La estructura exportadora argentina siempre ha tenido un marcado sesgo hacia los productos primarios y un elevado grado de concentración en los mercados de destino. Dado que la incorporación de valor y la consolidación de la incipiente diversificación geográfica observada durante los últimos años constituyen elementos clave para potenciar las exportaciones argentinas, es preciso que las negociaciones comerciales internacionales se orienten hacia la concreción de estos objetivos.
En este sentido, resulta interesante desarrollar las negociaciones con mercados no tradicionales. En los acuerdos de tipo sur-sur las diferencias de intereses suelen estar más atenuadas que en las tratativas norte-sur, en tanto que la ganancias potenciales para las exportaciones industriales son mayores.
En diciembre pasado el Mercosur firmó un acuerdo de libre comercio con la Comunidad Andina de Naciones, comprador de 8% de las exportaciones argentinas totales de bienes de mayor valor agregado.
En sus negociaciones más recientes el Mercosur parece haber cambiado su estrategia de inserción externa: busca acuerdos más limitados y de rápida concreción con otros países en desarrollo, concebidos como base para compromisos de mayor alcance en el futuro.
Recientemente el Mercosur suscribió acuerdos de preferencias fijas para algunos productos con India y la Unión Aduanera del Sur de África y negocia tratados similares con Egipto, Marruecos, la Comunidad de Lenguas Portuguesas y algunos países de Medio Oriente. Los envíos argentinos a estos destinos se multiplicaron por diez durante los últimos doce años y su participación en el total exportado creció de 2% en 1993 a 8% en la actualidad.
Estos acuerdos permiten consolidar la diversificación de destinos pero no bastan, por sí solos, para incrementar el valor agregado de las ventas externas. Para ello es necesario ampliar y profundizar los programas de apoyo a las exportaciones.
En síntesis
Las negociaciones comerciales en curso parecen orientadas a consolidar la diversificación geográfica de los destinos, en particular en un momento en el que las tratativas multilaterales o bilaterales con los países desarrollados se encuentran estancadas. De todas formas, esto de ningún modo significa que las negociaciones en la OMC, el Alca o con la Unión Europea deban ser dejadas de lado sino todo lo contrario, dado que el objetivo primario es impulsar el desarrollo exportador.
Las negociaciones sur-sur son más simples y presentan importantes oportunidades para los productos más elaborados - dado que en los países en desarrollo los aranceles sobre estos bienes son mayores y la competencia es menor que en los países industrializados -. No obstante, estos acuerdos aún resultan insuficientes, por sí solos, para lograr un incremento significativo del valor agregado de los envíos al exterior.
Para alcanzar este objetivo se requieren medidas de apoyo que permitan impulsar el desarrollo exportador de distintas cadenas productivas a través de la incorporación de valor. En este sentido, resulta importante profundizar y/o ampliar algunos programas vigentes, tales como el de grupos consultivos orientado a fomentar el desarrollo y la inserción internacional de algunos sectores (madera y muebles, gas vehicular, software y servicios informáticos, biotecnología, maquinaria agrícola, cuero y sus manufacturas, textil e indumentaria, construcción civil e industrias de base cultural).
Desde el sector público, el Banco de Inversión y Comercio Exterior (Bice) cuenta con programas de financiación de exportaciones para bienes de capital, durables y de consumo, plantas industriales y servicios técnicos, así como ayuda económica para la prefinanciación de ventas al exterior.
Dado que las restricciones de financiamiento muchas veces constituyen un serio obstáculo para exportar, sería conveniente acentuar este tipo de asistencia, desarrollando programas de apoyo similares a los del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) brasileño, entidad que financia proyectos a largo plazo, en moneda local y a tasas reducidas.
Informe de la Consultora Ecolatina
Fuente Revista PuntobizOnline