Con el primer embarque de 40 toneladas de peras comercializado en Israel, uno de los mercados con más exigencias en sanidad y calidad de los productos agroalimentarios, quedó formalmente habilitada esta plaza, por primera vez, a las frutas de pepita procedentes de la Argentina. Esta primera exportación de peras es el resultado de un protocolo suscripto, el 20 de marzo del año pasado, entre el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) y el Servicio de Inspección y Protección Vegetal de Israel.
El acuerdo, que se formalizó luego de más de siete años de tratativas, incluyó reiteradas visitas de expertos israelíes a Río Negro y Neuquén y permite lña exportación de peras y manzanas.
Las peras exportadas, de la variedad D`Anju, cumplen las más estrictas exigencias fitosanitarias, entre ellas un control entomológico, realizados en el laboratorio del SENASA de Villa Regina en Río Negro, para descartar la presencia de insectos.
Además, el producto fue enviado por vía marítima transportado en dos contenedores refrigerados, que le permite conservar intactas su sanidad y calidad.
Argentina ocupa un lugar destacado como exportador mundial de peras. Entre enero y mayo de este año los envíos al exterior del producto sumaron 285.196 toneladas por 129.345.000 dólares, lo que significa un aumento del 9 por ciento en volumen con respecto al mismo periodo de 2002.
SENASA