Los presidentes Néstor Kirchner y Jorge Batlle, acordaron ayer reactivar el Mercosur con la puesta en marcha de posiciones comunes en las negociaciones externas de ambos países, como en el caso de la deuda pública; en la integración física con obras públicas, y en la creación de instituciones que integren al bloque, que aún no existen. Ese fue el principal resultado del viaje de Kirchner, que llegó en su helicóptero con su antecesor Eduardo Duhalde, que el 14 de diciembre próximo estrenará el cargo de presidente de la Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur.
Durante la reunión, con asado como almuerzo, Duhalde escuchó y se actualizó de todos los problemas, mientras que Kirchner estuvo distendido y Batlle resultó, como era de esperar, el más locuaz.
Pese a la previa frialdad entre los presidentes, situados en las antípodas ideológicas -el argentino, más progresista; el uruguayo, conservador-, Kirchner agradeció a Batlle "la sinceridad y la profundidad" de los "temas difíciles" que tocaron.
Batlle anunció que aceptó la invitación de su visitante para reunirse el 19 de noviembre próximo en el glaciar Perito Moreno, en Santa Cruz, para celebrar los 30 años del Tratado del Río de la Plata entre los dos países.
En cuanto a la obra pública, el mandatario argentino se comprometió ante Batlle a impulsar la construcción del puente Buenos Aires-Colonia, por pedido de su par uruguayo.
Le dijo a su anfitrión que le pedirá al Senado argentino que apruebe el tratado, que tiene legitimación total del parlamento oriental.
"Queda clara la voluntad del presidente Kirchner de alentar la aprobación en su parlamento", dijo el canciller uruguayo Didier Operti que puso el asunto en el primer plano.
Operti y el canciller argentino, Rafael Bielsa, dieron una conferencia de prensa conjunta en los arbolados jardines de la estancia Anchorena, residencia presidencial uruguaya. Lo hicieron tras una breve introducción de los presidentes.
Kirchner subrayó un tema de especial interés del Gobierno. "También hablamos del caso Gelman, que es muy importante para los argentinos y para Uruguay", dijo, de lo que se informa por separado.
Batlle invitó a Kirchner a visitar cualquier día la estancia Anchorena ("Es tierra uruguaya-argentina", dijo), a 30 kilómetros de aquí. La mansión de estilo inglés y sus 1300 hectareas de tierras fueron donadas al gobierno uruguayo en 1965 por Aarón de Anchorena, un argentino que cruzó en globo aerostático el Río de la Plata, en 1907, junto con Jorge Newbery, y bajó en esa zona, donde compró campos.
Temario conjunto
Sobre las medidas de reactivación del Mercosur, Bielsa enumeró que se acordó fijar una posición común sobre "la negociación externa de la deuda de nuestros países; sobre la obra física, y sobre la integración institucional, con la creación de órganos de integración que todavía no están funcionando".
Según se supo, se acordó avanzar en la creación de un tribunal de resolución de controversias para el bloque. Pero Bielsa hizo especial hincapié en las negociaciones externas. E invitó a Operti a participar de la reunión de los cancilleres del G-22, hoy, en Buenos Aires, donde se acordará una posición común para llevar a la reunión de la Organización Mundial de Comercio, en noviembre próximo.
Se pretende allí negociar el ALCA con EE.UU., pero presionar a este país para que quite subsidios a sus productos. Uruguay, en cambio, busca negociar un acuerdo bilateral con Washington, al estilo Chile. Por ello, se diferenció. "No somos G-22, vamos sólo como invitados del anfitrión", dijo Operti.
Kirchner y Batlle acordaron también analizar si la planta de celulosa M´Bopicuá podrá radicarse en la costa uruguaya, frente a Entre Ríos, sin contaminar el medio ambiente en ambos países.
Por Mariano Obarrio
Fuente Diario La Nación