La piel de las chinchillas que se crían en la Argentina es altamente valorada en el mundo por su calidad y las posibilidades ciertas de que se conviertan en líderes del mercado se acrecientan de la mano de cientos de productores que ven la oportunidad de concretar un buen negocio con reducido capital inicial.
El secreto: la alta calidad genética del animal que se cría en el país. Es la base fundamental en la que se sustenta un futuro promisorio para el sector.
Contrariamente a otros rubros, en el caso de las chinchillas la realidad económica no pudo ser mejor: durante la vigencia de la convertibilidad varios productores aprovecharon para importar animales con alta calidad genética y, ahora, tras la devaluación, las condiciones para exportar son muy buenas.
Para tener una dimensión del mercado, basta señalar que la Argentina figura en el cuarto lugar dentro del mercado exportador mundial y el año último se vendieron al exterior alrededor de 40.000 pieles, cifra que puede llegar a 50.000 este año, según las previsiones del sector. En el mundo, se producen anualmente alrededor de 500.000 pieles y los principales productores son Estados Unidos, Canadá y Croacia, pero el ranking está sujeto a modificaciones constantes.
"En la Argentina podríamos llegar a producir alrededor de 100.000 pieles al año pero falta una mayor cultura en este sector y una constante presencia en los mercados del exterior", dijo a La Razón Rubén Romero, director del Consejo Argentino de la Industria de la Chinchilla, entidad que nuclea a más de 1.000 productores locales.
TIPOS
Desde la Argentina se exportan pieles crudas y curtidas pero sólo el 10% corresponde al primer tipo. El otro aspecto importante es que la exportación de productos terminados es casi inexistente pero se esboza una perspectiva también prometedora ya que algunos productores comenzaron a animarse a vender apliques, botas, guantes, tapados o estolas. Tanto Europa como el sudeste asiático constituyen los mercados más atractivos.
Jorge Eguía, presidente de la Asociación Criadores Internacionales de Chinchillas, que agrupa a 70 productores de diferentes regiones del país, subrayó la importancia de la asociatividad a la hora de encarar un proyecto de exportación y, de ser posible, llegar a la Feria de Copenhague, la oportunidad anual más propicia para establecer contactos y conocer de primera mano la demanda en el mundo.
El club de la piel
El "boom" de este animalito llegó al punto que cerca de un mes atrás quedó constituido, en una experiencia inédita en el mundo, el primer Club Internacional de Pieles, una agrupación destinada a abrir mercados que funcionará en la Argentina y promete gran proyección. Criadores de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y La Pampa se reunieron en La Plata y dieron el puntapié inicial del Club. Incluso, ya organizaron el primer remate de reproductores, en Bolívar, y llevarán la experiencia a otras ciudades.
Inversión, costo y rendimentos
La producción de chinchillas es uno de los rubros con inversión inicial más reducida, y los rendimientos comienzan al poco tiempo. Además, el mantenimiento de los animalitos no requiere costos elevados. Una persona puede iniciarse en este negocio con un plantel, lo que significa 5 madres y un macho. Ello insume un costo aproximado de US$ 750, siempre que se trate de animales de alta calidad genética. Año tras año puede duplicarse la cantidad de vientres y un productor estará en condiciones de exportar cuando haya alcanzado los 5 planteles, es decir 25 madres y 5 machos. Para entonces, deberá estar produciendo alrededor de 200 pieles. Cada piel tiene un valor promedio que se ubica entre los US$ 25 y US$ 30, según la cotización.
Fuente Diario La Razón