Chile compra argentino
La venta de productos manufacturados argentinos a Chile ha experimentado un importante auge, favorecida por la depreciación del peso, que torna más competitivas las exportaciones. La crisis y la consecuente depreciación del peso con respecto al dólar han dotado a las exportaciones argentinas de una mayor competitividad: las que se dirigen a Chile son un buen indicador al respecto, puesto que se han incrementado las ventas de productos manufacturados a ese país de manera significativa.
No es que haya aumentado el monto global de las importaciones chilenas procedentes de Argentina; por el contrario, estas disminuyeron entre enero y agosto de 2002 casi un 11 por ciento, hasta alcanzar los 1.726 millones de dólares. Lo que varió sustancialmente es la composición de estas importaciones.
- Cambio cualitativo
Si en 2001 el 60 por ciento de las ventas argentinas en Chile era de productos primarios, particularmente energéticos, como petróleo, gas y electricidad, en los meses que han transcurrido de 2002 ese rubro representa la mitad, en tanto creció espectacularmente el de los productos manufacturados, como televisores, automóviles, muebles y determinados materiales de construcción, que cuentan con una mayor proporción de valor agregado.
Por otra parte, la disminución del monto de las exportaciones en dólares no implica que se haya reducido el volumen físico de las mismas, sino que es una expresión de la devaluación del tipo de cambio.
El transporte de mercancías argentinas que cruza la cordillera de los Andes por la aduana de Los Libertadores se incrementó un 20 por ciento entre enero y agosto de este año.
En cambio, ese mismo paso pero en sentido inverso, es decir el de los productos chilenos hacia Argentina, sufrió una reducción de casi el 40 por ciento.
Es que la crisis argentina puede favorecer a las exportaciones, pero afecta de manera dramática el consumo interno.
Así se explica la drástica contracción de las importaciones procedentes de Chile (como las originarias de otros países), que en el lapso mencionado alcanzó a más del 63 por ciento, ascendiendo a la exigua cifra de 152 millones de dólares.
Ciertos artículos, que antes lucían una presencia más que modesta en la cesta exportadora argentina, como televisores, muebles o determinados fertilizantes, hoy desempeñan un papel importante.
Autos, grifería, sanitarios, cerámicos Lo mismo cabe decir de los materiales de construcción y de elementos como los sanitarios, grifería y cerámicos, en los que la industria argentina tiene una larga tradición y que hoy son requeridos cada vez más en el país trasandino.
También los automóviles y la indumentaria han multiplicado su presencia en Chile.
Uno de los fenómenos curiosos que ha generado la nueva situación es que las empresas forestales chilenas, que tradicionalmente exportaban madera aglomerada a Argentina, ahora las importan desde ese país, porque les resulta más barato y porque el consumo en la nación del Plata ha disminuido notablemente.
Es de hacer notar que el drástico descenso del precio de la mano de obra en Argentina impacta fundamentalmente en los productos más elaborados y no en los primarios, por lo que es ese sector el más favorecido por las exportaciones.
La competencia de los productos argentinos en Chile no afecta mayormente a los de este país sino a los procedentes de Asia, según han comentado observadores locales.
(Comunica)