Los servicios comerciales son uno de los componentes más dinámicos del comercio mundial. Mientras el comercio de bienes creció en promedio al 8% anual entre 2000 y 2009, el intercambio de servicios aumentó más de 11%, de acuerdo con datos de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Este dinamismo descansa en una fenomenal reducción de los costos de transporte y comunicación que ha posibilitado una fragmentación del proceso productivo a través de las fronteras de una escala nunca antes vista. La experiencia reciente de países como la India muestra el potencial en términos de desarrollo económico y reducción de la pobreza de la internacionalización de los servicios, con más de 20 millones de personas uniéndose a las filas de la clase media en sólo las dos últimas décadas.
Dentro del país, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) es el territorio que cuenta con las mayores ventajas comparativas para insertarse de forma exitosa en el comercio internacional de servicios. Más del 60% del Producto Bruto Geográfico (PBG) porteño está explicado por los sectores de servicios, una cifra muy por encima de la media nacional.
Ubicada en el corazón del sistema de comunicaciones argentino, con una fuerza laboral altamente calificada en términos relativos y con la mayor concentración de angloparlantes del país, la CABA cuenta con las capacidades para convertirse en un jugador relevante en el mercado global de servicios. El reciente dinamismo de sectores como audiovisual, informática, diseño, profesionales y servicios educativos muestran el enorme potencial de los servicios como motor del desarrollo productivo y social.
CIPPEC encaró en 2009 el desafío de realizar la primera encuesta cuantitativa a empresas exportadoras de servicios de la CABA. El objetivo era doble: lograr una estimación confiable de las exportaciones de servicios porteñas en los cinco sectores estratégicos mencionados y brindar evidencia concreta que permita realizar una radiografía de las empresas que comercializan servicios a través de las fronteras.
Los resultados muestran un panorama con claroscuros. En el lado del sol, las empresas exportadoras de servicios porteñas revelan un reciente y creciente dinamismo, tanto en términos de la cantidad y volumen exportado, como en cantidad de destinos. Además, aparece una significativa capacidad para generar valor y empleo, ejes vitales de toda estrategia de desarrollo con equidad. De hecho, las estimaciones indican que los cinco sectores encuestados podrían estar realizando exportaciones anuales por una cifra que podría fluctuar entre u$s 2.400 y u$s 2.700 millones, con una contribución al empleo formal porteño cercana al 8%.
Del lado de las sombras, existen grandes impedimentos domésticos para el desarrollo, desde la ausencia de financiamiento y la informalidad, hasta la incertidumbre económica y normativa. Por ejemplo, casi 40% de las exportaciones se concreta sin contrato formal alguno. A su vez, casi 70% de las empresas financia sus inversiones a través de reinversión de utilidades; y sólo el 10% de las empresas accede al financiamiento bancario.
También, y quizás como consecuencia de estas barreras, se observan exportaciones concentradas en pocas empresas y dificultades para aumentar las ventas externas promedio fuera de los países del Mercosur. De hecho, las principales 20 empresas exportadoras explican cerca del 80% de las exportaciones y del empleo.
Las exportaciones de servicios permanecen también concentradas geográficamente, con la empresa promedio exportando a cinco mercados de destino. Por productos, se observa una concentración similar: casi dos tercios de las empresas sólo exportan un único tipo de servicio.
Por el lado de las políticas de promoción sectoriales, aparece un elevado nivel de desconocimiento y baja participación en los programas. En cuanto a las barreras de entrada a los mercados externos, se advierte que las empresas se enfrentan a obstáculos, como la ausencia de convenios bilaterales, restricciones de ingreso al mercado y falta de convenios de tratamiento nacional.
Quizá la lección más importante de este trabajo para el futuro es la importancia de contar y mejorar la información estadística disponible para que el diseño y planificación de las políticas públicas hacia este novedoso y dinámico sector se base en un sólido sustento analítico, como material esencial para una gestión eficaz. Por Lucio Castro - Director del Programa de Inserción Internacional de CIPPEC. Diario El Cronista