El grupo de capitales italianos Arneg lanzó un plan de negocios regional de exportaciones hacia diversos puntos del planeta que tiene como cabecera a la planta de Rosario. El sábado pasado se realizó en la ciudad una reunión regional del grupo que fabrica equipamientos para supermercados y la industria alimenticia, con la presencia de representantes del grupo de toda Latinoamérica y fue presidida por el titular del grupo, Roberto Marzaro. El plan de la compañía prevé multiplicar por dos las exportaciones el año próximo. De ese modo, las ventas externas pasarán a representar un 35 por ciento de la facturación global. Las colocaciones externas tendrán como destinatarios a países del Mercosur y del resto de Latinoamérica, pero también se diversificarán hacia mercados no tradicionales de Asia y Africa, como Taiwán, Indonesia y Uganda.
La base para el despliegue internacional es la complementación de la producción local con las plantas industriales ubicadas en Brasil y Colombia, y una estandarización de los productos y procesos de producción que le permite producir con igual calidad en distintos emplazamientos.
En los primeros nueve meses del año Arneg exportó desde su planta de Rosario por más de un millón y medio de dólares y las ventas externas representan hoy un 25 por ciento de la facturación global.
El grupo italiano ingresó en la Argentina en 1994, cuando inició una joint venture con la empresa local Raffo. Un año después constituyó una sociedad (Arneg-Raffo) y a principios de 2003 asumió el control del 100 por ciento de las acciones de la empresa, en el marco de un proceso de inversión por 15 millones de dólares, que se aplicaron para optimizar la producción y al saneamiento financiero.
En el medio sobrevino la devaluación y la obligación de asumir "fuertes pérdidas", según planteó Marzaro en diálogo con lc, pero al mismo tiempo la producción local adquirió un nivel de competitividad que permitió redefinir la política de producción.
Las exportaciones permiten minimizar el impacto de un mercado interno que se presenta desfavorable, tanto para la Argentina como para Brasil. "Las ventas en el mercado local treparon un 950 por ciento este año con relación al 2002, lo que pasa es que comparamos con niveles paupérrimos", planteó Piero Carletto, el Ceo de Arneg en la Argentina.
Ocurre que el supermercadismo frenó la expansión registrada durante la década de los 90 por un doble fenómeno, la depresión del mercado de consumo, que recién en los últimos meses comenzó a revertirse, y las limitaciones que impusieron las provincias a la expansión de las grandes superficies.
Marzaro sostuvo que la ecuación ideal para el negocio requiere de un mercado interno más sólido, pero dijo que confía en una "rápida recuperación" del país. De todos modos, planteó algunos problemas que se deben resolver para no ponerle palos en la rueda a la producción:
- La existencia de posiciones monopólicas en la provisión de insumos, más precisamente en la provisión de chapa de acero. "Así se privilegian exportaciones de menor valor agregado, que significan menos empleo, en desmedro de las industrias argentinas", criticó el ejecutivo.
- Retrasos en la instrumentación de los reintegros a la exportaciones de bienes de capital, que tardan en promedio entre 120 y 150 días.
- El desfasaje entre IVA compras e IVA ventas, lo cual provoca que el impuesto pierda su neutralidad.
Arneg es una empresa de más de 40 años de actividad con sede en Pádova, en el norte de Italia. Produce exhibidores y vitrinas refrigeradas, cámaras frigoríficas, centrales de frío, estanterías metálicas y toda clase de equipamientos.
La capacidad instalada de la planta localizada en la zona sur de Rosario está habilitada para quintuplicar los niveles de producción actuales, lo cual significaría multiplicar por tres la cantidad de personal.
Fuente Diario La Capital de Rosario