El desarrollo del comercio exterior de bienes y servicios de nuestro país con el mundo, en la medida en que se base crecientemente en la incorporación de inteligencia y conocimiento a los procesos de producción y comercialización, significaría una contribución importante al objetivo social y político de eliminar la pobreza en nuestro país. En realidad, en un país podrían coexistir buenos resultados en las exportaciones con índices elevados de pobreza. Es el caso por ejemplo de algunos países petroleros. Pero no es el modelo ni viable ni deseable para la Argentina”.
Economía: “A fin de expandir sustancialmente y de diversificar las exportaciones dentro del período de los próximos cinco años, será necesario consolidar la estabilidad macroeconómica y sostener un ritmo de inversión que se traduzca en ganancias de productividad y de producción. Tiene que ser, en mi opinión, un objetivo prioritario de los argentinos”.
Fidelidad: “Al cliente externo se lo fideliza con un esfuerzo sostenido de calidad y con la continuidad en la presencia en los respectivos mercados. Es lo que genera la percepción por parte del cliente de que el producto o servicio que uno le ofrece vale lo que se paga. Un cliente satisfecho es un cliente fiel. Pero un cliente fiel es intolerante a las deficiencias, aunque ellas sean ocasionales. Si percibe infidelidad en lo que se le ofrece, inmediatamente se vuelve infiel”.
Presencia: “Entiendo que en los últimos años se ha efectuado un intenso esfuerzo gubernamental y empresario para ganar presencia estable en un número amplio de mercados. El caso del vino es un ejemplo. Quizás sea necesaria una mayor coordinación aún entre la Nación, las provincias y los municipios, y dentro del propio sector privado. La creación de la Federación de Cámaras de Comercio Exterior (Fecacera) es un paso en la buena dirección. Nuestro comercio exterior requiere superar una natural tendencia a la fragmentación y discontinuidad en los esfuerzos. El factor organización, la perseverancia y la motivación, son fundamentales”.
Multiculturalidad: “Saber navegar en un mundo pluricultural; entender las formas de ser, las costumbres, los gustos de los consumidores de muy distintos países; adaptar la oferta a lo que el respectivo consumidor aspira a tener, son requisitos esenciales del esfuerzo de competitividad global en el mundo actual. Quienes nos dedicamos a la enseñanza, tenemos una especial responsabilidad en la formación de especialistas en comercio internacional con mentalidad de cazadores de blancos móviles. Es lo que necesita cualquier empresa que quiera tener éxito en sostener su esfuerzo exportador en mercados altamente diferenciados desde el punto de vista cultural”.
Marca país: “La marca país es la resultante de muchos años de esfuerzos de toda una sociedad. No puede ser sólo consecuencia de una campaña publicitaria, por mejor diseñada que ella esté. Una marca país implica lograr una asociación en el imaginario de los consumidores externos, entre determinados productos y servicios, con un país determinado o -mejor aún- con una región o lugar determinado dentro de un país”.
Valor percibido: “El valor percibido es una resultante del valor agregado intelectual, pero en la perspectiva del consumidor. Se basa en lo que el cliente ve en el producto que uno le ofrece, es decir, aquello con lo que lo asocia”.
Por Félix Peña - Fundación BankBoston
Fuente: Germán Sala - Diario Los Andes