Siete de las bodegas que se ubican en el top ten de ventas al exterior tienen previsto realizar inversiones por más de $127 millones en el corto plazo. Implantación de viñedos y ampliación de capacidad productiva están a la cabeza de las prioridades. En un país acostumbrado a escuchar de “políticas” y “planes” pero poco a verlos llevarse a cabo, basta repasar las metas que se autoimpusieron las más importantes bodegas exportadoras para confirmar que la visión del PEVI (Plan Estratégico Vitivinícola). El primero en su tipo en el interior del país, puede quedarle chica a la vitivinicultura argentina si las condiciones sólo mejoran un poco: “Que en el año 2020 la industria local alcance ventas totales por U$S 2000 millones (mercado interno y de exportación), participe con un 10% del volumen de las exportaciones mundiales y logre la valoración y el reconocimiento de los consumidores”, es la consigna que las bodegas líderes del país parecen haberse tomado bien en serio.
Después de un 2009 con ventas por U$S 750 millones (en vinos, U$S 628 millones), para el ciclo 2010-2011 la decisión predominante es incrementar desde 12% y hasta 130% los presupuestos de inversión, aunque hay casos de paridad e incluso ajustes. Siete de las diez primeras exportadoras superan los $127 millones en inversiones previstas para el corto plazo, con una mayor superficie implantada y ampliación de capacidad productiva como prioridades.
PEÑAFLOR: Definió su presupuesto en los últimos días, con “una importante previsión de incremento para la división industria”.
Objetivos: Al igual que RPB, uno de sus principales competidores en el mercado interno, desde la compañía se cuidan de dar números. “Visualizamos un crecimiento de exportaciones de vinos embotellados para 2010, previendo un comportamiento diferente en vinos básicos o gráneles, por la problemática de costo de materias primas”, consignan sus voceros.
ESMERALDA: La compañía de Nicolás Catena apostará la mitad del monto pautado (cerca de $3 millones) a implantar 30 hectáreas su superficie con malbec. Actualmente dispone de un 10% de uvas propias y suele reforzar la compra. “La disminución en la inversión total (ver), en relación al período pasado, se debe a que esperamos que el tipo de cambio corregido por inflación descienda bruscamente”, dice Cecilia Razquin, gerente de exportaciones.
Objetivo: vender 20% más. "Esmeralda ha crecido en facturación alrededor de ese porcentaje en lo que va de 2010. Es el doble de lo que teníamos previsto. Ante el costo financiero, es más accesible tercerizar”, admite el director, Ricardo González Villanueva.
LA AGRICOLA (Familia Zuccardi):En base a una reformulación de su programa exportador, la empresa decidió distribuír u$s8 millones entre viñedos y bodega (60%/40%).
Objetivos: Según José Asensio, Export Manager, “la meta es alcanzar 28 millones de botellas, e incrementar 15% las ventas tanto en exportaciones como en el mercado interno”. El mercado externo representa el 65%.
TRIVENTO: Del monto global de U$S 5 millones, 53% corresponde al área agrícola: colocar tela antigranizo en fincas de La Consulta, Luján de Cuyo y el Este, e implantar 140 hectáreas de uvas de alta gama en Tunuyán, sobre mil en desarrollo. Un 41% financia tecnología para mejoras en la calidad. “El resto irá a una apertura gradual al turismo”, comenta Santiago Ribisich, de Finanzas.
Objetivos: exportar 1,7 millón de cajas en 2010, y 2 millones en 2011.
FINCA FLICHMAN: Sin dar precisiones ni cuantificar objetivos,el portugués Ricardo Rebelo, CEO de la bodega, consigna que los U$S 5,5 millones aprobados, “irán a ampliación de capacidad productiva, tecnología de producción y sistemas de gestión. La prioridad es la mejora operativa, con focus en clientes y consumidores”.
NORTON: La bodega de Perdriel confirma que la implantación de 65 hectáreas con tela antigranizo y riego por goteo insumirá 35% de los U$S 5 millones presupuestados. Nueva tecnología de bodega (25%), fraccionamiento y logística (20%), y turismo y estructura comercial (20%), fortalecida con un acuerdo de distribución con Bianchi, completan el combo. “El monto no es fijo, puede variar según la evolución del negocio y requerimiento del mercado”, aclara el gerente de operaciones, Luis Steindl.
Objetivos: Crecer 10% en producción y 25% en ventas. Según Steindl, “buscamos mayor eficiencia en nuestros procesos para paliar la creciente inflación, tanto en procesos productivos como en la red de ventas propia”.
FECOVITA: La pauta declarada de gastos para el nuevo ciclo suma $12,5 millones, más del doble de 2009. El grueso ($6,3 millones) se vuelca en el fraccionamiento, seguido de bodega (mantenimiento, tratamiento de vinos y maquinaria). Fecovita se propone incrementar las ventas 10%, lo que, para el gerente general, Juan Rodríguez, implica “aumentar la participación en los mercados con eficiencia, a través de la relación precio-calidad”.
CHANDON: Es el otro caso de ajuste, junto a Esmeralda. El directorio aprobó una inversión global de más de 3.000.000 euros para 2011. “Tratamos de mantener un nivel sostenido de inversiones”, analiza Hervé Birnie-Scott, director de la bodega. “Se tiene en cuenta lo necesario para mantener el nivel de actividad, agregando el crecimiento proyectado”, completa.
Ampliación de capacidad y tecnología para bodega concentran un 50% del plan. A mejoras en el centro de visitas se destinó un 10%, y otro 15% a renovar viñedos.
Objetivos: producir entre un 6% y 8% más. “Nuestra estrategia de exportación es, desde siempre, establecer y luego fortalecer marcas super-premium. Más que un crecimiento volumétrico puntual y acelerado en destinos de oportunidad, privilegiamos un crecimiento progresivo y sustentable. Tal es así que mantenemos los precios y posicionamientos súper y ultra premium de nuestras marcas en todos los mercados del mundo, con alto nivel de inversión publicitaria y viajes a los mercados para apoyar la distribución”, puntualiza el ejecutivo.
Al márgen, Birnie-Scott también valora el trabajo conjunto destrás de la imágen genérica del vino argentino. “De esta forma, contribuimos a posicionarla, ya que todos dependemos de esta imagen colectiva en el futuro. Hay que destacar que esta estrategia esta basada en la óptima calidad de nuestros productos, y para esto contamos con viñedos excepcionales, bodegas con tecnología de punta, y sobre todo con el talento de nuestros técnicos”. Por Miguel Ángel Flores. Diario Los Andes