Una familia de pimenteros de Catamarca consiguió exportar sus productos a Israel y Estados Unidos. Se trata de un claro ejemplo a seguir por los productores sanjuaninos. En la localidad cordillerana catamarqueña de Belén, tres generaciones de pimenteros de la familia de Jorge Guillermo Cervantes han sumado valor agregado mediante la certificación de normas de calidad e inocuidad como las Kosher, y han entrado al mundo del comercio internacional. En Belén han encontrado la amplitud térmica precisa que termina por darle el color fuerte, la acidez justa y el dulzor necesario para hacer de él un producto deseado por el mercado interno y también exportable, dedicándose al acopio y molienda de pimentón dulce tipo páprika, usado como colorante y condimento de alimentos en nuestro país y en algunos de Europa, como base para la producción de cosméticos. Producen hoy unos 50 mil kilos. Esperan ahora exportar a España lo que sumará unos 20 mil kilos más.
El pimiento en esa zona demanda unos 30 días de secado. Luego se muele y procesa para fraccionarlo en bolsas de 25 y 30 kilogramos.
La prohibición en el uso de colorantes sintéticos y el aumento de los costos de producción en países productores como España elevó el interés internacional por este cultivo. España es el principal país productor, con 16.800 toneladas anuales de producto seco. En Argentina se cultivan anualmente unas 13 mil hectáreas de pimiento, unas 65 mil toneladas. Pero Cafayate, en La Rioja, ya exportaba a la Unión Europea y el Asia. La producción de pimiento se concentra en Catamarca y en Salta, con una superficie total de 2.500 hectáreas. Diario de Cuyo