Algo cambió. La mirada de los creativos de la moda internacional, por años concentrada en las tendencias europeas, también pone el foco en el diseño argentino. En especial, en el diseño de autor, original, bien confeccionado y de ediciones limitadas, muy bien visto en Oriente y con un mercado creciente en América latina. En el camino del boom del diseño argentino en el mundo, algunas empresas se abrieron paso por cuenta propia; otras, con el respaldo de instituciones especializadas en exportación y de dependencias gubernamentales. En todos los casos resultan exitosos los diseñadores que proponen creaciones de vanguardia y con identidad. Es el caso de Martín Churba, que con su etiqueta Tramando exporta desde hace seis años a Japón, donde vende en 40 multimarcas. Hace dos meses abrió un local propio en Tokio.
"Buscábamos mercados alternativos a los tradicionales de la moda. Encontramos un público muy fan y fiel a la marca, de distintas edades", describe Churba. Eso sí, tuvo que adaptar los talles a una contextura física más pequeña, y con mayor demanda de estampas y colores fuertes. Pero siempre con la misma esencia. Además de Oriente, exporta a prestigiosas boutiques europeas.
Su ex socia, Jessica Trosman, desembarca en China. Sin temor a los desafíos, se afianza en Asia, luego de años de buenas ventas en multimarcas de los Estados Unidos, Francia, Holanda, Italia, Rusia y hasta Arabia Saudita. Entre 2010 y 2011 abrirá cuatro locales, entre Pekín, Shanghai y Hong Kong, junto con el Grupo Ausway.
¿Con la exportación cambian sus diseños? "Los chinos son bastante modernos, y copian mucho al japonés en cuanto a la búsqueda de cosas nuevas. Nuestro muestrario es diferente porque las telas son más caras y el diseño tiene más ornamento. Pero la identidad es la misma", asegura Trosman, con un pie en el gigante asiático.
Desde la Fundación Export.ar, la Cancillería y el gobierno porteño seleccionan y apuntalan a las empresas para que participen en ferias internacionales. Y así las ayudan a franquear barreras culturales y a sobrellevar problemas idiomáticos.
"La selección y el trabajo previo son claves, y de eso depende cómo le irá a la pyme después -señala Marcos Amadeo, coordinador general de Comercio Exterior de la Dirección de Industrias Creativas de la Ciudad de Buenos Aires-. Hay un incremento en la participación: en la feria que se realizó en Japón en 2008 tomaron parte entre 40 y 50 empresas argentinas y un año después, entre 80 y 90."
¿Qué se demanda? Diseño de autor, productos bien diferenciados, que contengan un mensaje, y calidad, agrega Amadeo. Las costuras y terminaciones no pasan inadvertidas a los ojos nipones. Se sabe, Japón es la meca de la perfección.
Justamente gracias a Tokio Rooms 2009, que se realizó en septiembre último, varios diseñadores están preparando su primera exportación a Oriente. Entre ellos, la indumentaria masculina de Hermanos Estebecorena, que había tenido una experiencia exitosa con la exportación a los Estados Unidos antes de la crisis de 2001. "Después nos dedicamos al mercado local hasta que, hace dos años, empezamos a darle más atención a la experiencia internacional e iniciamos la exportación a España, Estados Unidos y Australia", dice Javier Estebecorena. Luego del viaje a Tokio la firma está negociando su primera exportación a Oriente. "Las empresas japonesas se interesan por la identidad del producto, que debe estar muy bien hecho", agrega.
Entusiasmada, Camila Milessi, dueña de Kostüme junto con Emiliano Blanco, cuenta que el viaje a Japón, y la participación en la feria International Fashion Fair, les dejó buenos contactos y una inminente exportación. Ahí presentaron la colección #19 para hombre y mujer y la línea de calzado que la marca realizó en alianza con Pony. "Nos dimos cuenta de que nuestra ropa, que acá es distinta, en otros lugares es más normal. Nos contactó un representante, y le enviamos un muestrario de prendas geométricas, con detalles en cuero y calados realizados a mano", dice Milessi.
El trabajo artesanal que encierran los zapatos de Divia es bien valorado en el exterior. Primero, en Le Bon Marché, París, donde luego de una exposición la diseñadora Virginia Spagnuolo quedó seleccionada para vender sus modelos. El siguiente destino fue el mercado nipón: luego de que la contactara una compradora japonesa de HP France, viajó a Tokio Rooms. ¿El resultado? Un éxito. La llamaron de tres locales interesados en vender sus productos. Ya hizo su primer envío, y recibió los pedidos de zapatos para la próxima temporada. "Si vendés en Japón estás en condiciones de vender en cualquier parte del mundo. Ellos tienen laboratorios de calidad, y son muy rigurosos", dice Spagnuolo.
¿Con qué están hechos los vestidos?, es la pregunta que frecuentemente escucha Alejandra Gougy. Es que en la etiqueta que ideó, Cosecha Vintage, hay una colección confeccionada con material de descarte de medias de nylon. El resultado son vestidos impecables, y originales, que llamaron la atención en el último BAFWeek y en la feria Tokio Rooms. "Unimos la tradición con la vanguardia, revalorizamos el trabajo manual y su transmisión de generación y en generación -dice-. Usamos varios materiales de descarte, que pasan a ser materia prima".
Las semanas internacionales de la moda son, para las firmas, la gran presentación en sociedad. Por eso, el año último, más de 80 diseñadores prepararon porfolios y bocetos para anotarse en el New York Fashion Week. Sólo viajaron los cinco seleccionados por los organizadores: Min Agostini, Fabián Zitta, Cardón, Eufemia y Benito Fernández, impulsados por la Subsecretaría de Comercio Internacional. "Este sector es talento, es materia gris, innovación argentina de trabajo con mucho entusiasmo", dice el embajador Luis María Kreckler, que a través de la Unidad de Promoción y Apoyo a la Empresaria Exportadora (Upaex), de esa oficina dependiente de la Cancillería, engrosó la agenda de los diseñadores.
Fueron varios los acercamientos de Fabián Zitta a las pasarelas del mundo. Su participación en la semana de la moda neoyorquina le abrió las primeras puertas. Contactado por una cool hunter, ya vendió tres colecciones en Los Angeles y ahora tiene la posibilidad de abrir una tienda exclusiva en Nueva York. Fue invitado por la Embajada de la India a la última edición de Buenos Aires Alta Moda (BAAM) como embajador local. "Además, para septiembre está pensado un intercambio, donde desfilaremos en la Delhi Fashion Week", adelanta.
Para Benito Fernández hubo un antes y un después de New York Fashion Week, donde presentó la mejor colección de su carrera, como la define. Con Etnia demostró que el color y lo latino podían ser elegantes, lo que le abrió las puertas para vender a Milán y a los Estados Unidos. Además, logró más posicionamiento internacional cuando la productora de la serie Sex and the City , Patricia Field, eligió sus diseños para el vestuario de su segunda película. "Esto me generó una apertura no sólo en lo conceptual, sino también en el negocio. Lancé Benito Jeans, que se vende muy bien en el interior del país", dice desde Salta, una ciudad de inspiración.
Min Agostini se formó como arquitecta en Estados Unidos, Inglaterra y la Argentina, y perfeccionó sus estudios de moda en Milán. Para ella, la vidriera internacional no es novedad. Expuso sus creaciones en la tienda Harrod´s de Londres, fue distinguida por el periódico inglés The Independent y la revista norteamericana Forbes, recibió una beca de estudios en el Instituto Italiano del Diseño, de Milán; viajó con su perchero a Düsseldorf y Roma...
Luego llegaron los pedidos de Milán, Barcelona, Londres, Amsterdam, Punta del Este, Santiago de Chile, y en la actualidad vende con regularidad en Perú y Estados Unidos. ¿Su consejo? "Para competir desde la Argentina es necesario creatividad y una excelente calidad. Eso ha marcado nuestra diferencia."
Desde el Programa Plan Estratégico, todos los años la Cancillería define a qué parte del mundo debería dirigirse cada sector. Por eso, los diseñadores que participaron en febrero último en la Semana Internacional de la Moda de Bogotá sabían previamente que la confección de jeans y remeras era boom en Colombia. Entonces, en la pasarela celeste y blanca apostaron a los tejidos, a los productos autóctonos y al diseño de alta gama. Allí se lucieron Pampa Corral, Cardón, Santos Liendro, Oliva, Paruolo, Francisco Ayala, Lucía Popolo, Marcelo Senra y Mónica Socolovsky, de Sathya.
Próximos destinos: Asunción Fashion Week, en los próximos días; San Pablo, en junio; Gift Javits Center New York, en agosto, y otra vez New York Fashion Week, en septiembre.
Quien conoce bien el mercado internacional es Cora Groppo, que además de sus locales en Palermo Viejo y Recoleta, inauguró una tienda con nombre propio en Piazza di Spagna, Roma. ¿Cómo llegó a la Ciudad Eterna? "Una pareja de italianos que viaja frecuentemente a la Argentina compraba ropa en nuestra tienda. Hace tres años me ofrecieron representarnos en Italia, y hace dos nos asociamos y abrimos el local", recuerda Groppo.
Además, armó un circuito de distribución que alcanza desde ciudades italianas hasta puntos de venta en Emiratos Arabes, China, Rusia, Egipto y Corea. La misma colección que Cora terminó de colgar en las tiendas porteñas, dentro de cuatro meses se verá en Europa. "Allá vendemos más la línea de noche, y crece mucho todo lo que es cuero", agrega.
Cuando una empresa no cuenta con experiencia exportadora, desde la Fundación Export.ar hacen una búsqueda de los requisitos necesarios, como derechos, reintegros, certificaciones y plazos de liquidación de divisas. Durante 2009, la entidad se presentó en la Semana Argentina en Madrid y el Latino Fashion Week, en Chicago, Estados Unidos. Y dijo presente en Colombia, Perú, Bolivia, Brasil y Chile. Tampoco desde el gobierno porteño pierden de vista el mercado latino. "Colombia y Perú son mercados interesantes. Demandan diseño, pero con más escala", aporta Amadeo.
Hay más casos. El espíritu roquero de A.Y. Not Dead llegó a Selfridges, la tienda de Oxford Street, Londres, donde se codea con Chanel, Balenciaga y Marc Jacobs. Además, desembarcará en Opening Ceremony, Estados Unidos. "Siempre pensamos que es una marca argentina que podría funcionar bien en cualquier parte del mundo -dice Diego Romero, alma máter de la firma-. No es una marca que emula lo europeo: sale de nosotros. Pero antes de exportar hay que estar seguro de que se podrá responder con los pedidos." Revista Diario La Nación.