Cada vez más contadores, actuarios, auditores y economistas asesoran a empresas del exterior sin moverse de la Argentina. Las razones de un fenómeno que se inició con la devaluación y se explica por la excelencia profesional y los costos más accesibles. "Vivo en Buenos Aires, pero trabajo para Wall Street", es una afirmación que pueden hacer cada vez más profesionales de Ciencias Económicas. Casi siempre cuando se habla de exportación de servicios se piensa en los expertos en tecnología informática, pero cada vez más el offshoring de talento incluye en sus filas a contadores, economistas, administradores y auditores.
Hay dos formas en que estos conocimientos trascienden fronteras. Por un lado, algunas compañías mundiales brindan servicios de gestión económica y financiera de diferente tipo a sus filiales en otros países. En otros casos, el profesional no trabaja para su misma organización, sino para un tercero, un cliente.
En el primer caso se inscribe IBM, que en 2002 creó un área para servicios administrativos contables internos en la Argentina. En este tiempo, el departamento pasó de tener 40 empleados a 300. Da servicios a casi todo el continente. "El objetivo es que continúe sumando gestiones contables de Estados Unidos que todavía se siguen realizando allá", explica Ezequiel Picciole, gerente de Recursos Humanos de IBM.
Un ejemplo del segundo caso es el que explica Alejandro Ferrazzuolo, gerente de Unidad de negocios de Select Executives. "Estamos trabajando con un estudio internacional que tomó el negocio de una petrolera norteamericana que busca 300 contadores y administradores para tercerizar el departamento contable", dice.
En estas ocasiones, además de la selección que hace la consultora, la empresa cliente suele testear a los candidatos con un examen técnico online. "A veces, a pesar de ser gente con experiencia que ya trabajó en empresas haciendo balances y presentaciones impositivas, se encuentran con dificultades a la hora de expresar su conocimiento técnicamente", revela Ferrazzuolo. Asegura que los resultados negativos en las pruebas se deben a que los postulantes "aprendieron desde la práctica, pero no desde la teoría. Si quieren tener mejores resultados deben hacer cursos de normas contables", recomienda.
Estas posiciones se abren tanto para perfiles senior como junior, pero algunos entrevistados no pueden evitar hablar de los chicos porque la mayoría de los empleados son sub 30. "La Argentina tiene disponibilidad de talentos. Hoy un profesional local es comparable con uno de Estados Unidos o Europa", comenta Silvia Giordano, socia de Pricewaterhouse Coopers Argentina y a cargo del negocio de Offshoring. Esta opinión no es compartida por Ferrazzuolo, que menciona que cada vez se ven más fallas en los exámenes técnicos de los candidatos.
Una oportunidad
Según Giordano, en algunas empresas que brindan estos servicios se abrieron posiciones de mandos medios y altos para coordinar equipos y que son cubiertas por profesionales adultos que se habían retirado de la actividad.
"Hay gente que dejó de trabajar hace algunos años o mujeres que al tener hijos decidieron abandonar la carrera profesional y que encuentran en esta actividad una oportunidad. Son personas con experiencia, así que necesitan poco entrenamiento para reinsertarse", asegura la experta.
En PwC se brinda el servicio al exterior desde 2003, pero el boom fue en 2006 y crece a tasas que, según la consultora, asombran. En la firma hay 25 personas que se dedican a la actividad, pero se calcula que dentro de tres años podrían llegar a 500.
"Hay pocos actuarios en el nivel mundial. Su ámbito de trabajo son las compañías de seguro. Estamos iniciando actividades con empresas de Suiza para que nuestros actuarios participen en sus actividades", ejemplifica Giordano.
La demanda ilimitada puede generar un problema que ya vive el mercado de IT: la escasez de profesionales. Este problema ya es visible para la industria porque, según afirma Ferrazzuolo, las empresas flexibilizaron sus requisitos con los candidatos.
Cada año, en todo el país surgen alrededor de 19.000 profesionales de Ciencias Económicas. "Están bien preparados, pero de todas maneras, hay que capacitarlos. Es sencillo, en términos del esfuerzo necesario respecto del conocimiento que ellos ya traen", describe Giordano.
Muchos estudiantes universitarios no consideran la exportación de su conocimiento como opción de carrera, aunque, según Picciole, "quienes ya tuvieron vinculación con el mundo laboral conocen más del tema".
Por lo tanto, las firmas que emplean a estos jóvenes están interesadas en que los estudiantes conozcan sus opciones como exportadores de conocimiento. Las ferias universitarias son el lugar que eligen para darse a conocer.
"Cada vez que tenemos la oportunidad nos acercamos no sólo para presentarnos institucionalmente, sino también para contar experiencias. Vamos con gerentes de la empresa, que cuentan las oportunidades de desarrollo que tienen en nuestra compañía dando servicio al exterior", relata el gerente de IBM.
Requisitos básicos
A pesar de la flexibilización de requisitos, el uso del inglés es casi una obligación, aunque no lo es ser bilingüe. La mayoría de estos perfiles deben leer y escribir reportes técnicos, y a veces también hacer reportes orales. "Es complicado encontrar gente con nivel avanzado de inglés. Cuando se halla a alguien, esa persona ya está empleada y eso dificulta las búsquedas", reconoce Picciole.
Otro requisito es que los postulantes deben tener cierto conocimiento de normas de contabilidad internacional. "Como nuestro país se está incorporado al proceso de adoptar normas internacionales de contabilidad y auditoría, dentro de cinco o seis años las nuevas camadas sabrán lo mismo que todo el mundo", explica Giordano.
Y, para tener en cuenta, algunos de los profesionales en estos puestos deben adaptarse a horarios y feriados del extranjero, como, por ejemplo, las fechas patrias. Quienes brindan servicios a Estados Unidos tienen libre en 4 de Julio en lugar del 9.
Jefes a distancia
También deben afrontar la dificultad adicional de no interactuar con directores localmente. Para Martín Casaux, que trabaja en el departamento de Precios de Transferencia de PwC, el aspecto más difícil de su trabajo lo pone la distancia. "Cuando estás cara a cara con una persona es más fácil explicar. Es más complicado por teléfono o en conferencia. Yo estoy acostumbrado, pero en la oficina de Nueva York no están tan habituados a trabajar con un equipo del exterior, entonces tengo que explicarme bien para que entiendan lo que hay que hacer", aclara este economista de 26 años.
Además del talento, la razón para elegir la Argentina como fuente de servicios son los costos competitivos."Si los costos fueran otros, no estaríamos hablando de este tema", reconoce una fuente del mercado.
La misma agrega que esta situación no agrada a muchos trabajadores y políticos en Estados Unidos, que, como el candidato demócrata a la presidencia, Barack Obama, hacen del trabajo para sus compatriotas un eje de campaña. "En Estados Unidos se ve como algo políticamente incorrecto. Hay que tener cuidado al vender el servicio allá, lo cierto es que cuando una empresa necesita tener un servicio se pregunta cuáles son sus proveedores potenciales y las fronteras no la limitan", agrega.
Trabajar en la Argentina, incluso desde la propia casa, para una empresa extranjera es, entonces, una tendencia que se advierte con fuerza. Para aprovecharla al máximo, conviene conocer antes la cultura y la idiosincrasia del país al que se va a brindar el servicio. Esta clave, que parece tan simple, suele ser la base del éxito de la empresa. Por Marilina Esquivel - Diario La Nación