Los valores registrados en algunos destinos, como Egipto, ya superan a los de tradicionales clientes europeos. Las exportaciones a países árabes crecieron un 21% en 2003, sumando 1615 millones de dólares en 15 de los 22 Estados que conforman este mercado, y representando el 5,6% del total embarcado el año último, según datos de la Cámara de Comercio Argentino Arabe. Bahrein, por ejemplo, fue el destino árabe hacia donde las exportaciones argentinas más crecieron (un 380%), aunque el volumen de los envíos sean de 8,7 millones de dólares (aluminio y maíz, principalmente). Pero un mercado ya consolidado es Egipto, donde las ventas por más de 440 millones de dólares lo ubican como un destino más relevante en valores que Bélgica, Canadá, Australia, Japón, Francia o el Reino Unido.
Dentro de ese conjunto de 15 Estados árabes (ver gráfico), le siguen a Egipto en importancia Argelia (200 millones), Emiratos Arabes Unidos (179 millones) y Marruecos (176 millones).
"La realidad es que la Argentina se instaló en el mundo árabe en los 90, con los viajes presidenciales. Pero el hecho más importante fue la inauguración de la mezquita de Palermo (el Centro Cultural Islámico Rey Fahd). Vino el príncipe de Arabia Saudita (Abdullah Bin Abdul Aziz) y siete canales de televisión del mundo árabe... Ese día, 1200 millones de personas se enteraron de la inauguración de la mezquita en la Argentina", destacó el gerente general de la Cámara de Comercio Argentino Arabe, Sattam Mohamed Al Kaddour.
Constante
La evolución de las ventas argentinas al mundo árabe no sólo muestra un crecimiento constante: en 1987, las exportaciones a todos estos destinos sumaban apenas 97 millones de dólares. También sufrieron una sana diversificación. Los principales rubros de exportación son: carnes congeladas, pescado, cereales y aceites, lácteos, miel, legumbres, frutas, azúcar, yerba mate y golosinas. También bienes industriales como autopartes, productos químicos, medicinales y veterinarios, caños y tubos de acero, tableros de fibra de madera, neumáticos, peletería y sus confecciones, lencería, prendas y accesorios de vestir y polipropileno, entre otros.
Mientras 10 años atrás un 98% de las exportaciones estaba conformado por commodities agrícolas, en la actualidad el 32% de los embarques está compuesto por productos de alto valor agregado y servicios, sobre todo vinculados con la tecnología.
Tal es el caso de "los desarrollos de energía nuclear aplicada a los servicios, como los envíos de dos reactores de la empresa Invap a Egipto y Argelia", añadió Al Kaddour.
La balanza comercial es favorable a nuestro país en un 98% porque en 2003 sólo se importó por 35 millones de dólares de productos como alimentos envasados, dátiles, frutas secas, azufre, urea, fosfatos y superfosfatos, combustibles, griferías, cerámicas, mayólicas, alfombras, hilados y artículos de algodón, ropa de cama, mesa y cocina, circuitos integrados, semillas y micrófonos, entre otros.
Como en otros destinos, el consejo es viajar: "A los árabes les gusta la calidad y el precio. Quieren conocer cara a cara a su contraparte, pero también que los productos se adecuen a sus gustos. Por ejemplo, el aceite de Molinos Río de la Plata gusta muchísimo y se vende, pero en un primer momento no se vendía en supermercados porque no les gustaba el envase, no les gustaba ver el color del aceite. Cuando lo modificaron comenzaron a vender muchísimo más", ilustró el directivo.
Actividades
La Cancillería y la Cámara de Comercio Argentino Arabe tienen previsto una serie de actividades de promoción con estos países para este año. El 29 de este mes se realizará un seminario de negocios con los países del norte de Africa. Hacia fines de mayo se prevé viajar en misión comercial a Túnez, Argelia y Marruecos, mientras que en octubre los destinos por visitar serán Arabia Saudita, Kuwait y Emiratos Arabes Unidos. Respecto de la participación en ferias internacionales, en la agenda figuran la 37a. Feria Internacional de Argelia, a principios de junio, y la Feria de la Alimentación de Dubai, en febrero de 2005.
Por Emiliano Galli
Fuente Diario La Nación