Las pequeñas y medianas empresas locales forman consorcios en el marco de instituciones privadas y gubernamentales para contar con más herramientas a la hora de salir a competir al mundo. A través de la formación de grupos exportadores, las PYME argentinas intentan penetrar en los mercados internacionales a través de la elaboración de planes de negocios y de la búsqueda de capacitación, de manera tal de lograr un acceso que sería prácticamente imposible si intentaran hacerlo en forma individual, al menos en el actual contexto económico y financiero.

La importancia de la asociación radica, de acuerdo con la Fundación Export.Ar, en que una PYME por separado exporta como máximo a tres destinos, en el mejor de los casos, mientras que asociadas entre sí pueden dedicarse a siete u ocho mercados.
Además, esta modalidad permite también el ingreso a países de más difícil acceso.

Dentro del modelo de asociatividad, algunos grupos son monosectoriales, aunque otros pueden agrupar a empresas de distintos rubros, en cuyo caso generalmente el objetivo principal no es la venta de productos en forma conjunta sino la promoción de sus mercaderías individuales bajo una mentalidad asociativa.

En la actualidad, el programa de Export.Ar cuenta con más de 30 consorcios, entre los que se cuentan grupos de exportadores de material hospitalario, artículos deportivos, libros, muebles, miel, indumentaria y turismo receptivo, entre otros.

Por su parte, la Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa y Desarrollo Regional (Sepyme) trabaja desde hace dos años con más de 20 consorcios exportadores agrupados por sectores productivos que llevan su mercadería tanto a la región sudamericana como al resto del mundo.

El Programa de Apoyo a Grupos y Consorcios Exportadores de la Sepyme tiene como finalidad apoyar la conformación, consolidación y desarrollo de grupos de empresas PYME –constituidos formal o informalmente como consorcios– con el objetivo de iniciarse en la actividad exportadora, recuperar posiciones comerciales en los mercados externos o bien incrementar y diversificar sus colocaciones en otros países.
Bajo esta modalidad, hasta diciembre de 2001 los consorcios exportadores de la Secretaría PYME habían generado ventas en el exterior por más de 20 millones de dólares.

En todos los casos, los programas de asociatividad brindan capacitación y herramientas generales para poder identificar los mercados con demanda para los productos, los contactos comerciales y operativos. Sin embargo, no tienen posibilidades de brindar financiamiento, por lo que el papel de la capacitación se presenta como una de las bases de estos programas.

En ese sentido, fuentes consultadas en Sepyme señalaron que muchas empresas que quieren exportar no cuentan con las herramientas necesarias, como un plan de negocios o un producto adecuado a los gustos y normas de los mercados internacionales.

Además de los programas originados a través del Estado, existen iniciativas privadas para la formación de consorcios de empresas, dentro de las que se enmarca el programa de Grupos Asociativos del Instituto para el Desarrollo Empresarial en la Argentina (IDEA), que es un emprendimiento privado y arancelado, a través del que se capacita a las empresas con intereses en la asociación como método para exportar, generar nuevos mercados y clientes, mejorar la competitividad y elaborar planes de negocios.

Otra variedad es el padrinazgo privado dentro de los programas de asociación. Por ejemplo, la empresa Dupont fomenta, a través del programa de Apoyo a las Exportaciones (Apex), la formación de grupos exportadores y la implantación de estrategias asociativas entre sus clientes para coordinar negocios conjuntos en diversos rubros.
FUENTE: El Cronista Comercial