El año pasado la industria del videojuego facturó en EE.UU. u$s 7.300 millones, con 248 millones de juegos vendidos. Una industria en pleno crecimiento que también llegó a Argentina para quedarse. Diversas políticas gubernamentales, tanto del orden local como internacional, impulsaron a la industria del software a distinguirse con dos características muy particulares: la innovación y la adaptabilidad, condiciones más que esenciales a la hora de exportar un proyecto. La industria argentina del videojuego cumple esa condición junto con el aditamento especial de la garantía de un excelente diseño, cada vez más reconocido en el exterior.
En el sector laboral, por su parte, la autogestión que ofrece el área del diseño y la programación les han otorgado el mote de antídoto contra el desempleo.
El impacto de esta industria, una de las más fuertes y equilibradas a nivel mundial, ha dado lugar a la formación académica de profesionales especializados en el área.
Por lo tanto, a la hora la de buscar una propuesta educativa adecuada, la misma debe contar con:
* Una base teórico práctico para el desarrollo de un guión fundado en táctica y estrategia.
* Un exigente nivel de programación orientada al dominio de la inteligencia artificial y al desarrollo de motores originales.
* Conocimientos de probabilídades.
*Aplicación de estructuras físico
matemáticas y geometría espacial.
* Manejo de herramientas informáticas y orientación al diseño estético.
Por Mónica Pombo
Rectora de Escuela Da Vinci
Fuente Revista Fortuna