Destacan expertos que envía una clara señal para reformar el proteccionismo agrícola en el marco de la ronda de Doha, y por ende en las negociaciones hemisféricas. El histórico acuerdo logrado en Ginebra por los 147 países que integran la OMC representa un hilo de esperanza para las estancadas negociaciones del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), aunque no garantiza su éxito, estimaron el martes varios expertos. El acuerdo de Ginebra, que fija una fecha para la eliminación de los subsidios agrícolas a la exportación y relanza la ronda de desarrollo de Doha, "tiene consecuencias positivas para reactivar el ALCA por dos razones", dijo Jeffrey Schott, experto en agricultura del Instituto de Economía Internacional.
"Por un lado, envía una clara señal para reformar el proteccionismo agrícola en el marco de la ronda de Doha, y por ende en las negociaciones hemisféricas. Por otro, lograr este importante resultado en Ginebra requirió una cooperación mucho más cercana entre Brasil y Estados Unidos", los dos co-presidentes del ALCA, que "ha contribuido a un mejor entendimiento entre ambos", precisó.
"En principio, el acuerdo de Ginebra debería ayudar al ALCA, porque dejó pronto el escenario para una liberalización significativa del comercio agrícola", coincidió William Cline, de la ONG Centro para el Desarrollo Global.
Daniel Griswold, del liberal Instituto Cato, también se congratuló del acuerdo, pero advirtió que queda aún mucho trabajo por hacer antes de proclamar un regreso del ALCA.
"Si el acuerdo marco (en la OMC) eventualmente trae sanidad económica al comercio agrícola, allanará el camino a un ALCA. Pero necesitamos recordar que este no fue un acuerdo para liberalizar el comercio, sino más bien un acuerdo sobre un acuerdo, aunque marca un progreso real hacia el fin último de una economía mundial más próspera y abierta para todos", dijo Griswold al boletín de noticias del centro de análisis Diálogo Interamericano.
Supuestamente, las negociaciones del ALCA deben terminar el 1 de enero de 2005, pero su aplazamiento ya es un secreto a voces en Washington.
Las discusiones están trabadas por diferencias entre Brasil y Estados Unidos sobre a qué velocidad y en qué áreas se debe avanzar primero.
Argentina, que como Brasil es un competitivo productor agrícola, consideró asimismo positivo el acuerdo de Ginebra.
"Se logró que el texto tenga la suficiente flexibilidad para permitir a los países en desarrollo incorporar sus demandas sin sacrificar la competitividad de nuestras industrias," dijo el vicecanciller argentino, Martín Redrado.
Fuente: AFP