Buenos Aires empezó a vaciar los percheros, se tiró todos los trapos encima y los está mostrando por cuanta pasarela tiene a mano. La moda fue la industria porteña que más creció en 2003. Y se prepara para mostrarlo con todo. Durante marzo habrá seis ferias, salones y megadesfiles dedicados al diseño de indumentaria. Y suben las exportaciones.
El primer paso lo dio la semana pasada Estilo Alcorta, cuatro días de desfiles gratuitos en el shopping Paseo Alcorta. La muestra, que va por su cuarta edición, este año batió todos los récords y convocó a 15.000 personas, 5.000 más que en su última edición, en setiembre. Participaron más de diez marcas, entre ellas Paula Cahen D'Anvers , que este año organizó su primer desfile oficial.
"Superó todas nuestras expectativas. La idea es que nuestras clientas se enteren de qué es lo que está pasando en la moda en este momento. Y nos podemos dar por muy satisfechos. Después de cada desfile, los locales se llenaron de mujeres que venían a pedir los modelos que habían visto en la pasarela el día anterior", contó la vocera de Alto Palermo Centros Comerciales, Carolina Lascano.
Estilo Alcorta abrió la temporada de desfiles otoño-invierno 2004 en Buenos Aires, una ciudad que está volviendo a ser lo que era en el mundo del diseño. Pero aún queda mucha tela para cortar. Hoy se larga en La Rural Fashion Buenos Aires, una megamuestra con 45 stands y dos pasarelas en la que 18 diseñadores mostrarán sus colecciones.
"Este año el sector de compradores extranjeros será más grande y tenemos delegaciones de México, Londres, Ecuador y Brasil, entre otros países que vienen especialmente interesados en comprar diseño argentino", aseguró Kika Tarelli, directora de Relaciones Institucionales del Grupo Pampa, la firma que organiza la exposición. El grupo, además, abrió a fines de 2003 un showroom en Belgrano que vende al por mayor una tendencia de última moda en Buenos Aires: modelos de vanguardia hechos por creadores jóvenes.
Según los números que maneja el Gobierno porteño, en Buenos Aires hay unas 6.000 empresas relacionadas con la moda, y un 50% se abrió en el último año. La movida impulsó la creación del Centro Metropolitano de Diseño (CMD), un organismo del Gobierno porteño que, en Barracas, promueve el desarrollo de la industria textil y de accesorios.
El miércoles pasado inauguró ModaBA, un programa que aprovecha la movida de desfiles de temporada, los auspicia y les agrega una cantidad de actividades gratuitas para fomentar la industria. Entre otras cosas, habrá charlas sobre producción y packaging, presentaciones de marcas y un outlet abierto a todo público. En las actividades se repartirán sin cargo cupones de descuento en un grupo de tiendas de Palermo, el barrio en el que el negocio de la moda más creció. Y se podrán usar en una gran kermés el sábado 27.
"Los comercios de diseño de indumentaria fueron el rubro que más creció después de la gastronomía en la ciudad —contabilizó Vicky Salías, directora de Moda del CMD—. A veces es difícil combinar creatividad con producción a escala. Ayudar a que eso pase es el principal objetivo del centro". Camila Milessi (32) y Emiliano Blanco (31) son un buen ejemplo. Egresados de la carrera de Diseño de Indumentaria, largaron hace tres años Kostüme, una marca de ropa net. Empezaron con un local chiquito en Palermo. Ahora tienen dos sucursales y ofertas para exportar. Como ellos, muchos jóvenes diseñadores lograron empezar a crecer y posicionarse.
La agenda fashion —que a lo largo de todo el año sumará unos 70 desfiles— continúa con Buenos Aires Moda, un salón mayorista de prendas pr¬t à porter, que empezará el domingo en el Hilton. A fin de mes otro hotel, el Sheraton, será la sede de Buenos Aires Alta Moda, una serie de desfiles que convocará a diseñadores de alta costura como Fabián Kronemberg, Laurencio Adot y La Clochard. Detrás de los dos está Héctor Vidal Rivas, un clásico en el mundo de la moda y vestuarista de Mirtha Legrand: "El mercado se está recuperando de uno de sus peores escenarios, en el que la producción nacional era algo que casi no existía".
Para Ricky Sarkany, en el diseño de zapatos desde hace tres décadas, la superabundancia de desfiles tiene que ver con una tendencia mundial, pero también con las ventajas comparativas que le dejó al país la devaluación. "La moda está ocupando el lugar que había dejado de tener en Buenos Aires y se suma a una costumbre muy en boga, que es organizar megaeventos con muchos desfiles al mismo tiempo", comentó. Desde su taller de Núñez, Sarkany produce zapatos que se venden en España, Nueva York, México y Perú.
Justamente, el rubro de artículos de cuero fue uno de los que más exportaciones le significó a la Ciudad en 2003. Y según el último informe del Centro de Estudios para el Desarrollo Económico Metropolitano, de la Secretaría de Producción, Turismo y Desarrollo Sustentable, entre enero y octubre del año pasado la industria textil aumentó sus ventas en un 26,5% con respecto al mismo período de 2002.
"Los que nos quedamos y aguantamos la crisis estamos viendo los frutos ahora", aseguró Roberto Piazza, un símbolo de la alta costura argentina. El diseñador hará el viernes un desfile gratuito en el Planetario, en el que presentará los trabajos finales de los alumnos de sus escuelas. Y ya está organizando un megashow para mayo en La Rural, en el que espera convocar a 7.000 personas. Será el encargado de darles la última puntada a los desfiles otoño-invierno 2004, una temporada en la que todos los modelos tendrán un detalle en común: la etiqueta de "Hecho en Buenos Aires".
Por Elena Peralta
Fuente Diario Clarín