación Internacional
(JBIC).
Según ese estudio, el mejoramiento regional del transporte de
carga reduciría los costos de exportación hasta en un 70 por ciento.
- Llegar directamente a los puertos chilenos
Y esto
es válido para los países del Mercosur en general y para la Argentina en particular.
«Si la Argentina mejora los corredores bioceánicos, tendrá muchas
mejores posibilidades de exportar no sólo a Japón sino al resto de Asia», declaró al
diario Clarín de Buenos Aires el Consejero Político de la Embajada de Japón en
Argentina, Teiji Hayashi.
Y agregó el diplomático nipón: «Se
ha observado que a veces los costos internos de transporte son superiores a los
costos desde Buenos Aires hasta Tokio. Hay casos de productos que son exportados
por el puerto de Buenos Aires, siendo producidos cerca de la frontera con Chile. Sería
lógico, si hubiera infraestructura suficiente, que salieran por el Pacífico a través de
Chile directamente a Japón.
Pero para eso hay que contar con corredores de
transporte eficientes y rápidos que lleguen a los puertos chilenos a través de los
Andes.»
Ocurre que para la expansión del comercio bilateral entre países que son
mutuamente antípodas, como es el caso de Argentina y Japón, el transporte es un
factor esencial.
En general, los productos argentinos viajan al país asiático a
través del Canal de Panamá, lo que constituye una seria limitación para la capacidad de
los buques de carga, además de extender innecesariamente la travesía.
El atraso de las infraestructuras de transporte es uno de los aspectos que
desalientan las eventuales inversiones japonesas en la Argentina. Rubros como el
minero, el aceite de oliva, la pesca, la forestación y los vinos interesan sobremanera a
las empresas niponas, pero desisten de realizar proyectos por la carencia de vías
adecuadas de comunicación para las exportaciones.
- Los
aranceles no son todo
Lo lógico sería que esos productos argentinos
tuviesen salida al Océano Pacífico a través de puertos chilenos, que si bien
actualmente no tienen la profundidad adecuada para dar acceso a buques más grandes
que los que navegan por el Canal de Panamá, están afrontando importantes obras de
mejora.
El consejero de la Embajada japonesa en la Argentina subraya
que en este país todavía mucha gente tiene la idea errónea de que al bajar las tarifas
arancelarias se expande automáticamente la corriente exportadora, y desconoce una
serie de factores que son fundamentales para cumplir con ese objetivo: la reducción
del coste del transporte por medio de mejoras en la infraestructura, la confianza entre
negociadores, el marketing, etc.
El diplomático nipón compara
el acierto de la política exportadora de Chile, que equilibra sus ventas al exterior
destinando un cuarto de ellas a Asia, otro a Estados Unidos, otro a Europa y el 25 por
ciento restante a América Latina, con las deficiencias de la de Argentina, que sólo
dirige a Asia el 5 por ciento de sus exportaciones.
Y como ejemplo del
trabajo minucioso y paciente de los chilenos, señala que comenzaron hace 30 años a
realizar estudios del gusto del consumidor japonés para lograr colocar en Japón las
grandes cantidades de salmón que ahora exportan.
(Comunica)
Fuente: MercosurNet