Ambos bloques reconocen que aún hay diferencias entre las propuestas presentadas. Las máximas autoridades políticas del Mercosur y la Unión Europea (UE) arribaron hoy a Guadalajara, la segunda ciudad de México, para definir la amplitud o estrechez del acuerdo de libre comercio que están negociando, el primero que se entablaría entre dos bloques. Aprovecharán la III Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de América latina, el Caribe y la UE para determinar si en octubre próximo, la fecha prevista para finalizar la negociación, se logra un pacto que amplíe las exportaciones de la Argentina y del resto de sus socios hacia Europa.
Los técnicos de ambos bloques se negaban ayer a pronosticar públicamente el resultado de la cumbre, pero en privado reconocían que sólo un milagro podrá destrabar las negociaciones para que se arribe a un acuerdo que vaya más allá de un papel con algunas concesiones. Y ese milagro sólo pueden conjurarlo los políticos, según reconocían ayer en el Centro Cultural Cabañas, la sede del encuentro, custodiada por nueve fuerzas de seguridad y separada de las marchas campesinas y globalifóbicas por un muro metálico de estilo berlinés. Hoy se celebrará la reunión ministerial decisiva, con la presencia del canciller Rafael Bielsa.
La diferencia entre un acuerdo sencillo y otro robusto se traducirá en más o menos exportaciones e importaciones agrícolas e industriales entre los bloques y en más o menos presencia de las compañías europeas en el Mercosur, que redujeron sus inversiones en este bloque de 26,5 millones de euros en 2000 a 5,6 millones dos años después.
Si se llegara a un pacto de mínima, el comercio de bienes entre ambas regiones se incrementaría en US$ 3000 millones anuales, según un estudio de la Universidad de París para el Foro Empresarial Mercosur-UE (MEBF, según sus siglas en inglés).
Más liberalización
Si se concreta un convenio "ambicioso", según la terminología de los negociadores, el flujo se elevaría a US$ 9000 millones. El comité de directorio del MEBF, que ayer se reunió con el secretario de Comercio, Martín Redrado, y el comisario europeo del área, Pascal Lamy, reclamó la máxima liberalización posible.
"Tenemos que ir más rápido en (la liberalización de) servicios e inversiones", reclamó el copresidente del MEBF por la UE, el francés Guy Dolle. "Y en el acceso a mercados", retrucó el copresidente por el Mercosur, el brasileño Ingo Plöger.
Las proyecciones sobre los efectos de una zona de libre comercio son relativas, pero la Cancillería calcula que la Argentina puede elevar sus exportaciones a la UE en hasta US$ 4000 millones por año al cabo de diez años, a partir de los US$ 5500 millones actuales. No hay cálculos sobre el aumento de las importaciones, que ascienden hoy a US$ 4500 millones anuales.
El viernes pasado se intercambiaron ofertas de apertura del comercio de bienes y servicios, inversiones, compras gubernamentales, entre otros sectores. El Mercosur ofreció liberar el 87,9% de sus productos y reducir los aranceles a la importación del 0,4%, pero Lamy ha dicho que se necesita llegar en total al 90% para comenzar a negociar.
La UE acepta eliminar las tarifas del 93,5% de los bienes, acortarlas para el 1,1% (entre los que se incluyen frutas y jugos) y ampliar las cuotas para el ingreso del 2,73%, que son los productos considerados sensibles, como la carne vacuna, los lácteos o el etanol.
El ministro de Economía, Roberto Lavagna, que hoy llega a Guadalajara con la delegación argentina, consideró que la propuesta europea está "muy lejos de lo esperado", dado que las cuotas ofrecidas representan sólo un 15 o 20% de lo que pretendía el bloque sudamericano.
El secretario de Industria, Alberto Dumont, objetó que la UE condicione la ampliación de cuotas a la resolución de la intrincada ronda de Doha de la Organización Mundial de Comercio (OMC), pida reciprocidad en la apertura, desgravación acelerada de ciertos productos agrícolas y exija el respeto de las denominaciones de origen de alimentos tradicionales como el jamón de Parma o el queso Roquefort.
Por Alejandro Rebossio
Fuente Diario La Nación