Luego del paréntesis que implicó la crisis de 2002, los productores de huevo tienen en la mira crecer en forma sostenida en los próximos 10 años, a razón del tres por ciento anual. Esto iría acompañado por una suba en las exportaciones aún mayor, que calculan en el 20 por ciento por año. Para lograr este desafío, el sector desarrolló un plan estratégico, que involucra una fuerte participación de los productores junto a profesionales, proveedores y clientes, en vistas a una mejora en la producción, la calidad, la rentabilidad y una clara orientación hacia el mercado externo.
“El objetivo es pasar de una participación en el mercado mundial de 0,4 por ciento al 11 por ciento”, señaló Jorge Nazar, presidente de la Cámara Argentina de Productores Avícolas (Capia). El directivo participó el miércoles en Córdoba de la Primer Reunión Regional del año de la entidad.
Deberes pendientes
Para Nazar, este crecimiento del sector implicará una inversión anual cercana a los 20 millones de dólares en equipamiento, plantas de roturas de huevo, de incubación, de alimento balanceado y transporte.
“Todo crecimiento debe hacerse en forma ordenada; para ello es necesaria una unidad en los actores de la actividad que, de por sí, está muy atomizada”, observó.
Además de los deberes hacia adentro de las plantas, el crecimiento esperado también se apuntala en una fuerte política sanitaria. El sector se mueve bajo el estatus de país libre de la Influenza Aviar y de Newcastle, en este caso, con vacunación; elemento clave para incursionar en los mercados externos como Europa y África, los principales destinos.
En 2004, las exportaciones de huevo (en polvo y en cáscara), rondaron los 9,6 millones de dólares en todo el país, lo que representó un crecimiento de casi 220 por ciento en relación con 2003.
Para ampliar el posicionamiento externo de la actividad, Nazar propone una línea de acción conjunta entre el sector y el Senasa.
En ese sentido, el programa incluye una mejora de las instalaciones de las granjas y aplicar reglas de bioseguridad, además de agresivos planes de monitoreo y vigilancia –en este punto, recomienda la participación de los gobiernos provinciales– y medidas para asegurar la trazabilidad, entre otras acciones.
“A su vez, es necesario que se eliminen las trabas administrativas a la exportación y que las reglas de juego se mantengan”, definió el directivo.
Por otra parte, el plan estratégico del sector requiere acciones de promoción del consumo interno que, en 2004 alcanzó los 170 huevos per cápita; 18 por ciento más que el año anterior.
Pese a esta suba, el consumo está muy lejos de los niveles de países como Europa (250 unidades per cápita) y Japón (300 unidades).
Números favorables
Por lo pronto, y más allá de los planes a futuro, la producción y las exportaciones muestran una tendencia positiva.
El año pasado, se produjeron en todo el país 6.610 millones de huevos (22,2 por ciento por encima del año anterior) y se exportaron 3.782 toneladas, lo que significó un crecimiento interanual de 276 por ciento.
Sin embargo, el precio pagado al productor no sigue la misma tónica. Según los registros de Capia, en 2004 se pagaron 1,02 peso por docena, frente al 1,41 peso que se pagó el año anterior.
También cayó el precio promedio por docena, que hoy se ubica en 2,20 pesos, mientras que en 2003 se mantuvo en 2,62 pesos.
En sintonía con los planes a nivel nacional, Córdoba también planea un fuerte crecimiento para los próximos años, que se asienta sobre los pilares de la producción, la calidad y la exportación.
Por lo pronto, los productores deberán realizar inversiones cercanas a los 20 millones de dólares para renovar instalaciones, aumentar la productividad y la eficiencia de las plantas.
Así lo estimó el presidente de la Cámara de Avicultores de Córdoba, Javier Izurieta, quien también participó de la primera reunión regional de Capia, que se realizó anteayer en esta ciudad. El empresario anticipó que para encarar el plan estratégico del sector cordobés, solicitarán al Gobierno provincial beneficios impositivos y asistencia crediticia a través del Banco de Córdoba.
La provincia ocupa el cuarto lugar en el ranking de producción de huevo en el país, después de Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe, con un nueve por ciento del total.
En la provincia hay 35 plantas productoras, con un plantel global de dos millones de gallinas y una dotación de 300 personas, en el caso del sector huevos, y de 800, para la producción de carne de pollo.
Cabe remarcar que las plantas de Córdoba no exportan directamente, sino que envían su producción –al igual que los colegas de otras provincias– a las dos principales plantas de procesamiento que existen en el país ubicadas en Crespo (Entre Ríos) y Pilar (Buenos Aires).
Pero, en el caso de Córdoba, la dinámica no se centra sólo en la producción de huevos, sino que la carne es una de las preocupaciones del sector. Producimos el tres por ciento del país y consumimos el 10 por ciento, con lo cual, debemos traer pollos de otras provincias para satisfacer la demanda”, dice Izurieta. En esa dirección, considera que existen dos cuellos de botella que es preciso atender. “Uno de ellos es en la etapa de incubación y otro es al final de la cadena, en la faena; allí es preciso realizar fuertes inversiones para incrementar la producción”, insistió.
Fuente Diario La Voz del Interior