Las negociaciones entre el Mercosur y la Unión Europea (UE) para establecer un acuerdo que abra el comercio entre los dos bloques está ingresando en una etapa de definiciones, luego de ocho años de discusiones. El comisario de Comercio de la Comisión Europea, Pascal Lamy, se comunicó telefónicamente con el canciller argentino, Rafael Bielsa, para analizar las presentaciones de desgravación arancelaria y de incremento sobre productos específicos. Aunque de manera informal, la UE realizó una primera aproximación a la oferta concreta, que se efectuará oficialmente la próxima semana en Bruselas. De un total de 980 productos que formaban parte de la categoría de aquellos considerados sensibles, es decir, con menores posibilidades de ser liberalizados, los europeos propusieron establecer tres categorías para incluirlos en la negociación:
Una categoría estaría sujeta a cuotas tarifarias o al incremento de las ya existentes. Aquí se incluyen la carne vacuna, la carne de cerdo, ajos, bananas, maíz y sorgo, carne de aves, leche en polvo, manteca, queso, trigo común, arroz y etanol.
Otra categoría ingresaría en la denominada lista D, es decir, aquella que tendría desgravación arancelaria a diez años, y la tercera tendría una preferencia arancelaria del 50 por ciento. "Si esta oferta la hubiéramos conocido en octubre (cuando se pondría en marcha el acuerdo) no sería satisfactoria, pero teniendo en cuenta que faltan cinco meses para esa fecha, puede considerarse un avance", dijo el Secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Martín Redrado.
En contrapartida, la UE espera que el Mercosur mejore su oferta sobre bienes industriales y servicios. Según informó la agencia de noticias AFP, ayer Lamy declaró en Luxemburgo: "Queremos una oferta de calidad suficiente, y todavía no la tenemos; nuestra idea es hacer el intercambio oficial cuando se llegue a un acuerdo equilibrado".
Si bien para la Argentina las exportaciones de productos agropecuarios constituyen el interés principal para abrir el mercado europeo (es el principal comprador, por más de 4600 millones de dólares anuales), Redrado añadió que también se pretende mejorar el acceso para otros bienes industrializados, tales como aluminio, plásticos y madera, entre otros. "No sólo exportamos productos agrícolas", recordó el funcionario.
Más alimentos
Pero en el sector agropecuario la Argentina aún espera que la UE mejore su oferta para alimentos procesados, por ejemplo mermeladas, vinos, pescados y azúcar. El principio proteccionista establecido por los funcionarios europeos consiste en establecer un reducido arancel para las materias primas y en incrementarlo a medida que el producto tiene un mayor grado de elaboración. No hay barreras para exportar aceite en bruto, pero envasado y con marca es prácticamente imposible.
Fuentes de la Secretaría de Agricultura dijeron que aún tienen reparos a la oferta europea, ya que muchos productos que están incluidos en la nueva lista de desgravación fueron puestos en forma condicional según lo que se resuelva en las negociaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC), conocidas como la Ronda de Doha.
Además de la intervención política de Bielsa, hay otro hecho que marca la importancia creciente que está adquiriendo la negociación. Mañana llegará al país el comisario de Agricultura de la Comisión Europea, Franz Fischler, que se reunirá con el ministro de Economía, Roberto Lavagna, y funcionarios de la Cancillería y de la Secretaría de Agricultura.
El objetivo es que el acuerdo tenga una definición política en la cumbre iberoamericana que se celebrará el 28 y el 29 del mes próximo en Guadalajara, México.
Por Cristian Mira
Fuente Diario La Nación