A pesar de los buenos números registrados en enero y febrero (las ventas crecieron más por volumen que por precio), la demora en el "salto exportador" sigue siendo la principal preocupación de los economistas después del riesgo inflacionario. "Si la Argentina no va a tener en el futuro un acceso fluído al ahorro externo, el crecimiento rápido de las exportaciones es un requisito indispensable para mantener un sendero de expansión", dice Roberto Bouzas, profesor de la Universidad de San Andrés.
Para la economista Beatriz Nofal, la Argentina debería duplicar sus exportaciones en un lapso de cinco años y triplicarlas en uno de diez. Fernando Navajas, de FIEL, remarca que "la relación deuda/"expo" hoy es de más del 300%, cuando en México no llega al 100%".
El año pasado las ventas al exterior totalizaron U$S 34.453 millones, un 17% más que en el 2003, aunque el aumento en los volúmenes exportados fue sólo del 5% (el resto lo explica el efecto precio). Se trató de un récord histórico, pero la suba estuvo por debajo del promedio del 22% experimentado por América latina.
El incremento tampoco alcanzó lo que se esperaba tras la devaluación. Los economistas hablan de una "curva J" para describir el fenómeno que se da con las exportaciones después de una caída del tipo de cambio: mientras que las importaciones ajustan en forma inmediata, las "expo" tardan unos meses (hasta que se ordene la economía) en empezar a subir fuerte. Pero en la Argentina la parte horizontal de la curva se hizo demasiado larga.
En los "Lineamientos para fortalecer las bases del crecimiento económico" (publicado en 2002), que se puede bajar de la página web del Ministerio de Economía, se habla de un escenario base con un superavit comercial de U$S 18.000 millones para este año, y de U$S 17.500 millones para el 2006. Hoy las consultoras privadas están estimando un excedente de 8.200 millones para este año, que probablemente se reduzca a la mitad en el 2006.
Hay quienes aseguran que los buenos datos de enero y febrero podrían marcar el inicio de una senda de aumento más vigoroso de las exportaciones. Jorge Carrera, profesor de la UNLP, ve dos elementos positivos: que las ventas al exterior crezcan con el ciclo a favor (históricamente las "expo" locales fueron contracíclicas: subían cuando el mercado interno se pinchaba) y lo que denomina "factores acumulativos": "los empresarios están aprendiendo a exportar, y esto después queda como un activo, más allá de que baje el tipo de cambio". El miércoles, en su Informe de Inflación ante el Congreso, Martín Redrado remarcó que "la diversificación de mercado que hoy tiene la Argentina es la mayor en 20 años".
Las claves del salto
Lo que sigue son las claves que determinarán el escenario comercial para la Argentina en el 2005 y el 2006.
- Demanda mundial y precios
Hace exactamente un año, en abril del 2004, los precios de las commodities que exporta la Argentina tocaron su techo. Desde entonces vienen mostrando una tendencia de serrucho, con una caída importante en el segundo semestre del 2004 y una recuperación en lo que va del 2005 (con alguna excepción, como el trigo).
¿Qué puede ocurrir de aquí en más? Las opiniones están divididas. Bouzas sostiene que "la evolución de los precios externos prevista para 2005 y 2006 no será tan favorable como en el año 2004, y probablemente perjudique a la mayoría de las exportaciones de la Argentina".
Se estima que este año la economía global crecerá un 4%, algo menos que el 4,8% del excepcional 2004. "La continuidad del escenario favorable vislumbra un pronóstico alentador para la Argentina, dado que los principales mercados destino de sus exportaciones seguirán expandiéndose", explican en Ecolatina. Según los analistas de la consultora fundada por Roberto Lavagna, "la tendencia positiva en el precio de las commodities se mantendrá en los próximos meses; a fin de años las materias primas agrícolas cotizarán, en promedio, un 21% por encima del valor registrado en el último trimestre del 2004". Sólo se espera una baja interanual del 12% para el aluminio.
- Las dudas con Brasil
La buena noticia es que Brasil continúa creciendo y este año pasará la barrera de los US$ 100.000 millones de exportaciones. En teoría, esto debería favorecer a la economía argentina. El contexto macroeconómico fue históricamente la principal variable explicativa del intercambio comercial, mucho más que la variación del tipo de cambio. Para Navajas, hay dos riesgos importantes a futuro. Uno es que la Argentina estaría perdiendo market share en el mercado brasilero. La participación de las exportaciones argentinas está un 30% por debajo de los niveles de 1997. En el mes de marzo las ventas a Brasil cayeron en términos interanuales por primera vez en 12 meses, mientras que las importaciones refuerzan la trayectoria ascendente de los últimos años. Esto reafirma el saldo negativo con el país vecino. El segundo riesgo que señala Navajas es el de una virtual desaceleración del país vecino: el PBI de Brasil creció 0,4% en el primer trimestre de 2005, mientras que en el mismo período del año pasado lo había hecho al 1,8%. Lo mismo sucedió con la producción industrial en los primeros meses del año.
- La aspiradora china
Después de muchas especulaciones acerca del alcance verdadero de los acuerdos firmados entre los gobiernos argentino y chino, finalmente días atrás se supo que el gigante asiático abrirá su mercado a varios productos agroalimentarios locales, tales como carnes termoprocesadas, cítricos y peras, antes de fin de año. La novedad, que fue comunicada por el ministro de Comercio chino Bo Xilai al canciller argentino Rafael Bielsa, le permitirá a la Argentina aumentar sus envíos hacia China por un valor de U$S 4.000 millones, en un lapso de cinco años. Esto implicará más que duplicar las actuales ventas.
De los 1.300 millones de habitantes que posee China, se calcula que hay un mercado potencial de consumo de productos importados de unos 240 millones de ciudadanos de clase media. En el 2005, "China, que adquiere el 8% de las exportaciones argentinas, mostrará el mayor dinamismo entre los socios comerciales", pronostican en Ecolatina.
- Sectores estrella
En la literatura sobre comercio internacional hay casos de éxito de países en los que aparece un sector o producto que crece de golpe y agrega, en un salto abrupto, miles de millones de dólares a las ventas externas de un saque. Un ejemplo muy citado es el del salmón en Chile. ¿Hay alguna posibilidad de que la Argentina replique el fenómeno el algún sector hoy "tapado"?
"Es difícil adivinarlo, estos casos son impredecibles por definición", dice Carrera, quien ve muy buenas perspectivas por el lado de "la carne, el maíz, las maderas y la industria metalúrgica".
Para Bouzas, "sería un error esperar un salto significativo en algún sector particular; a donde se debe apuntar es al mantenimiento de políticas consistentes que estimulen una expansión de las exportaciones en el largo plazo".
- Mercosur desigual
Días atrás, Beatriz Nofal comentó que en la actualidad "la Argentina y Brasil están en mejores condiciones económicas que antes para hacer un buen Mercosur; las dudas vienen por el lado político". Apuntaba a que si bien existen más coincidencias en la macro (tipo de cambio, ciclo favorable, relación deuda/PIB que tiende a la baja), no queda claro qué está pasando en el terreno político.
Si hoy se toma una foto del Mercosur, se verá que el comercio intrazona es menor al de años anteriores. En 1998 se movían alrededor de U$S 20.000 millones, con la crisis se bajó a U$S 10.000 millones y ahora es de U$S 17.000 millones. ¿Por qué aún no se recuperaron los niveles previos? Porque Brasil compra menos bienes dentro del Mercosur. Para colmo, el Gobierno admitió días atrás que el pacto Mercosur-Unión Europea está paralizado. Para el director del Centro de Estudios Bonaerense, Dante Sica, la agenda del Mercosur en materia de política exterior no es otra que la agenda de Brasil. La Argentina solamente se limita a acompañar. "Y no queda muy claro cuáles son los beneficios de seguir esta estrategia".
- La Ronda de Doha
Este año la Argentina enfrenta un gran desafío en la reunión ministerial de Hong Kong de diciembre, en el marco de la Ronda Doha. Allí tratará de llegar a un acuerdo con los países más ricos sobre la cuestión agrícola, un histórico reclamo. En el Centro de Estudios Internacionales, que depende de Cancillería, piensan que acá está la verdadera clave para que la Argentina pueda hacer pie en el tablero del comercio mundial.
La semana pasada, en Washington, Roberto Lavagna se reunió con el número dos del Departamento de Estado de los EE.UU, Robert Zoellick, representante comercial durante el primer mandato de George W. Bush. Según Lavagna, hablaron de los problemas que deben superarse antes de fin de año.
En el escenario internacional hay elementos que juegan a favor y otros en contra de la Argentina. Entre los primeros aparece una agenda menos polémica para los países en desarrollo (fueron eliminados lo que se conoce como "temas de Singapur") y hay un horizonte político ya definido en los EE.UU. Entre los desfavorables, se destaca la renovación de la cúpula de autoridades en la OMC, un factor que arroja incertidumbre y que para algunos analistas, como Bouzas, hará que rueda de las negociaciones en este terreno se arrastre lentamente.
Por Ezequiel Burgo y Sebastián Campanario
Fuente Diario Clarín