La cría de salmónidos en la región de San Carlos de Bariloche se convirtió en una de las economías de alternativa que logró más beneficios con el tipo de cambio después de la devaluación, y tanto su actual situación como sus posibilidades de desarrollo dependen casi exclusivamente de las exportaciones. Una de las empresas más importantes de nuestro país en el rubro es Truchas Alicurá, que comercializa en el exterior alrededor de 660 toneladas por año, lo que significa el 80% de su producción. Los productos, congelados y frescos, salen todas las semanas de la planta instalada en la costa neuquina del embalse Alicurá con destino a Europa y a los Estados Unidos.
Directivos de Truchas Alicurá explicaron que el principal insumo es el alimento balanceado y que su precio fue creciendo al ritmo de la moneda norteamericana, lo que permite asegurar que está directamente relacionado con la propuesta exportable.
La compañía, que tiene su producción en Neuquén y su centro de comercialización en San Carlos de Bariloche, logró facturar en 2002 una cifra que supera el millón de dólares y todo permite afirmar que está en condiciones de duplicar esa facturación.
Destinos
En su programa de ventas al exterior, envía a Alemania unas 20 toneladas de trucha congelada cada tres semanas, por vía marítima; el producto sale de su planta en la Argentina con el rótulo del cliente alemán, y las truchas para ese mercado pesan entre 280 y 400 gramos, con un precio promedio de 3,16 dólares sin sumarle el costo por el flete marítimo.
Otro mercado de exportación es la ciudad de Miami, en Estados Unidos, hacia donde envía mensualmente y por vía aérea 11 toneladas de pescado fresco. La mercadería se mantiene en perfectas condiciones durante 10 días, al conservarse en hielo. Se trata de truchas más chicas, de 180 a 260 gramos, y su precio es de 4,40 dólares por kilo, a lo que hay que agregarle el flete.
La empresa sostiene que la venta favorable en el exterior contrasta con la escasa demanda en el mercado interno que se desató con la devaluación: el valor en la Argentina ronda entre los 25 y 30 pesos el kilogramo, lo que hizo que el producto quedara fuera del alcance del consumidor local.
Por Tomás Gurmandi
Fuente Diario La Nación