Por Martín Redrado. Con casi treinta mil millones de dólares de exportaciones, nuestro país ha sentado un record histórico. Algunas lecturas rápidas vinculan este fenómeno al incremento de precios en los productos primarios, en particular, la soja. Pero un análisis más cuidadoso indica que la Argentina está ganando nuevos mercados y colocando nuevos productos. Esto nos permite proyectar para el presente año un crecimiento de casi tres mil millones dólares adicionales en nuestras ventas externas. Para lograrlo, la Administración Kirchner desarrolla una política de escenarios múltiples: aplicamos una agresiva política comercial, basada en un modelo de gestión público-privado, con un vértice central que planteamos al mundo: el de una nación pluritemátiva, que sale en busca de acuerdos basados en la reciprocidad comercial y la integración productiva con nuestros socios, sumando a la tradicional oferta agropecuaria una amplia variedad de productos procesados.
En el área de las negociaciones comerciales, la Argentina, junto a sus socios del MERCOSUR, ha alcanzado un acuerdo clave con la India, que permitirá aumentar sustancialmente nuestras exportaciones. En este sentido, cabe destacar que durante el año 2003, la India se erigió como el décimo cliente de nuestro país, sumando las exportaciones argentinas a ese mercado un total de u$s 508 millones (período enero-octubre), lo que significó un aumento del 10% con respecto al mismo período del año anterior.
Con la firma del Acuerdo marco (junio de 2003), y la suscripción del primer instrumento jurídico previsto en dicho Acuerdo marco, el Acuerdo Preferencial de Comercio (enero de 2004), hemos logrado establecer preferencias arancelarias para un universo de productos, lo que constituye un estupendo precedente, ya que es el primer acuerdo con un país en desarrollo extra-latinoamericano.
En términos concretos, representa para nuestro país un mercado potencial de casi 4.900 millones de dólares, si tomamos los 20 productos con mayor valor de las importaciones indias desde el mundo, que coinciden con la especialización exportadora argentina, cifra de la que hoy la producción nacional participa sólo en un 5% (272 millones de dolares); entre las oportunidades de mayor desarrollo se encuentran los combustibles y minerales, aceites vegetales, cueros, aluminio, algodón, lana, productos metalúrgicos y otros productos manufacturados.
Al diseñar la actual política comercial, la Cancillería que conduce Rafael Bielsa buscó ampliar el horizonte de nuestros productos, tanto en el orden geográfico como sectorial. Aplicamos una política comercial orientada hacia la diversificación de las exportaciones por productos y la desconcentración por destinos, como forma de incorporar valor a los bienes exportados sin ligar la suerte de nuestras ventas al nivel de actividad de un socio excluyente ni a la fluctuación permanente del precio de unos pocos bienes. La diversificación de nuestra oferta hacia bienes con mayor valor agregado y la desconcentración de destinos han jugado un rol clave y seguirán jugándolo, en tanto objetivos fundacionales de la nueva política comercial que aplica hoy nuestro país.
La Argentina concurrirá a todas las instancias con un enfoque de intereses múltiples, que pone el mismo énfasis en el agro, la industria y los servicios, y con un objetivo central: abrir nuevos mercados para nuestros productos, a través de una estrategia de negociación fundada en la reciprocidad, la consistencia y el consenso.
Tras su puesta en marcha, este nuevo enfoque de la política comercial argentina se constituyó en el marco de intensas negociaciones que redundaron en oportunidades comerciales para numerosos sectores productivos. De allí que el récord histórico logrado en 2003 represente mucho más que una cifra alentadora: resume los primeros logros de una política de Estado que, mediante una apertura inteligente y un desarrollo efectivo de los mercados exportadores, contribuye a dejar atrás el estancamiento crónico de las últimas cuatro décadas y a instituirse en una fuente de recursos genuinos para un nuevo modelo de país, orientado definitivamente hacia el crecimiento.
Por Martín Redrado
Secretario de Comercio y Relaciones Económicas Internacionales de la Cancilleria Argentina.
Fuente Informe Fundación Exportar