Las importaciones de China, cuya economía crece a razón de un 8% anual, están sirviendo de impulso a la expansión económica del resto del mundo.
China, criticada en EE.UU. por quienes dicen que sus exportaciones baratas están haciendo desaparecer empleos, se está convirtiendo en un beneficio económico para gran parte del resto del mundo, debido a sus importaciones. Las compras chinas al exterior aumentaron 41% en los primeros nueve meses del 2003, con lo cual China suplantaría este año a Japón como el tercer mayor importador del mundo, después de EE.UU. y Alemania. Las compras han contribuido a que suban los precios de productos básicos, desde metales hasta insumos agrícolas, y a que aumenten las ganancias de firmas asiáticas como siderúrgicas y fabricantes de equipos de construcción.
"China se ha convertido en motor de crecimiento mundial", dijo Donald H. Straszheim, ex economista jefe de Merrill Lynch. "Todo el mundo espera que EE.UU. sea la locomotora mundial, pero ahora los chinos también están cumpliendo un papel".
La economía china, la sexta del mundo, se está expandiendo a un ritmo de 8% anual, tres veces más que el del Grupo de los Siete países más industrializados. El producto interno bruto de China, de US$1,24 billones, es poco más de un décimo el de la economía estadounidense de $11 billones, y casi un tercio el de Japón, la segunda economía del mundo.
"Según nuestros cálculos, el crecimiento económico chino representó 17,5% del crecimiento total del PIB mundial en el 2002, más de cuatro veces su participación de 4% en la economía mundial", dijo Stephen S. Roach, economista jefe de Morgan Stanley en Nueva York. "El impacto económico de China parece haber aumentado en el 2003".
La siderúrgica Posco, la cuarta del mundo, y la japonesa Komatsu, el segundo fabricante de equipos para construcción del mundo, atribuyen la mejora de sus ganancias en parte al incremento de sus ventas en China.
China también está siendo un mercado para materias primas y componentes de países vecinos como Corea del Sur, Taiwán y hasta Japón, que ahora considera al país uno de sus principales clientes junto con EE.UU.
Pese a eso, en EE.UU. predomina la queja de que China le está quitando empleos al país y que no compra productos estadounidenses. EE. UU. perdió 2,6 millones de empleos desde que el presidente George W. Bush asumió el cargo.
El caso de EE.UU.
El secretario de Comercio de EE.UU, Don Evans, denunció este mes a China como un mercado cerrado, y predijo que el déficit comercial de EEUU con el país más poblado del mundo alcanzará un récord de US$ 130.000 millones este año.
Aunque China tiene superávit comercial con EE.UU., tiene déficit con el resto del mundo. El año pasado China compró productos y servicios por 352.000 millones de dólares y exportó 388.000 millones, un superávit de 36.000 millones frente al resto del mundo. Si se descuenta el superávit comercial con EE.UU. ?103.200 millones en el 2002 ?, China registró un déficit de US$67.200 millones con el resto del mundo.
Este año el superávit mundial de China podría contraerse a US$ 18.000 millones, como resultado de US$ 477.000 millones en importaciones y US$ 495.000 millones en exportaciones, según Hong Liang, economista de Goldman Sachs Asia. Excluido su superávit con Estados Unidos ? que sería no inferior a US$121.000 millones ?, el déficit de China con el resto del mundo totalizaría US$103.000 millones.
Para el 2010, China probablemente superará a EE.UU. como principal socio comercial de la Unión Europea, estima la UE.
Además, China es el mayor receptor de inversión externa del mundo; atrajo US$ 53.000 millones en 2002. En los últimos tres años, ha aumentado sus tenencias de bonos del Tesoro de EE.UU. en US$ 55.000 millones, lo que convierte al país en el tercer mayor tenedor extranjero de estos bonos. Pronto ocupará el segundo lugar, detrás de Japón.
Fuente Diario Clarín