Los productores ven al comercio exterior como una alternativa para obtener mayor rentabilidad. El 15% de la producción de Coronda se exportó en 2003. Prevén un aumento para la campaña de 2004. Crece la superficie sembrada en Santa Fe. Desde la salida de la convertibilidad, la producción de frutilla se convirtió otra vez en la niña mimada de varios productores de esta región.
La exportación de estas frutas, en especial, la de frutilla congelada, significó "un canal de comercialización más que tentador. El productor comenzó a verla como una alternativa válida para el crecimiento de la zona y la generación de una mejor rentabilidad en las empresas", remarcó el Ing. agrónomo Cristian Pernuzzi, Asesor Técnico Frutihortícola.
Durante los últimos tres años, varios trabajadores de este sector se inclinaron hacia esta actividad, con lo cual, la exportación de frutillas -en especial, la congelada- fue aumentando en forma paulatina. "Sólo de la zona de Coronda, el año pasado se vendió al exterior el 15% de la producción local; y para la campaña 2004, se prevé que se exportará un 20%", señaló Pernuzzi.
Al respecto, el Senasa informó que en el primer semestre de este año se observó un incremento del 76% en las exportaciones de frutillas, arándanos y frambuesas.
No obstante, el Ing. agrónomo advirtió que no se puede acceder a esta actividad de un momento para el otro. "Se necesita esfuerzo e inversión de capitales", recalcó el profesional.
Diagnóstico alentador
Coronda es la localidad por excelencia y de mayor trayectoria como productora de frutillas en nuestra provincia. Sin embargo, "no es la única, ya que hoy, en las zonas de Desvío Arijón, Arocena, Sauce Viejo, Rincón, Santa Rosa de Calchines y Arroyo Aguiar también hay un desarrollo interesante de esta producción. En total, Santa Fe produce aproximadamente 15 millones de kilos", agregó el profesional.
En la actualidad, hay 115 productores en la provincia (Coronda y zona, y Santa Rosa de Calchines), con 440 hectáreas plantadas, según informó la Subsecretaría de la Producción y Medio Ambiente de Coronda.
Estos trabajadores "obtienen rendimientos entre 40.000 y 50.000 kg/ha, con lo cual la región se ubica en un nivel similar a los de los EE.UU. y España, primero y segundo productor mundial de frutillas, respectivamente", señaló el ingeniero agrónomo.
Para Pernuzzi, el canal de comercialización más importante continúa siendo "la venta de fruta en mercados concentradores (Mercado Central de Buenos Aires, Mercado de Avellaneda, Mercado de Becar, mercados concentradores de Rosario, Córdoba, Santa Fe, entre otros). En segundo lugar, la producción se ofrece a la industria local (para la producción de dulces, mermeladas, frutillas en almíbar, helados, etcétera) y, por último, al mercado de exportación, el cual, en los últimos años, obtuvo un crecimiento muy significativo".
Estos datos son más que reveladores e indican que, si se quiere crecer en el corto y mediano plazo como país productor de frutillas, "hay que hacerlo desarrollando el mercado externo". Para esto, "se debe adaptar el sistema de producción (sistemas de aseguramiento de calidad e inocuidad), realizar inversiones en infraestructura de congelado y desarrollar una logística adecuada".
El posicionamiento de nuestra provincia como productora de frutillas "depende tanto de los productores como de la intervención del Estado provincial". De forma inmediata, "se necesitan créditos, flexibilidad laboral, búsqueda de nuevos mercados externos, logísticas adecuadas, puertos, controles sanitarios, programas de implementación de buenas prácticas agrícolas, etcétera", agregó Pernuzzi.
Prepararse ante las exigencias
Más allá de que Pernuzzi reconoció que "no son muchas las empresas y productores que están trabajando para acceder a la exportación de frutillas en la zona de Coronda, en el último tiempo se realizaron inversiones con este fin".
De esta forma, "lograron mejorar la infraestructura; diseñar, implementar y certificar sistemas de control de calidad e inocuidad del producto final (por ejemplo, HACCP, Normas Eurepgap, buenas prácticas agrícolas, buenas prácticas de manufactura, trazabilidad, etcétera).
Los esfuerzos realizados por las empresas de Coronda en torno de la calidad física y físico-química de la frutilla (color, firmeza, sabor, tamaño, grados brix, pH, etcétera) son muy reconocidos en el exterior. Aunque "estos mercados también nos exigen que les demostremos que nuestra frutilla es un producto inocuo para la salud humana. Todos los sistemas de control de calidad demandan mucho dinero, esfuerzo y compromiso de los actores intervinientes", acotó el profesional.
Por estas razones, Pernuzzi recalcó que ingresar por sí solo al mercado de la exportación "es muy difícil. No sólo por la inversión que se necesita para la planta de empaque o de congelados, sino también por el volumen de producción que se requiere. Si se pretende acceder en el corto y mediano plazo al mercado externo, el productor debe realizar determinados convenios con empresas exportadoras y/o realizar asociaciones (cooperativas, SA, SRL, etcétera) para concretar sus ventas en el exterior".
Por Ivana Zilli
Fuente Diario El Litoral