El euro está tocando los 1,34 dólares en el mercado internacional, valor récord para la joven historia que registra esta paridad cambiaria. Con este escenario, durante la temporada que se avecina la fruta del Hemisferio Sur tendrá un destino cantado: los mercados de la Unión Europea.
La oferta exportable del Valle de Río Negro y Neuquén no quedará afuera de ese esquema, ya que difícilmente los empresarios regionales puedan (o quieran) resistir la tentación de lo que significa comercialmente un euro en los actuales niveles.
Estadísticas oficiales muestran que cerca del 80% de la oferta exportable de manzanas que salen de la región del Valle tiene como destino final el continente europeo y, de ese porcentaje, cerca del 60% de estos destinos tiene su economía dominada por el patrón euro.
En peras estas relaciones muestran algunas diferencias. Por lo pronto, las estadísticas muestran que hacia los puertos del Viejo Continente se orienta alrededor del 68% del total de la oferta exportable de la región, absorbiendo cerca del 60% de este volumen los mercados cuya economía está dominada por la moneda comunitaria.
Asimismo, datos suministrados por la Administración Nacional de Aduanas (ANA) en función de la declaración jurada que realizan los exportadores, detallan que la región cierra ventas anuales de frutas con los mercados de la Unión Europea por valores cercanos a los 200 millones de dólares.
Todos estos índices demuestran la importancia de la Unión Europea para la fruta del Valle y las posibilidades que ésta puede tener la próxima temporada
en mencionado el mercado.
A tener en cuenta
Si bien las posibilidades comerciales para colocar la fruta de la cosecha que se avecina en los mercados comunitarios generan altas expectativas entre algunos empresarios regionales, hay que tener en cuenta que un euro en torno de los 1,35 dólares, como se proyecta para el año entrante, puede generar ciertos problemas que hay que considerar a la hora de orientar un embarque con destino a ultramar.
* El hecho de tener un euro en los actuales niveles determina que las exportaciones del Viejo Continente se vuelvan poco competitivas, por lo que habría que esperar menos ventas de frutas europeas al exterior y un mayor volumen destinado al mercado local. Siguiendo la misma línea de razonamiento, habría que inferir mayores niveles de stock, en forma proporcional a lo cosechado, respecto de otras temporadas.
* No sólo los exportadores del Valle mirarán al Viejo Continente, dado un euro en los actuales niveles. Habrá que esperar que todos los países proveedores ubicados en el Hemisferio Sur aumenten su oferta exportable hacia aquel destino. De darse esta consigna, son altas las posibilidades de que un mayor volumen de fruta ingrese en el mercado, afectando esta sobreoferta teórica los precios finales del producto.
* Los importadores europeos presionarán sobre los exportadores del Hemisferio Sur para cerrar los valores de compra de frutas en dólares. Si el año pasado pagaban una caja con manzanas o peras a una determinada cantidad en dólares, hoy pocos serán los que paguen más dólares por esa misma caja.
* Hay que esperar la reacción de la demanda de frutas en el mercado. En este sentido, es importante señalar que una moneda dura tiende, en algunos casos, a retraer la demanda en el consumo de alimentos. Hay que ver si esto sucede en el mercado europeo.
Todos estos conceptos no quieren decir que un euro a 1,35 dólares sea el fin para la fruticultura regional. Todo lo contrario: la industria del Valle se verá beneficiada con el nivel actual de esta paridad, pero hay que tener en claro que el crecimiento que ha presentado la moneda europea en los últimos meses no se trasladará en forma lineal a las utilidades esperadas de la próxima temporada.
Optimización de ingresos
¿Como la región puede sacar un mayor provecho del mercado europeo? Ordenando su oferta exportable.
Para ello se necesita trabajar sobre tres ejes, especialmente.
* Programar los embarques de fruta de tal manera que la misma llegue en forma ordenada al mercado y no se produzcan sobreofertas puntuales que marquen los pisos de las cotizaciones del producto en destino. Tradicionalmente, la fruta valletana se carga en el puerto de San Antonio y se envía a destino sin tener en cuenta las reales necesidades de la demanda. Programar los embarques permitirá llegar con una mayor aproximación, con la oferta que la demanda requiere. Nueva Zelanda se maneja de esta manera en los mercados del Viejo Continente y obtiene precios muy superiores a los conseguidos por los exportadores argentinos de peras y manzanas. En este sentido, hay que destacar que cualquier sobreoferta puntual de fruta que exista en el mercado debilitará la posición de los exportadores del Hemisferio Sur frente a los importadores europeos a la hora de definir las negociaciones sobre los precios a pactar. Existe un antecedente positivo en la región sobre este tema: la programación de los envíos de peras a Estados Unidos durante la pasada temporada.
* Disminuir el abanico de calidades de fruta que llega a destino. Durante la temporada pasada estuvieron presentes en el mercado europeo cerca de 50 marcas con diferentes calidades de manzanas originarias del Valle de Río Negro y Neuquén. Una cifra similar se observó en las exportaciones de peras. Obviamente, todas estas cajas con el logo de “Patagonia Argentina” intentando buscar un valor agregado que, sin una básica comunicación, difícilmente llegue al consumidor como un producto diferencial. Este escenario determina que el importador en destino no sabe qué es lo que está adquiriendo cuando se habla de peras o manzanas argentinas y, previendo sorpresas, nivela hacia abajo los precios que ofrece por la mercadería.
En vistas de la próxima temporada, y teniendo en cuenta que va a existir una mayor presión de fruta importada en el mercado europeo, sería importante que el sector privado comenzara a trabajar para generar un sistema que permita disminuir y ordenar en el tiempo la oferta de calidades/marcas/tamaños que hoy están presentes en las góndolas del Viejo Continente.
Sistematizando la oferta de esta manera, mayores serán las utilidades obtenidas y el aprovechamiento de la coyuntura, como es el caso de tener un euro en 1,34 dólares.
Fuente Diario Rio Negro