De a poco, con esfuerzo y en dosis pequeñas, se están comenzando a crear
nuevos circuitos para apoyar crediticiamente a las pymes. Salvo raras excepciones, los
bancos siempre prefirieron prestarle al Estado y a las corporaciones, antes que a las
pymes. Y en lo que va de este año se sabe que hasta setiembre no hubo
financiamiento para nadie. Pero curiosamente son pymes las primeras
empresas que empiezan a financiarse después de la debacle bancaria y en algunos
casos a través del mercado de capitales, un territorio al que nunca tuvieron acceso.
Primero fueron transacciones de venta de valores, básicamente cheques de pago
diferido, a plazos no mayores de 45 días en pesos y a tasas que actualmente se ubican
entre el 5 % al 7% mensual. Y desde las ultimas semanas a través de la
implementacion de instrumentos financieros más sofisticados.
Un
reciente trabajo de la Fundación Potenciar de Rafaela (Santa Fe) y Fundes Argentina
afirma que "el colapso del sistema financiero a corto plazo ha impactado negativamente
en el desenvolvimiento de las pyme''s argentinas, pero a la vez está generando una
importante oportunidad de desarrollo de herramientas financieras no tradicionales, que
permitan canalizar el ahorro hacia la inversión productiva".
En sus
diversas modalidades, el fideicomiso siempre tuvo un aire selectivo y destinado
exclusivamente a las grandes compañías, básicamente por el costo de su
estructuración. Pero con la desaparición del crédito tradicional el instrumento se está
convirtiendo en imán de las pequeñas y medianas empresas. "Están adelantadas las
gestiones para armar distintos fideicomisos tanto con cadenas productivas que
apuntan al mercado interno como otros destinados a financiar exportaciones", dice Julio
Massara, secretario de la Pequeña y Mediana Empresa. (Sepyme)
En el
Banco Credicoop están ultimando algunos puntos del contrato de una serie de
fideicomisos con varias cámaras empresarias como CIMBRA (Cámara de Industriales de
Motocicletas, Bicicletas, Rodados y Afines), FAIMA ( Fed. Arg. de Industriales de la
Madera y Afines )y ADIMRA (Asociación de Industriales Metalúrgicos de la Rca.
Argentina)
La modalidad en este caso consiste en conformar un fondo
que le permitirá al banco descontar los cupones de cuotas de las tarjetas de crédito y
distribuir el dinero resultante entre los eslabones de la cadena de cada sector. De esa
forma el comercio minorista podrá acelerar su pago al fabricante y éste a su vez al
proveedor. "Si no llegara haber consumo en cuotas, el fideicomiso cobra el cupón de la
tarjeta por el total de la venta y lo distribuye entre los participantes de la cadena",
dice Angel Saud, gerente de Créditos de Banco Credicoop
Pedro
Waisman, director ejecutivo de CIMBRA, explica cómo funcionará el mecanismo en su
sector: "Habrá un contrato a cinco años que permitirá vender nuestros productos en 8
cuotas, con la ventaja para los participantes de contar con la plata antes de ese
tiempo. La idea es que los grandes proveedores aporten un millón de pesos cada uno y
1000 pesos cada uno de los 300 fabricantes y de los 3500 dueños de bicicleterías". Al
analizar la situación del sector Waisman dice: "En nuestro país se vendían 1,5 millón de
bicicletas y todas se fabricaban aquí y ahora nos cuesta vender 150.000 por año. El
sector acusa una caída en la producción del 80% respecto a la década del 90. Por eso
es que nos unimos y apostamos a implementar un instrumento de financiación donde
participen todos los integrantes de la cadena de producción y comercio".
Pero la instrumentación de la figura plantea interrogantes fundamentales, como
el costo y las tasas de interés que regirán sobre las ventas en momentos de
incertidumbre inflacionaria.
- Objetivo, la exportación
"El sector pyme exportador es el único segmento que tiene hoy
posibilidades de obtener financiamiento para su operación. Esto es así porque se están
presentando oportunidades en el mercado externo que llevan a analizar la venta más
que la performance histórica de la empresa exportadora y se toma en cuenta el riesgo
del cliente externo más que el riesgo inherente al exportador", afirma Ruben Ascúa,
investigador principal de Fundación Potenciar. Según el trabajo realizado por esa
institución y Fundes Argentina, "el 78% del panel general de Pymes exportadoras
requiere financiamiento para realizar sus ventas al exterior durante este año y el 80%
de ese porcentaje esta interesado en una línea de crédito para exportaciones".
Saliendo al cruce de esta importante demanda en los últimos tiempos
apareció una no menos interesante oferta de fideicomisos destinados a financiar
operaciones de ventas al exterior. Hace poco mas de un mes, la Sepyme, el Ministerio
de Economía y el BID acordaron reformular un crédito por 100 millones de dólares que
posibilitará armar dos fideicomisos de 50 millones cada uno, orientados a la
prefinanciacion de exportaciones. "Uno será administrado por el Banco Nación y el otro
saldrá de una compulsa entre los bancos Credicoop y Macro.
Se busca financiar
exportaciones de Pymes que no superen los 3,5 millones de dólares de facturación
anual, las que contarán con un año para hacer el repago y siete años en caso de las
que tengan que incorporar bienes de capital", cuenta Julio Canusso, coordinador del
Area de Asistencia Financiera de la Sepyme. El funcionario espera que ambos
instrumentos estén operativos en el curso de este mes.
Por su
parte Guillermo Rothlisberger, director de Inverpymes , un fondo de capital de riesgo,
asegura que ya está en marcha una serie de fideicomisos financieros para financiar
exportaciones de las cadenas productivas del arroz, el aceite de soja, la harina de
trigo, las peras y las manzanas, a razón de US$ 5.000.000 cada una.
La serie fue presentada ante la CNV y la Bolsa de Comercio el 4 de octubre
pasado y proximamente estará a disposición de los inversores institucionales. La
particularidad en este modelo radica en la existencia de un convenio de venta entre la
Pyme, la industria y el exportador en el que se fijará el precio y volumen de la
operación.
Por otra parte la pyme, que recibirá los fondos antes de la
cosecha, emitirá una Letra de Cambio que estará garantizada por Garantizar SGR. "El
crédito le llegará a las Pymes a bajo costo y en tiempo y forma. Así estas empresas
podrán proyectar su negocio hacia el futuro, optimizando su funcionamiento y
olvidándose de buscar capital de trabajo", sostiene Rothlisberger. El Banco de Valores
será el agente fiduciario de estos fideicomisos que podrían tener una tasa financiera de
entre el 9 y el 12% y un costo de estructuración de 1%, más las
garantías.
Fuente: Fundación Potenciar- Rafaela