Por Adolfo Trípodi Presidente de ProMendoza.
Desde su creación en 1996, la Fundación ProMendoza ha asistido al desarrollo del perfil exportador de las empresas regionales, incrementando el crecimiento de sus ventas y la promoción del comercio exterior. Es su propósito permanente: afianzar la internacionalización empresarial e impulsar las medidas que beneficien la inserción de la oferta económica de Mendoza en el comercio internacional. Para ello, ha asumido un reto inédito e histórico en la vida institucional de la provincia, uniendo al objetivo de insertarla definitivamente en el globalizado y cambiante contexto internacional, con la vocación y decisión de realizar un aporte significativo para mejorar la competitividad de las empresas.
El organismo -resultado de la fusión de esfuerzos públicos y privados- es una red interactiva de servicios que incorpora de año en año nuevos productos exportables y ha ampliado las oportunidades comerciales de las empresas, dirigiendo los esfuerzos a mercados más sofisticados que requieren productos de mayor valor agregado.
Instalar la marca “Mendoza” en los mercados
Estratégicamente, la meta es consolidar la base exportadora provincial, incorporar nuevas empresas e instalar la marca “Mendoza” en los mercados internacionales. Cuenta con servicios de información, actividades de promoción comercial y gerencia las agrupaciones de empresas productoras con actitud de integración e interesadas en desarrollar proyectos de exportación.
Desde ProMendoza estamos comprometidos en el crecimiento de las exportaciones del sector agroalimentario e industrial de las pymes.
Para proyectarnos al futuro, hemos empezado a establecer vínculos con mercados no tradicionales, como el Sudeste Asiático e integrado estratégicamente con países vecinos como Chile.
Esfuerzos entre el Gobierno y los empresarios
Además de los mercados tradicionales que atendemos, y de esta permanente preocupación por desarrollar nuevos destinos, considero que para desplegar un correcto plan de desarrollo de exportaciones, uno de los puntos clave para tener en cuenta es preocuparnos por las normas de regulación medioambientales, que serán obligatorias en el 2005 para ingresar productos a la Unión Europea, mercado que actualmente es destino de una gran cantidad de exportaciones provinciales.
Para este caso, como para muchos otros, es necesario que las empresas involucradas tomen medidas, se capaciten, incorporen tecnología y procesos que les permitan alcanzar estándares de calidad y cumplir con reglamentaciones exigidas.
Sin embargo, el empresario no puede hacer este esfuerzo individualmente, sino que debe estar acompañado por el sector público, dado que por ejemplo, sería imposible pensar en que un establecimiento pueda cumplir las normas -contando con modernidad en su planta, asepsia y limpidez-, si está rodeado de un basural que contamina el aire.
El esfuerzo debe ser conjunto, entre el gobierno y los empresarios.
Argentina no puede tener un tipo de cambio espasmódico
La promoción de las exportaciones debe estar asociada, con el mantenimiento de un tipo de cambio que responda a la calidad. Argentina no puede tener un tipo de cambio espasmódico. Nuestro país, registra períodos prolongados de estabilidad monetaria y fluctuaciones, mientras que en naciones como Chile o Brasil crece muy despacio, acompañando al conjunto de la economía. El tipo de cambio debe acompañar a la evolución de la economía.
Cuando se comete el error de congelar una variable, pasa lo que vivimos en carne propia: las empresas terminan destruidas porque no pueden competir.
Ejemplo de ello es que actualmente -devaluación mediante-, han aparecido oportunidades de exportación para sectores que hace un año atrás ni pensábamos que pudiesen exportar. Y esto fue porque se pusieron en blanco y negro variables que estaban distorsionadas.
Es imprescindible que el mercado interno exista
La exportación debe ser una política de Estado. Si no lo es, y se deja liberado solamente al esfuerzo del sector privado, ocurrirá que los países terminarán exportando los productos donde las ventajas son tan evidentes que no se puede dejar de hacer, como los granos de la Pampa Húmeda o el petróleo en Medio Oriente. Pero solamente habría oportunidad para esos comodities.
Reitero: para desarrollar un país hay que tener una política de exportaciones. En las naciones más orientadas a la exportación, como el Japón de 1980, el 50% de su producción estaba destinado al consumo interno. No hay que soñar que las exportaciones por sí solas serán el elemento que resuelvan los problemas de un Estado. Esta es una parte más, aunque es imprescindible que el mercado interno exista.
En el contexto actual, y teniendo en cuenta las oportunidades que hoy presenta la Argentina para el extranjero, ProMendoza trabaja en conjunto con la Subsecretaría de Turismo y las empresas privadas, porque en cada una de sus salidas al exterior -para participar en ferias internacionales o misiones comerciales-, se vende Mendoza como marca y se vende la región, además de los productos que se promocionan.
Conclusión
El futuro de las exportaciones de Mendoza es promisorio. Hay un gran potencial para desarrollar y muchas perspectivas de crecimiento. Una vez que se complete la oferta de financiamiento y siempre que se tengan en cuenta las variables antes mencionadas, la provincia podrá mantener un progreso sostenido, hacia mercados nuevos y tradicionales.
Fuente Diario Los Andes