Desde 2003, la industria gráfica viene experimentando un importante crecimiento en términos de producción, inversiones, exportaciones, empleo y productividad. El sector, compuesto principalmente por PyMEs, involucra a diversos tipos de actividades que van desde la confección de sobres, envases flexibles, estuches, etiquetas (planas y autoadhesivas), formularios continuos, gigantografías, libros, revistas, artículos de papelería comercial y valores e impresos de seguridad. Según datos de la Federación Argentina de la Industria Gráfica y Afines (FAIGA), durante el período 2003-2009 las exportaciones del sector se incrementaron un 146%, pasando de u$s 113,2 millones a u$s 165,8 millones. Los segmentos de mayor peso (en dólares) en la canasta exportadora son las ediciones gráficas (23%), los estuches (22%), los envases flexibles (20%) y las etiquetas (16%). Dentro de este grupo, el de envases es el que mayor dinamismo ha registrado en los últimos años. En tanto, los principales destinos de las ventas externas en 2009 fueron: Brasil (19%), Chile (19%), Uruguay (14%), México (9%) y Venezuela, que concentran el 60% de las exportaciones del sector.
Para promover el perfil exportador del sector, durante la Expo Argentina Gráfica se llevó a cabo una ronda de negocios inversa. En ella participaron 15 pymes argentinas que cerraron negocios con representantes de empresas latinoamericanas que viajaron al país a través del programa ProArgentina, dependiente de la Secretaría de Industria. La expo, en la que participaron más de 150 expositores, finalizó con récord de asistentes y un volumen de negocios cerrados de más de u$s 15 millones.
Libros
En 2009, por primera vez en los últimos siete años, el sector productivo editorial de Buenos Aires (donde se concentra casi el 80% de esta industria) sufrió una caída en la edición de ejemplares impresos de casi 8%. Según datos del Observatorio de Industrias Culturales (OIC) de la Ciudad, mientras la cantidad de títulos editados viene aumentando (se publicaron 23.605 títulos el año pasado, lo que implica un crecimiento del 3,2% respecto al 2008), cayeron a 89,3 millones los ejemplares impresos (desde los 97 millones del año anterior).
No obstante, los cambios tecnológicos a partir de las nuevas modalidades para la circulación y consumo de libros, tales como el e-book, tiendas y bibliotecas de libros digitales, aún no se hicieron sentir con intensidad en el mercado local. Según datos de la Cámara Argentina del Libro (CAL), sólo 152 libros con 9.100 ejemplares fueron realizados con el formato e-book durante 2009. Por otra parte, se mantiene la dificultad del segmento comercial para acceder a ubicaciones de mayor movimiento turístico y comercial debido al fuerte incremento de los alquileres y una rentabilidad que es superada por otros rubros, con los cuales compite por los espacios. En tanto, el segmento productivo se enfrenta con los costos elevados y crecientes de su principal insumo, el papel. Esto compromete los márgenes de ganancia y la salida exportadora, que durante 2009 cayó fuertemente, a partir también de la crisis económica internacional.
El motivo subyacente a este comportamiento “puede estar dado por la alta elasticidad del ingreso de los bienes culturales en general y de los libros en particular. “Ante disminuciones (aumentos) de los ingresos percibidos o expectativas negativas (positivas) respecto al nivel de ingresos futuros, las personas disminuyen (aumentan) el consumo de dichos bienes proporcionalmente más que la variación de sus ingresos”, destaca el análisis del OIC. En este sentido, “la desaceleración observada hacia el final del período es más pronunciada que la verificada en el PBI”, indica el informe. “En 2009, mientras el PBI tuvo un aumento del 0,9% (INDEC), la producción editorial cayó un 8%”.
Diarios
La venta de diarios impresos, en 2009, profundizó la tendencia negativa del año anterior, según el Observatorio de Industrias Culturales de la Ciudad de Buenos Aires. En 2008, el promedio de venta en todo el país se redujo 0,9%, mientras que en el 2009 la reducción fue de 4,8% en relación con el año anterior.
Después de la crisis, y a partir del año 2003, los diarios impresos habían presentado una recuperación progresiva durante cuatro años. Dicha actividad editorial mostró una evolución positiva hasta el 2006. En 2007, las ventas netas a nivel nacional del sector de diarios impresos descendieron aproximadamente 2%. La tendencia declinante continúa hasta la actualidad.
Según el análisis del OIC, “esta baja en la venta de diarios impresos es acorde a una tendencia internacional, ya que la crisis económica que afecta al mundo reduce la inversión publicitaria. En la Argentina, durante 2009 la inversión publicitaria en diarios alcanzó los $ 2,54 millones en valores constantes, y representa el 28% de la inversión publicitaria nacional. Fuente: Diario El Cronista.