En el 2003 las exportaciones argentinas crecieron un 15,8%, alcanzando los u$s 29.349 millones. A pesar del gran número de regiones con las que se mantienen relaciones comerciales, muchos de estos destinos son insignificantes en relación con el total exportado. Con los envíos a sólo seis países se consiguió superar el monto de u$s 1.000 millones, acumulando entre ellos el 54% del total exportado en el año, una proporción similar a la observada en el 2002. Sin embargo, la cantidad de mercados abastecidos por nuestro país se incrementó en este período, pasando de 170 países en el 2002 a 177 en el 2003 (incluyendo territorios vinculados con distintas naciones). Los siete mercados que se abrieron para Argentina el último año son Antillas Holandesas, Aruba, Chad, Guinea Bissau, los Territorios Autónomos Palestinos, San Marino y Botswana.
Además del incremento en la cantidad de destinos, también se observó un generalizado aumento del monto exportado a la mayoría de los países.
Esto es, 127 de los 177 destinos (el 72% del total) incrementaron las compras a nuestro país, mientras que sólo a 50 (28%) naciones se enviaron productos argentinos por menor valor.
Otro hecho significativo del 2003 fue que a 46 países (el 26% del total) se exportó el doble o más en relación con el año anterior.
Fuerte proyección
La importancia de los nuevos mercados puede analizarse desde distintos aspectos, ya sea considerando la variación de las exportaciones a cada destino, tanto en forma porcentual como absoluta, así como también la proporción que representan sobre el total exportado por la Argentina o la evolución para un período determinado.
En este caso, se consideraron dos criterios para elegir los mercados no tradicionales de mayor dinamismo. De una primera selección que considere los países a los que se exporta por más de u$s 100 millones se obtuvieron 45 naciones, y dentro de este subconjunto se seleccionan las que mostraron tasas de crecimiento superiores al 90% en relación con el 2002.
De esta manera, quedaron elegidos cinco países que cumplen las pautas antes especificadas: Polonia, China, Turquía, Vietnam y Marruecos.
China
De estos mercados, el más importante para nuestro país es China, no sólo por los valores actuales de comercio, sino porque además las proyecciones sobre esta economía advierten que la misma crecerá en el 2004 un 8,4%, incrementando sus necesidades de productos importados hasta valores cercanos a los u$s 442.000 millones.
Las exportaciones argentinas a China fueron el año pasado de u$s 2.438 millones, un 125% más que lo alcanzado en el 2002. La expansión del mercado chino se basó en dos productos: los porotos de soja, que se exportaron por un valor de u$s 1.223 millones y los cuales explican el 50% de la variación positiva, y el aceite de soja en bruto, el cual con sus u$s 798 millones por exportaciones es responsable del 39% del crecimiento de este destino.
Por último, durante el 2003 se incorporaron 157 productos a la oferta destinada a China, por un total de u$s 45,7 millones. El principal de estos bienes es el aceite de girasol en bruto, del que no hubo exportaciones en el 2002, mientras que un año después las ventas fueron de u$s 25,8 millones. Igual situación es la de las placas y películas fotográficas para rayos X, cuyas ventas alcanzaron los u$s 5 millones. El resto de los productos que se introdujeron en el 2003 en este mercado lo hizo por montos mucho menores.
Marruecos
En lo que respecta a Marruecos, el crecimiento de los envíos argentinos en relación con el 2002 fue del 91%, ya que durante el 2003 las exportaciones argentinas sumaron u$s 176 millones, mientras que en el 2002 habían sido de u$s 92 millones.
Los productos que se exportan a ese país africano no son muchos, sólo se contabilizaron 86, de los cuales 40 no se habían exportado en el 2002. Entre estos nuevos bienes, los más relevantes fueron los productos planos de hierro o acero sin alear, cuya venta reportó u$s 861.000.
Sin embargo, el grueso del comercio argentino-marroquí pasa por productos agropecuarios y derivados: el principal bien vendido es el aceite de soja en bruto, con u$s 90 millones, que mostró un incremento del 112% con respecto al 2002, seguido en importancia por el maíz en grano, con u$s 56 millones y una variación del 157%. Entre estos dos productos explican el 90% del crecimiento total de las exportaciones a Marruecos.
Otros derivados de la soja, harina y pellets de aceite mostraron un comportamiento peculiar: si bien son el décimo producto en importancia, con un movimiento en el 2003 de u$s 798.000, mostraron la mayor variación negativa respecto del año anterior en términos absolutos, ya que en el 2002 este valor había sido de u$s 1.924 millones.
Turquía
A Turquía, por su parte, se exportó por u$s 169 millones en el 2003, un 124% más que en el 2002, correspondientes a 166 productos. Además, 97 de éstos no se comerciaban en el 2002, siendo los más destacados los tubos sin costuras para oleoductos o gasoductos, con u$s 970.000.
El complejo sojero, compuesto por porotos, aceite, harina y pellets de soja, abarca el 51% de las compras que Turquía hace a nuestro país, por un total de u$s 87 millones, y a su vez este complejo explica el 54% del crecimiento de las exportaciones totales.
Sin embargo, este país es el que presenta la menor concentración de los analizados, y aunque los valores no son significativos, es posible encontrar entre los diez productos que más crecieron algunos medicamentos y tubos sin costura.
Esta mayor diversificación también se observa al analizar los productos determinantes del crecimiento, ya que el primer producto -los porotos de soja- explican el 34% de la variación total; el maíz, el 27%; harina y pellets de soja, el 12% y aceite de soja, el 8%.
Por último, el producto con mayor caída en términos absolutos es el aceite de girasol, cuya exportación disminuyó en u$s 7,8 millones, con lo cual pasó de ser el tercer producto en importancia a ocupar el octavo puesto.
Vietnam
Las exportaciones argentinas a Vietnam, por su parte, sumaron durante el 2003 u$s 135 millones, un 96% más que el año anterior. Considerando en conjunto el aceite, la harina y los pellets de soja, se explica el 91% de este crecimiento. La concentración de las ventas en este complejo es la mayor de los mercados elegidos. El principal producto -harina y pellets de aceite de soja- mostró valores de u$s 115 millones, lo que representa el 85% de las exportaciones a este país asiático, mientras que de aceite de soja se enviaron u$s 9 millones, casi el 7% del total.
De los 98 productos enviados en el 2003 a Vietnam, el 69% (68 productos) corresponde a bienes de los cuales no existía comercio un año antes. A su vez, entre los diez ítems más importantes figuran seis que pertenecen al grupo de nuevos bienes: productos planos de hierro y de acero, polietileno, derivados del girasol, equipo de alimentación ininterrumpida de energía y maderas aserradas.
Polonia
El total de ventas argentinas a Polonia fue en el 2003 de u$s 127 millones, con un crecimiento del 129% respecto del año anterior. Se exportaron 138 productos, 71 de los cuales comenzaron a ser exportados en el 2003. Entre estos ítems, los que presentan valores más importantes son los invertebrados acuáticos frescos o refrigerados para alimentación humana, con valores de u$s 554.000, y el tabaco tipo burley, con u$s 161.000.
La concentración de los envíos a este país es muy marcada, ya que entre los dos productos más importantes -harina y pellets de soja y filetes de merluza congelados- abarcan el 84% de las ventas argentinas. Además, entre estos dos bienes explican el 88% del crecimiento: se vendieron harina y pellets de soja por u$s95 millones, un 187% más que en el 2002, y filetes de merluza congelados por u$s 11 millones, con una variación del 76,1%.
Se destaca que los diez bienes que más aportaron al incremento de las exportaciones a Polonia se clasifican como manufacturas de origen agropecuario, y además tienen una fuerte incidencia en las economías regionales, ya que en muchos casos son el principal producto producido o comerciado por ellas, como es el caso del limón y las naranjas.
Conclusiones
El proceso por el cual las exportaciones argentinas se expanden a nuevos mercados, pese a no comprometer aún montos elevados, es sumamente relevante debido a distintas cuestiones.
En primer lugar, porque dicha expansión se produjo con políticas de promoción de exportaciones reducidas en comparación con las existentes en otros países de la región.
En segundo lugar, porque a pesar del fuerte impacto de la soja y sus derivados, presentes en todos los destinos en mayor o menor medida, queda demostrado que existen diversas oportunidades para nuevos productos. En algunos casos, como el de Vietnam, incluso la variedad de ítems enviados aumentó más del doble. Además, los nuevos bienes comerciados en muchos casos provienen de regiones económicamente menos desarrolladas de la Argentina, como son las productoras de tabaco, limones, ciruelas y duraznos.
La mayor diversificación, por otra parte, se canaliza en algunos casos a bienes manufacturados, de alto valor agregado en comparación con la media de las exportaciones argentinas, como son los productos químicos y farmacéuticos y los productos de hierro y acero.
Un último punto a destacar es la dispersión geográfica de los nuevos mercados, lo que indica el terreno ganado por los productos argentinos en términos de competitividad.
Si de aquí en más estos movimientos son acompañados por políticas más activas y focalizadas en el sector exportador, se estaría en condiciones de profundizar la mayor apertura conseguida durante el 2003.
Fuente: Centro de Estudios Bonaerenses