La carne, los porotos, las frutas secas, el maíz para 'pop corn', el girasol confitero y las aceitunas argentinas fueron las vedettes en el Salón Mundial de la Alimentación, que se celebró en París durante toda una semana. Ciento veinte empresas argentinas, en una maratón de degustación, charme e inusual espíritu de equipo estuvieron presentes en el SIAL y pudieron iniciar negocios por centenares de toneladas de productos, que terminarán en las próximas semanas en mercados nuevos e inusuales. Los productores de carne argentinos se habían reunido en un stand bien diseñado, con el logo "Argentine Beef" y un simpático restaurante -"Poncho"- que hacía bifes a la plancha con ensaladas para los potenciales clientes.
Conseguir hablar con las empresas de aceitunas, dulce de leche, miel y granos era como esperar una audiencia presidencial: todos estaban negociando con chinos, rusos, angoleños, indios, egipcios o sauditas.
"He vendido 1.500 toneladas de carne en dos días, con entregas desde ahora a marzo. Los rusos y los británicos son los más interesados por nuestras carnes naturales", contó con entusiasmo el ex corredor de autos Pedro Roberto Doumic, del frigorífico Vivoratá y debutante en la feria.
En estas exhibiciones generalmente no se hacen negocios: son una inmensa vidriera para conseguirlos después. Pero los precios argentinos y la polarizada situación internacional atraen una nueva clientela con serio poder adquisitivo: los árabes, que ordenan su carne bajo el rito musulmán Halal y con supervisión de su culto en Argentina, y los países petroleros africanos, como Angola y Nigeria, que han salido por primera vez con mucha fuerza de compras, más los miembros del este de la Europa ampliada.
Argentina se está beneficiando además con la ola antinorteamericana que domina a los países árabes. Corderos, pollos, carne "halal", más frutas secas, miel y porotos son sus demandas.
Otro fenómeno de la feria es que llegaron los productores directos de carne argentina, como Federico Paris, de la Asociación Argentina de Braford, gracias a la redistribución de la cuota Hilton. "Les mostramos cómo se crían a campo nuestros animales, las pasturas naturales. Hacemos contactos, pero tenemos una cuota limitada", advierte Paris.
Vergara y Compañía, con su venta de frutas secas, maíz y girasol, ha hecho muy buenos operaciones con Europa del Este, Medio Oriente y los africanos, como gran novedad. En sólo tres días vendió 300 toneladas de girasol y 100 toneladas de ciruelas secas.
Con sus años bien puestos, don Manuel Nucete elogió su famoso producto mendocino y riojano. "Son la Coca Cola de las aceitunas", dice en tono marketinero. "Exporto a 27 países, en los buenos y los malos tiempos argentinos", explicó este inmigrante español, preparado para ir a promocionar su empresa de 57 año de vida a la próxima feria.
Andyson, una pyme láctea de Exaltación de la Cruz, es un modelo a imitar. Leslie Widderson, director, considera "la continuidad y la permanente degustación en ferias" como su único secreto. Venden 15 contenedores al año de dulce de leche La Paila a Gran Bretaña y otros mercados. Pero ruegan que las retenciones desaparezcan para las pymes.
Por María Laura Avignolo
Fuente Diario Clarín