La exportación de madera misionera sigue en aumento. En los primeros cuatro meses del año, las pequeñas y medianas fábricas de esta provincia colocaron su producción en el exterior por unos US$ 7 millones, según el gerente de la Asociación Maderera, Aserraderos y Afines del Alto Paraná (Amayadap), Juan Pardal. Se calcula que del total de 600 aserraderos en funcionamiento, el 95% está trabajando a pleno, con una sostenida demanda tanto del mercado interno como del externo. Si la tendencia se mantiene, a fines de año las Pyme forestales locales superarían el récord de ventas, con US$ 20 millones, un 30% más que las registradas en 2002.
Los destinos donde se envían diversas líneas de productos -la mayoría elaborada con pinos procedentes de bosques artificiales- son EE.UU., Canadá, España, México, Alemania, Italia, Japón y países del sudeste asiático. El gerente de Amayadap indicó que preferentemente se exportan pisos terminados e insumos para fabricación de muebles, así como muebles terminados, tablas aserradas, "finger joints", tirantes y machimbres para revestimientos.
"Con un dólar a 3 pesos se pueden concretar operaciones interesantes y explotar nuestros bosques respetando normas ambientales, siempre y cuando los costos internos no se desborden", explicó. Entre los costos mencionó la presión fiscal, tanto nacional como provincial, el incremento del precio de los combustibles, del flete, de energía eléctrica y de otros insumos.
Este informe se refiere solamente al rendimiento de fábricas de menor envergadura. En cambio, no incluye las grandes plantas igualmente operando a pleno, como el megaaserradero del Alto Paraná, en Puerto Piray, que elabora 250.000 metros cúbicos anuales, por lo que se lo considera uno de los más grandes de América del Sur; ni tampoco el aserradero San Jorge, que pertenecía a Perez Companc, en Puerto Bosseti, adquirido recientemente por la compañía chilena Arauco, propietaria del complejo industrial de Piray, donde funciona otra fábrica de tableros de mediana densidad (MDF).
Políticas activas
El grupo proyecta radicar capitales por US$ 60 millones para ampliar las instalaciones en aquella localidad, con miras a duplicar los niveles de producción en los próximos dos años.
Para atender la demanda de materia prima, el sector requiere avanzar con el programa de plantaciones previstas por la ley nacional 25.080. Al respecto, la Asociación Forestal Mesopotámica (Afome) reclama a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Nación el pago de aportes establecidos por la norma, que tiene un retraso de 3 años, destinados a forestadores con planes aprobados oficialmente y puestos en ejecución.
Por César Sánchez Bonifato
Fuente Diario La Nación