La autopartista Basso sorprendió al país hace dos años cuando se convirtió en la primera empresa de capitales nacionales que traslada al país una fábrica completa de Estados Unidos para incrementar la producción de válvulas. El año pasado volvió a sorprender tras cerrar un contrato con las empresas Ferrari y Maserati, ambas italianas, para abastecer de válvulas a los motores que se producen en sus plantas. Este año vuelve a llamar la atención y por partida doble: incrementará las ventas al exterior en un 16 por ciento (sólo tiene en funcionamiento el 33 por ciento de las máquinas que compró en Estados Unidos) y la empresa John Deere la nombró socio-proveedor, luego de pasar satisfactoriamente la evaluación de un programa internacional implementado por la firma.
"Entendemos que el crecimiento será significativo y es probable que continuemos en esa senda durante los años venideros porque estamos explorando nuevos mercados en Nueva Zelanda y Australia", dijo el presidente de la firma, José Luis Basso.
La adquisición de las máquinas y equipos que pertenecieron a la empresa norteamericana Manley demandó una inversión de US$ 2 millones y Basso proyecta el desembolso de otros US$ 3 millones para terminar las obras de infraestructura de las nuevas líneas montadas en dos plantas que posee a sólo 18 kilómetros de distancia.
En ambas estructuras, la firma de Rafaela posee algo más de 600 operarios y fabrica 16 millones de válvulas 3b (destinadas a motores de combustión interna). Exporta el 92 por ciento de lo que produce a más de treinta países, entre los que figuran Estados Unidos, México, Italia, Francia, Brasil, Arabia Saudita e Ingaterra.
La empresa comenzó a exportar en 1971 y lleva realizadas 6500 operaciones en el mercado. Posee un sistema de vanguardia en lo referente a certificación bajo normas ISO/TS que engloba a casi todos los sistemas de calidad internacional que existen.
"En realidad, exportar es para nosotros una necesidad porque no hay en la Argentina plantas de fabricación de motores. Esa es la causa por la cual vendemos al mundo casi el total de lo que producimos. Desafortunadamente tenemos que buscar nuestros clientes afuera", comentó Basso.
El directivo indicó que exportan 16 millones de piezas a un mercado que consume 1000 millones. "Con preocuparnos un poco creceremos mucho más", destacó, tras asegurar que "las empresas del exterior están interesadas en hacer negocios con la Argentina."
"Todo lo que hacemos es desde el interior y sin mucho ruido", subrayó.
La firma creció en forma constante y sostenida desde que nació en esta ciudad a principios de la década del 60. La obtención de la categoría asignada por John Deere le otorga prioridad para el desarrollo de nuevos negocios, y es fruto de las entregas efectuadas a las plantas de Francia, Estados Unidos, México y en nuestro país.
Basso es, además, proveedor de la empresa checa Zetor, las alemanas Steyr y Farymann, la finlandesa Valtra y las brasileñas Agrale y Perkins. El grupo Peugeot Citroën le entregó, por octavo año consecutivo, el certificado de cero defecto y cero retraso por sus entregas just in time.
Por Walter Gasparetti
Fuente Diario La Nación