El gobierno de Japón, en 1996, entregó por intermedio de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (Jica), el informe: Estudio sobre el desarrollo económico de la República Argentina, denominado Okita II. Dicho informe señalaba la conveniencia de una mayor relación entre la Argentina y los países del Este de Asia como forma de diversificar las exportaciones, promover inversiones asiáticas y contribuir al desarrollo de las Pymes.
Ante los cambios ocurrido en el escenario internacional y otros políticos-institucionales en la Argentina, se decidió llevar adelante una reactualización del informe Okita II. Entre otros puntos, figuran en el análisis, los problemas de financiamiento, con especial destino a la promoción de exportaciones.
En este orden se han realizado una serie de recomendaciones concretas, entre las cuales se citan:
- Apoyar la constitución de nuevos fideicomisos, especialmente orientados a las Pymes.
- Fomentar la creación de bonos cooperativos colateralizados con garantías de instrumentos relacionados con el comercio exterior.
- Utilizar la experiencia y los conocimientos de las trading companies japonesas.
- Fortalecer las Sociedades de Garantías Recíprocas (SGR).
- Modificar la operatoria del Bice.
- Solicitar apoyo a los organismos multilaterales para que otorguen enhancement a las agencias de seguro de crédito en el mundo para reabrir las líneas de financiamiento con la Argentina.
Como recomendaciones especiales para la inserción el mercado este asiático, se aconsejó recientemente combinar los esfuerzos de promoción de exportaciones, lucha sanitaria e infraestructura de comercio, con los países vecinos; concentrar esfuerzos en líneas de productos seleccionadas; buscar asociaciones con países y empresas que ya tengan acceso a los mercados; volcar la promoción a empresas con experiencia positiva en mercado exterior y diseñar mecanismos asociativos y de tutela para las empresas nuevas o con escasa experiencia.
Seminario
Precisamente sobre la actualización del informe Okita II, tuvo lugar en la Fundación Libertad de Rosario, un seminario con la intervención de funcionarios nacionales y japoneses vinculados con Jica.
El señor Juan Carlos Yamamoto destacó la importancia que para la Argentina tienen los mercados de la cuenca del Pacífico, a pesar de que no han sido explotados, "zona -explicó- de crecimiento económico muy fuerte y con un intercambio muy activo intra región".
El funcionario japonés a modo de ejemplo indicó que mientras el Mercosur totalizaba una población de 220 millones de habitantes, la cuenca del Pacífico representaba un mercado de 2.560 millones, es decir -dijo- es once veces mayor. La diferencia del Producto Bruto Geográfico es de 24 veces más", para decir luego que había un malentendido por parte de los argentinos respecto de las dificultades que presentaba la cuenca del Pacífica para nuestro país.
"Japón aplica las tasas arancelarias más bajas del mundo para productos manufacturados, el 2,5% en promedio; y para los de origen agrícola del 12% como promedio, en tanto que la Unión Europea aplica para los primeros un 20%, Estados Unidos un 6% y la Argentina para la importación de los agrícolas, el 33%".
Siguió diciendo que Japón es el primer importador de productos alimenticios, "lo hace más que China, Estados Unidos y la Unión Europea. Aproximadamente gasta en este rubro 35.000 millones de dólares, monto que significa más que el total de las ventas argentinas al exterior".
Los mercados asiáticos, refirió, son bastante abiertos y muy grandes para los productos argentinos", reiteró el funcionario oriental, quien abonó su idea indicando que el 11% de las exportaciones chilenas van al Japón, en tanto que para la Argentina ese mercado representó hasta el 2002, sólo el 1%.
"Los productos que uno y otro país colocan en el Japón son similares. Es cierto que hay una diferencia de ubicación geográfica pero falta cierta estrategia hacia el mercado asiático", precisó Yamamoto. Luego consignaría que en el segundo semestre del año pasado, las cosas habían comenzado a cambiar.
Consenso y asociación
Correspondió a la Lic. Nélida Mairal, de la Fundación Okita, afinar el lápiz en cuanto a las recomendaciones prácticas destinados a los empresarios y consultores interesados en estos mercados.
La experta consignó que el informe Okita II actualizado recomienda "una política de promoción del comercio consensuada y moderna", tomando también en cuenta la forma en que los asiáticos manejan el desarrollo de su comercio.
Puso el acento en las expresiones "consenso" y "moderna", acotando que ello representaba lograr "una confianza madurada" entre el gobierno, los empresarios y los sectores académicos; "ésto -destacó- es fruto de la experiencia". Aconsejó, entonces, mejorar el diálogo entre empresarios y el gobierno para formar ese consenso necesario a fin de acceder a mercados distintos y lejanos.
En cuando a la expresión "política moderna" indicó que se refiere a que los empresarios argentinos puedan exportar en similares condiciones que sus competidores de otros países; ver cómo promocionan su comercio Chile y Nueva Zelanda y Malasia. "El sector oficial está obligado a brindar una información más acabada que la actual, pero -advirtió- que el flujo informativo debía darse en dos vías: también los empresarios comunicar sus dificultades, los obstáculos y escala para conocer realmente su capacidad de inserción.
La experta sostuvo que "la Argentina está en condiciones de proveer bienes pero también servicios" y que lo puede hacer siguiendo dos caminos: la adaptación del producto a la demanda o imponiéndolo, calificando a ésta como "una posibilidad más remota". En este sentido, fue clara al señalar que "será necesaria una asistencia de los propios países asiáticos para determinar las características de la demanda de cada subsector".
Mairal indicó que "para afrontar mercados de dimensiones tan grandes, se impone como ineludible, la asociatividad para formar volumen y para agregar diversificación a la canasta que se ofrece".
La visión de un especialista
El experto senior de Jica, Ing. Shingeji Saiki, planteó ampliar la canasta de productos que hoy ofrece la Argentina ampliándola hacia otros nichos.
Su exposición resultó muy instructiva en razón de que aportó la visión de un empresario hoy devenido en consultor de Jica. Recomendó que para imponer un producto, era conveniente que la Argentina buscara la colaboración de un tercer país que conocido en el Asia Pacífico, como Italia, por ejemplo. Primero Mairal y luego Saiki aludieron a que los argentinos no contamos con una buena reputación en el comercio exterior, sobre todo en los mercados asiáticos.
"La llave para el ingresos de productos alimenticios es la seguridad; hay interés en productos orgánicos por lo que es importante el documento de trazabilidad", para decir en otro momento de su exposición que "en todo el mundo el comprador es Dios, pero esto no es comprendido por la Argentina", indicando que todavía faltaba la formación de una mentalidad exportadora en nuestro país.
Interés
El informe actualizó el listado de productos que pueden ser instalados en los mercados asiáticos como cítricos frescos, productos orgánicos, cereales no transgénicos, aves, minerales no metálicos y muebles.
En cifras
Los países integrantes del Mercosur suman una población de 220 habitantes. La cuenca del Pacífico representa un mercado de 2.560 habitantes; es decir es once veces mayor.
El Producto Bruto Geográfico es también 24 veces mayor al del Mercosur.
Por Teresa Pandolfo
Fuente Diario El Litoral