Alrededor de 30 familias de Lavalle han completado la siembra de alcauciles para industria, con lo que se pone en marcha un mecanismo que permitirá exportar este producto a Estados Unidos por lo menos durante los próximos 3 años. Se trata de una experiencia novedosa en Mendoza, ya que los pequeños productores están asociados a un establecimiento industrial que industrializará y exportará el producto, previo haber asegurado la compra de la materia prima a los agricultores de Lavalle.
Manos a la obra
La idea surgió desde la Municipalidad de Lavalle a partir de la necesidad de generar ingresos en la familia de los pequeños agricultores durante los meses de invierno y primavera.
Se recurrió al apoyo del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, que a través del programa "Manos a la Obra" aportó los $ 130.000 necesarios para la adquisición de la semilla de alcaucil requerida, el insumo más caro de todo el proceso.
Por su parte, la comuna aportó la capacitación de los productores, y las maquinarias y herramientas necesarias para la preparación de los terrenos. También estimuló la organización de los grupos de productores.
El acuerdo con una empresa industrial de nuestro medio implica que los productores garantizarán la comercialización de su producción durante, por lo menos, los próximos tres años, a un rendimiento inicial de 0.15 a U$S 0,22 por docena de alcaucil.
El industrial también aporta al productor algunos insumos de fertilización y agroquímicos.
Actualmente son 22 hectáreas las que se ocupan para la producción de alcaucil. Pero desde el municipio lavallino se aspira a duplicar esa cantidad para el año entrante, ya que con la devolución de la primera cuota de la ayuda financiera, los agricultores actualmente beneficiados por el programa posibilitarán que se sumen otros al sistema.
Variedad española
La variedad utilizada para este emprendimiento es nueva en Mendoza. Se trata de la semilla denominada "A 106", de procedencia española, que se caracteriza por tener altos rendimientos por hectárea y de ofrecer productos sumamente aptos para la industrialización.
El cultivo tiene la característica que se siembra por primera vez y dura entre 3 y 5 años en condiciones óptimas de producción. Como la evolución de la planta está concentrada entre agosto y noviembre, el alcaucil ofrece una ventaja que no es menor: la escasa o nula incidencia de accidentes climáticos como la helada o el granizo.
Una vez adquiridas las semillas, la Municipalidad de Lavalle encargó a un invernadero local la confección de los plantines. Los mismos fueron trasplantados y el proceso se ha desarrollado satisfactoriamente, según los especialistas que intervinieron.
El trabajo apunta a la exportación de corazones de alcaucil al mercado de Estados Unidos y, eventualmente, al de la Comunidad Europea, en envases de 4 a 5 kilogramos.
El precio a pagar al productor ha sido establecido entre 0,15 a U$S 0,20 por docena. Se calcula que adicionalmente habrían unas 5.000 docenas que el productor podría destinar, durante este primer año de producción, al mercado de consumo en fresco debido a que los primeros productos suelen ser de mayor tamaño que el requerido por la industria.
A pesar de tener una imagen muy tradicional en la producción agrícola mendocina, el alcaucil dejó de exportarse durante la década de los 80, cuando las circunstancias económicas determinaron la pérdida de competitividad de la industria local. Las condiciones macroeconómicas actuales permiten retomar un camino que en principio es alentador para los pequeños productores.
Los próximos pasos
Desde la Municipalidad de Lavalle, el intendente Roberto Righi señaló el entusiasmo que ha despertado esta iniciativa y que ahora se está trabajando para que el proceso de industrialización y el tratamiento de los mercados externos lo hagan los propios lavallinos, con lo que se lograría generar un valor agregado muy importante para la zona.
La multiplicación a futuro de las 22 hectáreas iniciales no está incluida en el convenio firmado con la industria, por lo que habrá que buscar alternativas.
En este sentido, Righi adelantó que el "corazón de alcaucil" puede sumarse perfectamente a la oferta que productores lavallinos hacen en forma directa en mercados como los de Estados Unidos, Brasil y la Comunidad Europea con otros productos como la miel, el melón, el ajo y el vino, entre otros.
Mientras tanto, la mira está puesta en la primera cosecha, cuando se espera lograr que la recolección, el procesamiento y la terminación del producto se realice dentro del departamento de Lavalle.
Fuente Diario Los Andes