La rafaelina Desarrollos Industriales SA (DEISA) colocó su primera planta de tratamiento de residuos en el exterior. El equipo que está terminando de ensamblar en Rafaela viajará hasta el municipio de Copiapó, capital de la provincia del mismo nombre en la III Región de Atacama, al norte de Chile. "Estamos concluyendo el proceso de fabricación de una planta de separación de residuos para Copiapó, que le vendimos a la empresa Cosemar, concesionaria del servicio de recolección de residuos de ese municipio”, contó Andrés Ferrero, titular de la metalmecánica.
Cosemar SA es una compañía trasandina especializada en la gestión ambiental de residuos con base en Viña del Mar, pero que tiene fuerte penetración en la Tercera Región, donde gestiona varios proyectos.
“Aunque no es la primera exportación que hacemos, sí es la primera planta de tratamiento de residuos que vendemos al exterior y, aunque puedo asegurarlo ciento por ciento, es muy probable que también sea la primera planta de este tipo que se exporta desde Argentina”, destacó el empresario.
El equipo que colocó DEISA, permite procesar 200 toneladas de residuos por día y trabajará en tres turnos. “El despacho será en un par de semanas y estará funcionando a principios del año que viene”, deslindó.
Regionalización
La rafaelina viene trabajando fuerte en un proceso de internalización, tanto que viajan al exterior una vez por mes para abrirse nuevos mercados. “Este año comenzamos a integrar un grupo de Cancillería que denomina MaquinAR y que conformamos catorce empresas como fabricantes de maquinaria para obra vial y servicios municipales”, explicó Ferrero.
“A través de este grupo estamos haciendo un viaje por mes para realizar misiones comerciales en distintos países de América del Sur, donde Cancillería nos presenta como empresas recomendadas para la provisión de soluciones para gobiernos locales. En ese grupo la única empresa especializada en separación de residuos es DEISA”, señaló.
Cambio de rumbo con buenas perspectivas
Luego de la crisis internacional que frenó varios de los negocios que estaban por abrochar en el exterior, ahora parece que el panorama es otro. “Este fin de año comparado con la situación que atravesamos en los primeros meses, es otra cosa, hay otras expectativas”, señaló Ferrero quien también admitió que la crisis del campo los obligó a cambiar el eje del negocio.
“Lo cierto es que hemos variado el enfoque de nuestra actividad. Hace un año nuestra primera unidad de negocios era la provisión de equipos para la agroindustria y ahora pasó a ser la tercera unidad en cuanto a volumen de ventas. Desde marzo de 2008 hasta acá se ha movido muy poco”, se lamentó.
En contraste, el fortalecimiento de las monedas de los países limítrofes frente al dólar los hizo más competitivos. “Las monedas locales se han apreciado y eso nos está beneficiando. Si miramos los precios que pasamos el año pasado, nuestros clientes se beneficiaron porque a raíz de que se apreció el peso chileno, van a pagar menos”, explicó Ferrero. Por Mauro Aimar. Fuente: Punto Biz