La elaboración y exportación de miel argentina necesita de un proceso de reconversión para recuperar y ganar mercados tras las dificultades sanitarias que se plantearon el año pasado con la Unión Europea y que derribaron a la mitad el precio del producto, coincidieron apicultores y comercializadores que participaron del Salón Internacional de la Alimentacion.
"La idea es hacer miel sin antibióticos de manera de trabajar con una selección natural de las abejas más fuertes sin necesidad de medicamentos que pongan en riesgo la contaminación del producto", explicó Gonzalo Guevara de la Exportadora de Las Pampas, que vende alrededor de 2.000 toneladas anuales de miel a granel a distintos mercados.
El empresario se refirió de esta forma a la difícil coyuntura que se desató para el sector el año pasado, a partir de la detección por parte de la Unión Europea de partidas de miel argentina con nitrofurano, un antibiótico utilizado para inmunizar a las abejas.
La selección natural de las abejas implica la destrucción de las colmenas poco resistentes y, si bien ello significa pérdidas, Guevara consideró que "el apicultor está aprendiendo de la experiencia con lo que ocurrió con la Unión Europea y se está reconvirtiendo en ese sentido".
Por su parte, Peter Tuchel, de Tuchel and Sons GMBH, una importadora con base en Alemania que realiza el 40% de sus operaciones con Argentina, explicó que la calidad de la miel local "es la misma, pero lo que ocurre es que en la actualidad existen mejores controles sanitarios" en los mercados de destino.
No obstante, el episodio generó pérdidas para los apicultores nacionales, ya que de los 2,6 dólares por kilo que cotizaba la miel antes de la crisis, el valor cayó a 1,3 dólar.
Espacio ganado por China
Además, el país perdió espacio frente a China, el primer productor mundial, con 200 mil toneladas anuales, y que disputa constantemente con Argentina el primer lugar como exportador.
Al margen del perjucio sobre los precios, el episodio sanitario termina de cobrar dimensión si se considera que el sector apícola argentino se caracteriza por la exportación del 98% de una produccción anual de entre 70 y 90 mil toneladas.
Otra característica de la apicultura local "es su tendencia a la concentración del mercado", de acuerdo con la evaluación de Tuchel y de Ricardo Simón, uno de los socios de Exportadora de Las Pampas.
En tanto, una parte de los apicultoes intenta quebrar con la tradición, sobre todo de la Unión Europea, de comprar la miel argentina a granel, utilizada para ser mezclada con miles de otras procedencias, práctica que deriva no sólo en la disminución de la calidad final, sino, lo mas importante, en la falta de identificación de origen del producto.
"Es muy difícil entrar con miel fraccionada, sobre todo en Europa, donde existen fraccionadores que se quedan con el negocio del envasado y etiquetado", un valor agregado que quieren ganar los argentinos, señaló Rudi Bertero, vicepresidente de Cosar, que exporta cerca de 1.500 toneladas anuales a Alemania, Gran Bretaña, Italia, Canadá y Costa Rica.
La apícola, que se lanzó por primera vez este año en SIAL a la venta fraccionada, apunta a la exportación directa a distribuidores, que "al no ser los fraccionadores pueden hacer mejores negocios ya que 'puentean' esa parte de la cadena de comercialización", agregó.
En este contexto, el objetivo de Cosar es abrir mercados fuera de Europa central y otros no tradicionales, que la empresa busca en Estados Unidos, Emiratos Arabes y Grecia.
Similar estrategia está siguiendo Bomare, una pyme de reciente creación y, según reconoció Víctor Aso, uno de sus directivos, "siempre es difícil agregar valor a los productos".
Buscar nuevos mercados
Por ello, "buscamos mercados no tradicionales de alto poder adquisitivo como Finlandia y Noruega", precisó el ejecutivo de Bomare, que desde el stand subsidiado en SIAL por la Fundación Exportar, está a punto de cerrar una operación con Canadá.
Pese a la baja del precio de la miel argentina, Simono de Exportadora de Las Pampas explicó que el producto "está en realidad volviendo a los valores históricos porque había tenido un salto hacia arriba antes de la caída".
El actual nivel de precios es, no obstante, una ventaja, tal como se evidenció entre los interesados que desfilaron por el pabellón de Exportar en busca de las ventajas de los valores de la miel nacional. Por ello, Guevara consideró que los apicultores tendrán de aquí en más que "competir con precio sin resignar calidad", al insistir en la necesidad de reducir los factores que arriesgan el cumplimiento de los estándares sanitarios.