Cuando Roberto Fracchia comenzó a delinear su proyecto para criar y reproducir lagartos en cautiverio, ni siquiera se imaginó la posibilidad de venderlos como mascotas. Y mucho menos a Europa. Es que su emprendimiento tenía un destino lógico: la comercialización de cuero. En los próximos días enviará a Alemania 125 lagartos overos y 107 lagartos colorados. Pero hace un año y medio, uno de los cientos de correos electrónicos que había enviado al exterior volvió a su bandeja de entrada con acuse recibo y una insólita oportunidad de negocio. “Leyendo revistas de reptiles me enteré que mucha gente comercializa mascotas en Europa y Estados Unidos. Mandé muchos correos electrónicos y a principios de 2003 me contestaron unos alemanes que estaban dispuestos a comprarme toda la producción”, recordó Fracchia, quien aseguró que la clave del contacto fue dar a conocer que se trataba de lagartos de criadero; ya que en Europa la comercialización es aceptada, siempre y cuando no se trate de animales desarraigados de su hábitat natural.
Embarque vivo
En los próximos días, después de un proceso que implicó la mudanza de su criadero, la visita de los compradores y los trámites de rigor, Fracchia enviará a Alemania 125 lagartos overos (Tupinambis merianae) y 107 lagartos colorados (Tupinambis rufescens), de aproximadamente medio año de vida.
Le pagarán entre ocho y 10 euros por cada animal, que luego serán comercializados como mascotas en Europa por la firma germana M&S Reptilien (ubicada cerca de Francfort), a un precio base de 50 euros.
“Sinceramente, no sabía que podía existir un mercado de mascotas, y que en Alemania fuera tan importante”, reconoció Fracchia, un ingeniero agrónomo de 41 años que en 2002 decidió hacer realidad un proyecto que hacía 15 años rondaba en su mente, con una alta dosis de hobbie.
Bautizado como 3 Iguanas, el criadero arrancó en Santiago del Estero con 100 lagartos adultos reproductores, nacidos en cautiverio y provistos por la Universidad Nacional de Tucumán.
Funcionaba en la localidad de Villa La Punta, cerca de Frías, pero los costos comenzaron a incrementarse y la indefinición en la habilitación empujaron a Fracchia a reubicar su emprendimiento.
“En la Agencia Córdoba Ambiente me recomendaron instalarme en Quilino, por su clima y ambiente. Conté con todo el respaldo de intendente Víctor Maggi y en agosto del año pasado realicé la mudanza”, indicó.
Semanas antes, Fracchia recibió en Córdoba a Stefan Broghammer, de M&S Reptilien, un alemán que viaja por todo el mundo buscando reptiles de criadero. Visitó las, por entonces, eran las futuras instalaciones de Quilino y después conoció el criadero en Santiago del Estero.
“Sacó muchas fotos y quedó gratamente impactado. Le gustó mucho la geografía que recorrimos y continuamente preguntaba precios para comprar campos”, comentó Fracchia, quien terminó sellando un acuerdo comercial de exclusividad con su sorpresivo cliente.
El hogar
El criadero de 3 Iguanas ocupa un terreno de 800 metros cuadrados, donde cuenta con casi 20 familias reproductoras en corrales de cinco machos y una hembra. Además de otros refugios de postura, con nido o dormidero, donde las crías nacen después de 65 a 75 días de gestación.
“Llevo invertidos casi 20 mil pesos entre capital inicial, costos operativos y asesoramiento”, afirmó Fracchia, quien actualmente cuenta con 230 reproductores adultos y, este año, podría alcanzar a tener 100 hembras en producción.
El animal comienza la hibernación en abril y abandona el período de bruma estacional en setiembre. A 20 días de producirse la cópula comienza la postura de las hembras, que colocan entre 20 y 40 huevos cada una.
Los lagartos son alimentados cada dos o tres días con una fórmula a base de pollo triturado y picado, con suplemento de harina de soja, antioxidante y vitaminas. Las crías, en cambio, comen todos los días. Ya adultos, llegan a medir 1,50 metro y los machos pueden pesar entre cinco y seis kilos, mientras que las hembras no superan los tres kilos.
Fracchia ponderó el know how de los dos biólogos y el ingeniero zootecnista que lo orientan desde sus inicios. El equipo aportó trazabilidad, sanidad, alimentación y buenas prácticas en el manejo del emprendimiento. “Fue por un artículo de La Voz del Interior que me enteré del trabajo de la cátedra de Histología de la Facultad de Agronomía y Zootécnia de la Universidad Nacional de Tucumán, con la que suscribí un convenio de asesoramiento por tres años”, afirmó.
Para poder exportar, Fracchia recibió el respaldo de la Fundación Fortalecer, que además de diversas gestiones, cubrió el 50 por ciento de los costos de exportación (sin contar el flete).
Además, tramitó el certificado de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre y contrató en Buenos Aires a un despachante especializado en animales silvestres y exóticos, ya que una vieja resolución le impide exportar los lagartos desde Córdoba, lo que encarece los costos de la operación un 30 por ciento.
Por Daniel Alonso
Fuente Diario La Voz del Interior