Las retenciones a las exportaciones no sólo preocupan a los productores agropecuarios; ahora también los industriales están inquietos. Es que el aumento de los insumos metalúrgicos comienza a restar competitividad a los precios de los productos industriales que se envían al exterior, y con los impuestos a las exportaciones la ecuación deja de ser interesante, poniendo así en peligro la concreción de negocios con los mercados externos. “Dejando de lado los commodities, no sé si aumentarán las exportaciones a raíz de que los incrementos registrados en los insumos metalúrgicos provocan que se consuma la ventaja competitiva que trajo la devaluación del peso y la retención (del cinco por ciento) es restrictiva”, sostuvo Ricardo Orchansky, socio gerente de Córdoba Internacional.
Asimismo, explicó que en la mayoría de los países existen reembolsos a las exportaciones, no retenciones como sucede en la Argentina, lo cual pone un techo para los empresarios. “Los funcionarios nacionales a veces pierden la noción de que vivimos en un mundo sobreofertado, en el cual todos quieren vender y obviamente los propios países buscan cada vez mayor competitividad para sus empresas. En nuestro país, por el contrario, la presión impositiva juega en contra”, agregó.
Hay que tener presente que la firma de acuerdos comerciales demanda un tiempo extenso, que varía de acuerdo a los destinos; con lo cual, muchos de los envíos previstos para este año son continuidad de los de años anteriores. De todas formas, las expectativas pasan por incrementar las ventas de partes y piezas de vehículos con destino a Centroamérica, América del Sur, Estados Unidos, Sudáfrica y México. “Las empresas mexicanas abastecen al gran mercado norteamericano, razón por la cual están buscando partners afuera del país azteca y la provincia tiene una buena oportunidad en este sector”, agregó Orchansky.
Asimismo, los productos alimenticios van ganando su participación en los mercados de América Central y Latinoamérica en general, como así también en algunos países europeos.
Hay que tener presente que si bien en 2004 la balanza comercial fue positiva, las exportaciones crecieron en ingresos, pero no en volumen; lo cual es un signo negativo porque la Argentina afronta una buena etapa para incrementar los envíos y hasta el momento no fue aprovechada.
No obstante, la participación en ferias y misiones comerciales aumentó en los últimos años. En ese sentido, tanto Orchansky como empresarios consultados coincidieron en afirmar que los asistentes a las ferias van con la finalidad de vender, lo que lleva a que generalmente sean más los oferentes que los demandantes.
China, sí o no
La posibilidad de concretar negocios con China entusiasma a más de un empresario, pero lo real es que es uno de los mercados más difíciles de llegar por diversos factores. Uno, el principal, es el tiempo que se necesita para concretar operaciones con los hombres asiáticos y si logra sortearse ese obstáculo, el segundo inconveniente es el volumen requerido, el cual pocas compañías pueden satisfacer; con lo cual las pequeñas y medianas empresas (Pymes) quedan prácticamente excluidas de este gran mercado, salvo que logren firmar joint venture o exporten en forma conjunta con otras firmas del sector.
“Son pocos los que pueden exportar a China. Se requiere de paciencia y de gran capacidad instalada para abastecer al mercado. Es más fácil comprarle, que venderle”, afirmó el titular de Córdoba Internacional.
Por estos días concluyó la gira por el país asiático para afianzar las relaciones comerciales. Habrá que esperar los resultados para seguir escribiendo la historia de las operaciones Córdoba-China.
Fuente Diario La Mañana de Córdoba