En la Argentina crece un nuevo y pujante negocio: la cría de animales no tradicionales como caracoles, llamas, chinchillas, conejos, búfalos, faisanes y ñandúes, de escaso consumo interno pero con buena demanda en el exterior. El surgimiento de estos nuevos nichos de mercado está íntimamente ligado a la devaluación de la moneda a principios del 2002, que generó nuevas perspectivas para aquellas actividades orientadas al mercado internacional. Así como la nueva coyuntura favoreció al sector agropecuario, en los últimos tres años muchos argentinos se volcaron a la cría de animales exóticos que no requieren una importante inversión en pesos y que en poco tiempo les permite contar con ganancias en dólares o euros, según un informe de la Secretaría de Agricultura.
El caracol de jardín, el mismo que come las plantas y es considerado una plaga, ocupa un lugar privilegiado entre los exigentes paladares europeos. La Argentina exporta un promedio de 33.000 kilos de caracoles por un valor cercano a los 70.000 dólares, principalmente a Francia, Italia y España. "Cuando uno tiene producción, vender caracoles en Europa es un juego de niños. No hay criaderos y el consumo se basa estrictamente en recolección de países como Marruecos, Afganistán o China, donde ese sistema se está acabando por cuestiones naturales ", explicó a AP Mauricio Donemberg, del criadero Helix del Sur.
Esta empresa, la primera de América Latina que exporta caracoles de cría, tiene en Córdoba uno de los tres criaderos más grandes del mundo, con 15 a 16 millones de animales, y destina el total de su producción al mercado europeo, donde el kilo se cotiza a 4,4 euros (5,2 dólares). Según Donemberg, este negocio le genera ganancias por 15.000 dólares al año.
La piel de chinchilla es una de la más cotizadas del mercado: un tapado, que en promedio requiere 80 pieles, puede costar entre 10.000 y 30.000 dólares, dependiendo del modelo. La chinchilla argentina está muy bien conceptuada por la calidad de la piel y su cría en cautiverio es otra de las actividades de gran auge. "Es un negocio rentable por la devaluación (de la moneda), pero más que nada porque es un producto de exportación. Acá lo único que se hace es criar ", explicó Andrés Morgione, de la Cabaña Cinco Estrellas, uno de los 21 establecimientos de todo el país que han registrado exportaciones en el último año.
Se estima que la Argentina vendió al exterior pieles de chinchillas por 938.570 dólares, principalmente a Italia, España, Canadá, Suiza, Francia, Estados Unidos y Emiratos Arabes.
Uno de los negocios de mayor expansión ha sido la cría de conejos, motorizada por el cierre del mercado de la Unión Europea al ingreso de la carne de este animal proveniente de China.
Otros dos animales autóctonos de la región que de a poco se están ganando un lugar en los mercados extranjeros son el ñandú y la llama. Del primero se utiliza su carne, el cuero y sus plumas para plumeros u ornamentos, como trajes de carnaval. Todavía en pañales, pero con buenas perspectivas, están la cría de búfalos -para carne o aprovechamiento lácteo- y de faisanes, plato muy requerido en la cocina de primera categoría.
Fuente Diario Rio Negro