El mercado del vino mueve 8.000 millones de dólares cada año. Rusia es uno de los países con mayores índices de consumo de alcohol per capita del mundo. El mercado del vino en Rusia no es tan prometedor como el chino, pero el potencial es enorme y su evolución en el período 2012 - 2013 ha sido muy positiva. La bebida espirituosa más
ampliamente consumida es el vodka, aunque la popularidad de otras espirituosas como el whisky, ron o el brandy es elevada. En lo que se refiere al vino, su consumo se sitúa en torno a los 5-7 litros per capita al año y se mantiene más o menos estable con tendencia al alza desde hace varios años.
El volumen del mercado del vino en valor, según estimaciones no oficiales es de 8.000 millones de dólares. La producción rusa de vino no es capaz de satisfacer la demanda existente debido a la insuficiencia de oferta así como a la poca calidad de los vinos rusos, por lo que la mayor parte del vino consumido en Rusia es importado (aproximadamente un 55-60% de la oferta total).
En el periodo 2011-2013 España se consolidó como el tercer suministrador de vinos embotellados al mercado ruso, por detrás de Francia e Italia, aunque la situación de los vinos de calidad españoles es frágil.
Para 2014 las previsiones de demanda de vinos de calidad son menos optimistas que en 2013, debido a que la debilidad del rublo y a la ralentización de la actividad económica podrían reducir las ventas de los vinos de gama premium.
El aumento de los precios en Francia, Italia y España quizás tenga algún efecto negativo sobre las importaciones porque los importadores rusos asumen con dificultad las subidas de precios por el aumento proporcional del pago de aranceles e IVA en aduanas.
En 2012, último año para el que las estadísticas están disponibles, la Federación Rusa importó vino de España por valor de 89 millones de euros, de los cuales el 67% correspondió a vino embotellado y el 25,2% a vinos a granel y el 6% a vino espumoso.
Las exportaciones españolas de los vinos a granel y envases superiores a 2 litros en 2012 han experimentado una caída del 63,7%. Las exportaciones de vino embotellado experimentaron un importante crecimiento del 21,2%. El precio medio (por litro) del vino español con D.O. es de 1,4 euros, frente al 2,19 de Italia o 2,22 de Francia.
Los principales competidores del vino español de calidad son Francia, Italia y Nuevo Mundo, principalmente Chile y Argentina aunque existen marcas de Sudáfrica (Simonsig) o Australia (Yellow Tail) muy fuertes y bien posicionadas en el mercado.
En lo que respecta a los vinos franceses, la tradición y la imagen de “glamour”, lujo y refinamiento con la que los rusos asocian a Francia, les hace ocupar el segmento “premium”. Los precios de los vinos franceses son por lo general más elevados que los de los italianos o españoles y su posicionamiento como producto de calidad mucho más sólido.
El caso de Italia también es interesante porque el fortísimo apoyo que le presta su gastronomía (un 30% de los restaurantes de Moscú son italianos) algo que les permite posicionar muy bien sus vinos en las cartas de restaurantes e, indirectamente, en la distribución minorista.
De hecho Italia vende más vino en Rusia que Francia, gracias a sus ventas de espumoso (prosecco y Asti) y en el canal Horeca (on trade), Italia ha superado claramente a Francia.
Distribución del vino en Rusia
La distribución del vino en Rusia se caracteriza por una cadena relativamente corta en la que las funciones de importación y distribución se solapan.
En algunos casos, los importadores cuentan hasta con sus propias tiendas, es decir controlan toda la cadena desde la importación hasta la venta al detalle.
La enorme dimensión del país ha determinado la aparición de dos tipos de redes de distribución: una, a nivel nacional formada por grandes importadores y distribuidores de Moscú y San Petersburgo que comercializan el producto en las principales ciudades del país y otra, a nivel regional, formada por distribuidores más pequeños pero bien asentados en regiones y que capilarizan las redes de los grandes importadores en las regiones rusas. Una tendencia que apuntan todos los analistas es el peso que cada vez más tiene la distribución moderna en las ventas de vino. En algunos casos las cadenas importan directamente parte de su lineal de vinos (Azbuka Vkusa) o tienen planes para ello (Metro).
El vino con mejor relacion precio calidad
El vino español no tiene un mal posicionamiento en Rusia: es conocido entre los importadores y asociado a un producto de buena relación precio-calidad.
No obstante, el consumo de vino español con D.O. es aún reducido debido a que en muchos casos la calidad estimada, aunque sea alta, no se corresponde con los elevados precios de venta en tiendas y restaurantes.
Por ello, es posible conjeturar que el aumento futuro de la demanda de vinos de nuestro país en la Federación Rusa dependerá de que el precio se adecue a la calidad estimada, lo cual debe conseguirse invirtiendo en su imagen de calidad y potenciando la marca del vino español.
Como factor positivo es preciso destacar que el interés del mercado hacia los vinos de calidad está aumentando (hay casi unanimidad entre los importadores a este respecto), igual que el conocimiento de variedades y vinos que hasta hace poco eran desconocidas como el Verdejo o el Albariño.
El segmento de vinos de mesa en Rusia seguirá presentando interesantes oportunidades para las empresas de nuestro país porque los españoles, gracias a su calidad notable y a unos precios muy ajustados, son los únicos de Europa occidental que hoy en día pueden competir en precio y calidad en ese segmento. Fuente: Vinetur