El buen clima de los últimos días permitió que la campaña exportadora de limones avance a pasos firmes en nuestra provincia. En los campos, ya se pueden ver a los frutos con mejores calibres. Además, los fríos de la semana pasada ayudaron a que la fruta comience a romper el color verde y adquiera de a poco el color amarillo típico del limón de exportación. Los productores estiman que a partir de fines del corriente mes los frutos ya no necesiten la práctica del desverdizado para acelerar el cambio de color al amarillo típico exigido por los mercados del mundo. En general, puede observarse tanto a campo como en los packing fruta de buena calidad, lo que reafirma las elevadas cualidades del limón que se produce en Tucumán, que es el resultado del esmerado trabajo, a lo largo del año, de destacados profesionales de la citricultura tucumana.
Si se analizan los últimos registros de datos oficiales sobre las exportaciones de cítricos, suministrados por la Federación Argentina del Citrus (Federcitrus), se destaca a simple vista el crecimiento de las ventas de fruta fresca de la Argentina hacia los principales mercados del mundo. De aquellos números se desprende que, al 2 de mayo, en limones se habían exportado 40.300 pallets de fruta fresca frente a los 23.600 que se exportaron a igual fecha del año pasado.
En el caso del pomelo el crecimiento también fue importante. Se enviaron al exterior 9.300 pallets cuando, en la campaña 2004, se registraron 5.400.
Finalmente, en la mandarinas, la suma llega a los 21.057 pallets versus los 18.910 de igual fecha de 2004. No se exportó prácticamente nada de naranjas, ya que la variedad por excelencia de los embarques argentinos hacia el exterior, como lo es la Valencia late, comienza a ser exportada a mediados de junio.
Los principales destinos fueron los mercados de la Unión Europea y de Rusia, destacándose los puertos de Rotterdam, Gdynia, Gdansk, Amberes, Cartagena, Le Havre, Valencia, Livorno y San Petersburgo, entre otros.
Pero uno de los aspectos más destacados a resaltar es que a partir del domingo partirán con destino Japón, los primeros pallets de limón de la presente temporada, que fueron cuidadosamente seleccionados a campo y minuciosamente inspeccionados en los diferentes packing de las empresas exportadoras.
En esas tareas intervinieron no sólo los profesionales del Senasa sino también los técnicos del servicio oficial de sanidad vegetal del Japón. Estos últimos llegaron exclusivamente a Tucumán para certificar los envíos a su país.
Las exportaciones al exigente mercado nipón comenzaron hace dos año, siendo esta la tercera campaña consecutiva de envíos a ese mercado. Si bien es cierto que las campañas 2003 y 2004 fueron de prueba y de ajuste al tratamiento cuarentenario con frío que exige puntillosamente Japón para el ingreso de los frutos frescos argentinos, los resultados económicos no fueron satisfactorios.
En algunos casos se lograron precios más bajos que los pagados por Rusia y por los países de la Unión Europea. No obstante, los empresarios tucumanos decidieron seguir apostando fuerte por este mercado, ya que consideran que su conquista no se logra de una campaña para otra, sino con años de negociaciones y de desarrollo de una imagen, hasta que llega la aceptación definitiva. Como lo que ocurrió en su momento con los mercados de Rusia y Europa.
Empresas como SA San Miguel, Citromax, Argenti Lemon SA, Citrusvil, y Sucesión Martínez Navarro forman parte de la “Operatoria Tango”, y aceptaron unirse para salir a conquistar el mercado nipón con una sola marca, unificando los estándares de calidad y bajo una sola modalidad de comercialización.
El fuerte compromiso asumido por estos exportadores es sumamente valioso y hay que destacarlo. Deben enfrentar una serie de barreras tanto fitosanitarias como burocráticas que ponen otra vez a prueba la valentía de los empresarios tucumanos, que tienen como objetivo primordial conquistar, cueste lo que cueste, al difícil mercado japonés.
Dentro de 45 días serán los puertos de Kobe y de Yokohama en Tokio (Japón), los que comenzarán a recibir los contenedores con el valioso cargamento gestado en estas latitudes. Es un gran desafío digno de imitar, en tiempos donde el excepticismo suele dominar el escenario nacional y el desaliento apresura el abandono de las grandes empresas.
Por Ernesto José Caram
Fuente Diario La Gaceta de Tucumán