Una de las estrategias para incrementar las exportaciones locales que se plantea desde el ámbito oficial de Mendoza, tiene que ver con la diversificación de productos disponibles para vender en el mundo. Y es ahí donde Chile podría tener un rol protagónico. Sucede que están entrando en la oferta exportable de Mendoza productos no tradicionales, muchos de los cuales se adaptan a la demanda chilena, como está pasando con la metalmecánica, el software y los muebles, por nombrar algunos.
Estas perspectivas llevaron a que, según trascendidos, la Fundación ProMendoza, dedicada a la promoción de exportaciones locales, esté evaluando la posibilidad de ‘hacer pie’ en Chile para potenciar las posibilidades de los empresarios mendocinos.
En este escenario, la pregunta del millón es si Chile, como destino de exportaciones, puede quedarse con el lugar que Brasil tienen para las ventas mendocinas.
Por el momento la respuesta sería “no”, aunque las ventas a Brasil cayeron un 28% entre 2000 y 2002 (últimos datos disponibles) y, según información preliminar habrían disminuido un 20% en 2003 contra el año anterior. Por el contrario, los envíos a Chile aumentaron un 15% entre 2000 y 2002.
“Chile va a ser un buen mercado para Mendoza”, reconoció Rodolfo Vargas Arizu, titular de la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo, quien aclaró que sólo espera un desarrollo del mercado trasandino para los productos no tradicionales de la provincia.
Desde ProMendoza, Héctor Smud advirtió que “Chile genera grandes expectativas en el comercio exterior de la provincia, especialmente para los nuevos exportadores”. Más precisamente para los que tengan una oferta no tradicional, ya que “hay productos, como los alimenticios en general, en donde no existe mayor interés por parte de los trasandinos”.
Asimismo, el gerente del organismo de promoción sostuvo que “por lo general, los nuevos exportadores tienen en su cabeza a Chile como principal destino, incluso sobre Brasil”, y explicó que además de la cercanía y el idioma, juega un rol fundamental el hecho de la seriedad en el pago de las ventas, situación que no siempre se cumple en las transacciones con Brasil.
Por Germán Sala
Fuente Diario Los Andes