“Hubo un aumento en las exportaciones de alrededor de 15%, motivado por la devaluación y por el encarecimiento del euro con respecto del dólar. Estamos ante una oportunidad histórica para el desarrollo del libro en la Argentina”, dijo en diálogo con Infobae José Pérez, presidente de la Comisión de Exportaciones de la Cámara Argentina del Libro.
La incipiente reactivación que mostró el país en el segundo semestre del año pasado también logró un aumento en las ventas, según Pérez: “La facturación total de las editoriales durante el 2003 superó 5% respecto de la del año anterior”.
Las exportaciones, que representaban entre el 20 y 30% de las unidades producidas en el país, durante el 2002 y el 2003 superaron el 50 por ciento. Y es que, según comentó Pérez, “la mayoría de los países de América latina no tienen editoriales de peso y necesitan abastecerse”. En esta línea, afirmó: “Nuestro principal cliente es España, pero nosotros también vamos a abastecer a los mercados aún no desarrollados de Latinoamérica”.
Los principales destinos de las exportaciones dentro del mismo continente son aquellos países de habla hispana como México, Colombia, Chile, Uruguay y, en menor medida, Perú. En este impulso de desarrollo, la Cámara participará en ferias para promocionar el libro argentino: estará en Asunción, Guadalajara, Barcelona y Frankfurt antes de fin de año. Y acaba de recibir una propuesta para participar de la Feria de Literatura de Rusia.
Importaciones en baja
La crisis por la que atravesó el país hacia finales de 2001 y durante el 2002 ocasionó cambios trascendentales dentro del sector de las editoriales: la caída estrepitosa de las ventas, la disminución de las importaciones y el aumento de los costos (principalmente del papel).
“Las importaciones bajaron. Hoy un libro extranjero promedio cuesta $80 y no es posible de pagar. El gobierno español dijo que sus exportaciones a la Argentina habían bajado en un 70% en menos de un año”, explicó Rogelio Fantasía, propietario de Ediciones Macchi.
Según cifras oficiales, las importaciones sólo participan con 36% dentro del consumo aparente local, cuando en 2001 ese número alcanzaba el 43 por ciento. En cuanto al origen de los libros, se observa una predominancia de España con 14% del total importado.
Fuente Diario InfoBae
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